La pequeña sala donde Elba y Celina fueron asesinadas ha sido convertida en una pequeña capilla en su memoria. Ellas fueron asesinadas después de los jesuitas para no dejar testigos, de acuerdo con la orden recibida. Madre e hija fueron encontradas abrazadas, por Obdulio, esposo de Elba y padre de Celina, en la mañana del 16 de noviembre.