Liderando con energía
En el retador campo de la ingeniería eléctrica, Jaime Fernando Zepeda Quintanilla comparte cómo su vocación, influenciada por su familia y guiada por su formación en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), lo llevó a transformar sueños en realidades. Desde sus primeros pasos como estudiante apasionado por los circuitos eléctricos hasta convertirse en un líder en energías renovables, su historia es un testimonio de esfuerzo, innovación y compromiso con un futuro sostenible.
Pilares para encontrar su vocación
La vocación de Jaime Zepeda por la ingeniería eléctrica nació desde su infancia, marcada por la influencia y guía de sus padres, quienes inculcaron en él y sus hermanos, valores fundamentales para su desarrollo profesional y personal. Su madre, doña Reyna (que en paz descanse), pianista y profesora, le transmitió valentía y coraje para enfrentar los retos, mientras que su padre, don Hugo, ingeniero industrial y profesor, le inculcó la disciplina, la perseverancia y el interés por el aprendizaje constante.
“Desde pequeño, a los 7 u 8 años, ya tenía claro que quería ser ingeniero electricista”, comenta. Su padre lo introdujo al mundo de los circuitos eléctricos de una forma lúdica, orientándolo hacia áreas numéricas que más tarde se convertirían en su pasión profesional. Esta sólida base familiar le permitió soñar en grande desde temprano y trazar su camino.
La elección de estudiar en la UCA no fue casualidad, surgió varios años antes de graduarse de bachiller del Colegio Externado de San José. “La UCA siempre ha sido sinónimo de prestigio y retos académicos. Además, mi padre también estudió aquí, recuerdo conocer la UCA desde que estaba pequeño, veníamos a pie, en bus y unas pocas ocasiones en auto, eso me motivó aún más a seguir sus pasos. La UCA es reconocida como la mejor universidad de El Salvador, y sabía que era el lugar ideal para alcanzar mis objetivos”, expresa.
Un sueño hecho realidad
Tras graduarse de Ingeniería Eléctrica en 2008 y casarse en 2009, Jaime y su esposa Jaqueline, decidieron emprender un proyecto que combinaba su pasión por la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Así nació en 2010 DISSETI, una empresa comprometida con el cuidado del medio ambiente y la promoción de energías renovables en El Salvador.
“Desde el principio, nuestra visión fue desarrollar proyectos que aportaran beneficios reales a la sociedad y al medio ambiente”, explica. Inspirados en la filosofía de las “cuatro R’s” (Repensar, Reducir, Reusar y Reciclar), DISSETI comenzó ofreciendo consultorías y estudios relacionados con energía solar fotovoltaica, en una época en la que esta tecnología aún no era ampliamente adoptada ni accesible en el país. Con el tiempo, DISSETI amplió sus servicios para incluir eficiencia energética, sistemas de vapor, remodelaciones arquitectónicas y seguridad ocupacional. “Nuestra visión siempre ha sido integrar sostenibilidad, tecnología y confort para nuestros clientes. Cada proyecto está diseñado para optimizar recursos, ahorrar energía y cuidar el medio ambiente”, destaca.
El equipo es multidisciplinario “Hemos crecido gracias al esfuerzo y trabajo constante, la integración de personas idóneas y el compromiso con nuestros valores. El éxito de DISSETI es el resultado de un equipo bien conformado y una planificación estratégica clara en cada uno de nuestros proyectos”, añade. Como líder empresarial, resalta la importancia de la humildad, la ética y la idoneidad al formar equipos de trabajo. “La humildad no se trata de lo socioeconómico, sino del valor de reconocer que otros tienen habilidades y conocimientos que uno no posee. Ese reconocimiento nos permite aprender y crecer como equipo. El valor de la humildad es fundamental que pueda transmitirse a nuestros hijos y así de generación en generación”, asegura.
La sostenibilidad es otro pilar clave en su filosofía empresarial. Desde su fundación, DISSETI ha buscado minimizar su impacto ambiental y compartir con sus clientes sobre la importancia de las energías limpias. “Creemos firmemente que debemos dejar una huella verde y positiva en el planeta. Cada proyecto que realizamos busca ser armónico con el entorno, utilizando tecnologías como la energía solar fotovoltaica para aprovechar recursos renovables de manera eficiente”, explica.
Además de dirigir DISSETI, ha desempeñado diversos roles a lo largo de su carrera, como analista, consultor en eficiencia energética y energías renovables, catedrático universitario, gerente general, director presidente, director ejecutivo y director de negocios y proyectos. Su sólida formación académica incluye un MBA en Dirección de Empresas de la UCA y especializaciones internacionales en energías renovables y eficiencia energética.
