La Oficina de Vinculación con Graduados llevó a cabo, el 12 de diciembre, la primera edición del Brindis de la solidaridad. En el evento virtual participaron 107 personas graduadas de la UCA, quienes realizaron su donación al programa de becas de la Universidad. Con esta actividad se recaudó $3,495.00 para 1,022 estudiantes que son apoyados para alcanzar su meta de ser profesionales UCA. Previo al brindis, cada participante recibió en su domicilio, una botella de vino o sidra y una tabla de quesos que compartieron durante la videoconferencia.
La bienvenida fue precedida por el P. Andreu Oliva S. J., quien manifestó su agradecimiento a la comunidad universitaria por formar parte del Brindis de la solidaridad: “muchas gracias por sumarse a este valioso esfuerzo y contribuir con ello a la formación universitaria de jóvenes talentosos pero con dificultades económicas”. Además, hubo espacios de villancicos interpretados por el Coro Universitario y el Coro Vocalis Novum, integrado en su mayoría por personas graduadas de la UCA. También, Mario Cañas, graduado UCA y conferencista motivacional, acompañó la noche con una serie de reflexiones referente a las lecciones aprendidas en la pandemia “consideremos que a partir de este momento, construimos un mejor futuro y un nuevo comienzo con pasos firmes porque hemos crecido como personas a pesar de las dificultades” mencionó Cañas en su intervención.
El encuentro estuvo marcado por la interacción de profesionales de diferentes carreras y generaciones. Durante el brindis, se dividieron en grupos de 5 a 8 personas de manera aleatoria, donde graduados y graduadas de distintas promociones tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias y conversar sobre los retos ante la nueva realidad. Daniel Sosa, Ingeniero Eléctrico graduado en 1998, expresó que “fue bonito compartir con compañeros de otras disciplinas. La reflexión que se hizo dentro del grupo fue acerca de los principios que la UCA nos enseñó… además es valioso el aporte que nosotros hacemos en este tipo de actividades, es parte de esa semilla que se sembró en nosotros como profesionales UCA”.
Tanto en las reuniones grupales, como en la sesión general, los graduados y graduadas aportaron diferentes ideas sobre cómo afrontar la crisis y qué herramientas les había dado la Universidad para salir adelante. Enlazada desde Estados Unidos, Mélida Arteaga graduada en 1985 de la Licenciatura en Letras, a sus 94 años dijo “Gracias por permitirme expresar mi amor a mi UCA, aquí estoy como graduada y he aprendido una cosa: no le tengo miedo al cambio. Gracias UCA por ayudarme a ser más sensible para analizar la realidad donde vivimos. En la UCA aprendí a ver la justicia, el amor y la paz, un brindis por todo lo que me enseñaron, por mis maestros, por todos los de la UCA, un brindis de amor y de justicia, gracias.”