Instituto de Derechos Humanos de la UCA

Trabajos dignos sin represalias

30/04/2024

Editorial Idhuca

En el marco del 1 de mayo, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de Trabajo, vemos cómo muchas personas siguen sufriendo injusticias en sus espacios laborales. La falta de prestaciones, permisos, la incertidumbre y las represalias en el entorno laboral son algunos de tantos factores que agravan la situación de las y los trabajadores en su cotidianidad. 

Esta realidad se vive en el país en términos diferenciados: por un lado, muchas personas sufren de vulneraciones laborales por parte de empresas o empleadores que no brindan las condiciones necesarias; y por otro, algunos trabajadores del sector público han sido amenazados con aplicar una medida represiva por exigir sus derechos o han sido sometidos a tratos arbitrarios o intimidatorios por sus jefaturas.

Durante el régimen de excepción, que ya lleva más de dos años de vigencia, se han documentado capturas arbitrarias de sindicalistas e incluso la muerte de uno de ellos. También se han dado despidos injustificados masivos y personas trabajadoras a quienes se les exige una cuota para financiar partidos políticos y si no lo hacen son despedidas. Solo por no cumplir con una orden arbitraria. Solo por alzar la voz ante las injusticias que se cometen. 

Tanto en el sector público como en el privado sigue habiendo mujeres embarazadas que han sido despedidas y su contrato no ha sido renovado. Sigue habiendo personas que son sobreexplotadas en sus horarios laborales sin compensación alguna, ya sea monetaria o de tiempo de descanso.

Para construir un país verdaderamente libre, donde todo el mundo importe, es esencial que cada persona pueda expresar sus opiniones sin temor a represalias y pueda participar activamente proponiendo soluciones. En un contexto donde aparentemente hay más seguridad y un gobierno que dice responderle al pueblo, esto no está pasando. 

Las personas necesitamos ser escuchadas y respetadas. Por eso, proponemos otras vías para construir un país donde haya paz, justicia, prosperidad e igualdad. Vías donde tengamos la libertad de opinar, participar  y exigir nuestros derechos, sin que eso signifique que se quite nuestro sustento de vida.