Instituto de Derechos Humanos de la UCA

La diversidad como un lugar de encuentro, acogida y diálogo

25/06/2024

Editorial Idhuca

Termina  junio, mes en el que se conmemora el orgullo, el respeto y la inclusión de personas sexo disidentes o de la diversidad sexual. En nuestro país, así como en muchas otras sociedades, las personas de la comunidad LGBTIQA+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales, queer, asexuales, no binarias, etc.) sufren particulares vulneraciones a sus derechos. 

En los últimos meses el conservadurismo radical, impulsado desde el gobierno central, ha acuñado y utilizado el término “ideología de género” para descalificar la lucha de la diversidad a la que progresivamente nos hemos abierto como país.

El término busca destruir las luchas de los movimientos de la diversidad sexual con el argumento de que es antinatural, antifamiliar y antisocial. En otras palabras, es una agresión y vulneración a los derechos de las personas de la comunidad LGBTIQA+.

Estas agresiones muchas veces trascienden el abuso verbal y se convierten en agresiones físicas y sexuales. Se han registrado muchos casos de personas que son torturadas y asesinadas. Es decir, su vida se encuentra en riesgo solo por ser quiénes son. 

Quienes les insultan y acosan dicen estar defendiendo la “moral” y las “buenas costumbres”, incluso afirman rechazarlos en nombre de la fe. Pero el odio no es compatible con el cristianismo ni con el respeto a los derechos humanos.

Por esto, no podemos seguir siendo una sociedad que excluye y rechaza la diversidad sexual. De lo contrario, seguiremos en una espiral de invisibilización, normalización e impunidad donde se transmite el mensaje de que esa violencia es tolerada.

Para hacer un país mejor, más humano, es  importante buscar la fraternidad por encima de todo, rechazar el odio y poner en su lugar el encuentro, la acogida y el diálogo. 

Necesitamos construir un país donde todas las personas seamos reconocidas, visibilizadas y bienvenidas. Donde todas podamos tener la libertad de ser quienes queremos ser y serlo sin miedo a que nos violenten. Una sociedad incluyente, donde la diversidad sea abono para hacer crecer un país donde vivamos con dignidad, bienestar y respeto.