Jaime también es miembro activo del IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers), una institución global que fomenta el liderazgo y la innovación en áreas tecnológicas. Su participación en el IEEE desde sus años de estudiante le ha permitido capacitarse en áreas tecnológicas de su interés y desarrollar habilidades blandas como el trabajo en equipo, liderazgo y la resolución de conflictos. Hoy en día tiene la oportunidad de compartir conocimientos y experiencias con nuevas generaciones de estudiantes y profesionales.
La experiencia UCA
Describe su paso como estudiante de la UCA como una etapa transformadora en su vida, no sólo por la formación académica, sino también por las oportunidades de crecimiento personal. “La UCA me dió acceso a una educación de calidad; a gozar de laboratorios avanzados; a utilizar bibliografía invaluable; a tener claridad de la realidad del país a través de sus estudios y publicaciones, legado de los mártires; a conocer profesores que me inspiraron a dar lo mejor de mí como por ejemplo, mi profesor y mentor de IEEE, el Ing. Villalta que en paz descanse, y el Ing. Matamoros mi asesor de tesis; a obtener mi primer empleo formal siendo egresado, en el área de laboratorios de física en el Departamento de Ciencias Energéticas, que en ese momento era liderado por el Ing. Ismael Sánchez; y por supuesto a compartir muchas inolvidables vivencias con mis viejos amigos del colegio con los que coincidimos en la universidad y además a cosechar nuevas amistades, como por ejemplo el padre Chema (José María Tojeira)”.
Además de destacar en el ámbito académico, participó en actividades deportivas, como fútbol y fue elegido representante estudiantil de la facultad de ingeniería y arquitectura por dos años, en donde tuvo la oportunidad de colaborar con muchos proyectos estudiantiles. “El deporte en la UCA no sólo fomenta la salud y la diversión, sino también valores como la disciplina, el compañerismo, la competitividad y la superación personal”, comenta.
Uno de los momentos más significativos en su vida universitaria fue la defensa del proyecto final de la asignatura Sistemas Eléctricos de Potencia uno, una experiencia que lo preparó para enfrentar retos complejos, debido a la intensidad de la temática y la situación apremiante que vivía junto a sus compañeros de grupo, en donde todos dependían de esa defensa para ser promovidos al siguiente ciclo. “La UCA te forma no sólo como profesional, sino como ser humano íntegro, con la capacidad de analizar, adaptarse y aportar al desarrollo de la sociedad; cada graduado de la UCA, debe tener su propio criterio en base a hechos y registros; debe tener la claridad y convicción de posicionarse del lado correcto de la realidad y de la historia, saber de quienes rodearse y de quienes no; saber identificar en qué momentos se puede aportar algo positivo y ejecutarlo ó identificar en qué momento se debe hacer una pausa, tomar otros senderos y nuevamente seguir aportando”, reflexiona.
Para destacar en la industria energética, señala la importancia de contar con una formación académica sólida, que permita entender la energía en todas sus formas y aplicaciones. “La energía es un recurso multifacético, y quienes trabajamos en este sector debemos tener una base técnica especializada que nos permita adaptarnos a sus retos y complejidades”, afirma. Asimismo, subraya la relevancia de una excelente ética profesional. “Debemos garantizar que nuestras acciones beneficien a la sociedad, promoviendo energía limpia, accesible y justa. La ética no es opcional, es esencial para liderar con responsabilidad.”, añade.
La innovación tecnológica también juega un papel crucial en el liderazgo energético; destaca la necesidad de una actualización constante. “La tecnología avanza rápidamente, y debemos ser críticos al adoptar herramientas que mejoren la eficiencia y sostenibilidad de nuestros proyectos. Sólo quienes se mantienen al día pueden responder eficazmente a los desafíos del presente y anticiparse al futuro”, explica. En su opinión, estas tres habilidades; formación técnica, ética profesional y actualización continua, son el eje que define a un líder en el sector.
Un camino de aprendizaje continuo
Ha construido su carrera sobre la base de una constante actualización académica, siempre alineada a las demandas de su profesión y a los retos del sector energético. Tras culminar su pregrado en Ingeniería Eléctrica, decidió profundizar en la gestión empresarial mediante un MBA en Dirección de Empresas, del cual se graduó en 2013. “Para ser un buen empresario, hay que entender las dinámicas de las empresas”, señala, destacando cómo este programa le brindó herramientas claves en marketing, finanzas, administración de equipos, liderazgo y resolución de conflictos.
