Antecedentes
Como herencia cultural religiosa de los pueblos Latinoamericanos, El Salvador comparte una rica experiencia de fe cristiana con prácticas arraigadas desde la época colonial. Cuenta en el final de siglo con un valioso testimonio de mártires que han aportado una síntesis de fe y de vida que ha sido experimentada en la población Salvadoreña como una viva conciencia sobre su responsabilidad histórica y cristiana frente a Dios y a los procesos que han venido transformando el continente. El Arzobispo mártir Oscar Romero, es signo de esta maduración eclesial cuyo ejemplo aún ilumina este tiempo de post guerra y la nueva etapa del país.
Esta tradición de compromiso en el servicio y solidaridad fruto de una experiencia religiosa comunitaria continúa a pesar que hasta la fecha no se han realizado esfuerzos mayores por sistematizar la teología vivida por las comunidades.
Toda esta experiencia religiosa no ha sido fundamentada de modo sistemático y recogida en reflexión teológica por los sujetos mismos de esta renovación pastoral aunque, hay que reconocerlo, la formación de agentes de pastoral, especialmente de los laicos hombres y mujeres, ha sido prioridad permanente de los planes pastorales de la Arquidiócesis de San Salvador en varios períodos.
Tal necesidad eclesial ha sido motivación para responder como Universidad y desde nuestra inspiración cristiana en la tarea de fortalecer los procesos de cambio social y eclesial que el dinamismo de nuestra fe suscita y que surge del esfuerzo de historizar la esperanza cristiana del Reino de Dios. Para ello, la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, a través del Departamento de Teología, ha puesto al servicio de la iglesia local la formación teológico- pastoral de laicos y laicas a través del proyecto de las Escuelas de Teología Pastoral.