De 2017 a 2020 se llevó a cabo el proyecto “Segundas Oportunidades: Apoyo al fortalecimiento para un sistema de rehabilitación y reinserción eficaz”, ejecutado por la Maestría en Intervención Social de la UCA y Catholic Relief Services (CRS), en coordinación con la Dirección General de Centros Penales (DGCP) y con financiamiento de International Narcotics and Law Enforcement (INL) y Open Society Foundations. El objetivo general del proyecto fue fortalecer los programas de rehabilitación y reinserción dentro del sistema penitenciario salvadoreño. De esta manera, se buscó contribuir al Objetivo 3 -Rehabilitación y Reintegración- del Plan El Salvador Seguro, el cual se enfoca en mejorar los programas de rehabilitación en siete centros penitenciarios, expandir el programa Yo Cambio y, en general, reducir el hacinamiento dentro de los centros.
Segundas Oportunidades se implementó en dos fases que compartieron tres componentes principales.
Los logros clave durante la implementación del proyecto incluyen a 2,135 beneficiarios. Se contó con la participación de 1,321 personas privadas de libertad y personas ex privadas de libertad. Las actividades del proyecto se implementaron en 12 sedes penitenciaras y 5 sedes regionales del Departamento de Prueba y Libertad Asistida de la DGCP. Se formó a 328 personas que forman parte del personal del sistema penitenciario y del Departamento de Prueba, incluyendo a 160 agentes de seguridad.
Por otro lado, se diseñaron e implementaron siete currículas de rehabilitación para personas privadas de libertad y dos para exprivados. En esta línea, la DGCP oficializó, como parte de los programas especializados de tratamiento, la currícula de rehabilitación de CRS ‘‘¡Estoy Dispuesto!’’, así como la Batería Socioafectiva SAT-ED creada para medir los cambios producidos por el programa. Esta Batería fue validada por el Consejo Criminológico Nacional y la Junta de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena como una herramienta de evaluación de la conducta para la toma de decisiones sobre casos de las personas privadas de libertad y para medir la efectividad delos programas de tratamiento. Se formó al 100% de profesionales en psicología de la DGCP en el uso de dicha batería. Ambas herramientas permitieron visibilizar la mejora estadísticamente significativa en siete de nueve habilidades socioafectivas en 112 personas privadas de libertad que participaron en el programa ‘‘¡Estoy Dispuesto!’’ en 2019, en cinco sedes penitenciarias.
Finalmente, 108 exprivados se insertaron en el mercado laboral, ya sea a través de un empleo o empezando su propio negocio. De ellas y ellos, a pesar del impacto de la pandemia por el COVI-19, 87 mantenían su empleo o emprendimiento al cierre del proyecto. A la vez, se identificó que 271 participantes del proyecto que obtuvieron su libertad, reportaron 0% de reincidencia para el cierre del proyecto.