Su compromiso con la sostenibilidad lo llevó a completar una maestría en Energías Renovables y Eficiencia Energética, una decisión estratégica para reforzar la visión de DISSETI. Además, obtuvo becas internacionales para especializarse en eficiencia energética y energía solar fotovoltaica, a través del BID y la Universidad Politécnica de Valencia, respectivamente. Sin embargo, Jaime no se ha limitado a su ámbito técnico. Reconociendo la importancia de entender la realidad social de su entorno, cursó un diplomado en Política y Ciudadanía en la UCA, ampliando su perspectiva sobre la coyuntura nacional y regional.
Actualmente, continúa capacitándose en áreas emergentes como la electromovilidad y la gestión de proyectos. “El aprendizaje no termina. Si queremos liderar en sostenibilidad como país, debemos prepararnos para integrar soluciones complejas, completas y armoniosas que beneficien a la sociedad y al medio ambiente”, concluye. Reconoce que el aprendizaje nunca termina, y su interés por seguir especializándose refleja su compromiso con la innovación en energías renovables. “Hay tantas cosas que me gustaría aprender”, comenta, señalando su deseo de profundizar en tecnologías emergentes como la energía eólica y la energía basada en hidrógeno, que considera fundamentales para diversificar la matriz energética hacia opciones más sostenibles y limpias.
Además, destaca el potencial de la energía mareomotriz y undimotriz en un país como El Salvador, con una extensa línea costera. “Aunque estas tecnologías aún no se han implementado a gran escala en el país, representan una oportunidad interesante si se logra minimizar el impacto ambiental y aprovechar al máximo su capacidad de generación en los lugares idóneos”, reflexiona.
Lecciones desde la experiencia empresarial
Entre sus experiencias más destacadas está su paso por INE, una compañía de generación de energía eléctrica, en donde participó de un proceso de selección y fue nombrado Director Presidente de la empresa. Tuvo la oportunidad de dirigir proyectos estratégicos durante casi dos años, en plena pandemia. “Fue un reto integral: liderazgo positivo, procesos más transparentes, eficientes y utilización de tecnologías más limpias, bajo una visión estratégica: garantizar el suministro de energía eléctrica del país”, explica.
Durante su gestión, reactivó los programas de responsabilidad social empresarial, repotenció el laboratorio certificado de hidrocarburos, lanzó la página web, realizó pasos importantes en la búsqueda de la certificación en ISO 9001:2015 e implementó un plan estratégico institucional de cuatro años, que dejó bases sólidas para la ejecución de proyectos innovadores, como la ejecución de plantas solares fotovoltaicas entre otros.
Su tiempo en Siemens marcó el inicio de su carrera profesional, enseñándole altos estándares internacionales y la importancia de la ética en los negocios. “Aprendí cómo ganar correctamente, basándome en el trabajo, la experiencia y buenas prácticas profesionales”, comenta. Estas experiencias, combinadas con su rol como catedrático en la UCA, han fortalecido su enfoque en el cumplimiento de metas con excelencia, es por ello, que su compromiso de seguir aportando a los departamentos de matemáticas y ciencias energéticas de la UCA, y a las nuevas generaciones de estudiantes a través de la enseñanza, sigue intacto.
Para las nuevas generaciones
Para Jaime Zepeda, el éxito no solo radica en el conocimiento técnico, sino en la confianza y la fe en uno mismo. “Tengan fe en Dios, en sus conocimientos y en sus capacidades”, aconseja a las nuevas generaciones, instándolas a no subestimar su potencial. Además, resalta la importancia de una formación constante, motivando a los jóvenes a estudiar áreas que les apasionen, ser creativos y proteger sus ideas. “Ocupen la tecnología como una herramienta para avanzar, no como una distracción”, enfatiza, reconociendo el rol clave de la innovación en un mundo competitivo.
Asimismo, destaca valores esenciales como la ética y la solidaridad, recordando que ayudar a otros no sólo beneficia a la sociedad, sino que crea un impacto positivo en quienes lo practican. “Sean éticos y solidarios. Trabajen con visión y metas claras, y rodéense de personas que compartan su propósito”, añade. Para él, la clave está en aprovechar las oportunidades con integridad. “Utilicen la tecnología para crecer, no permitan que los domine. Crean en sus proyectos y trabajen con metas claras hacia un futuro mejor”, concluye.