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El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.
Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.
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Editorial: La herencia de los mártires
Comentario: La fachada democrática de los medios
Comentario: Algunos aportes de Ellacuría para la solución de conflictos
Comentario: Pensamiento y compromiso
Comentario: Algunos planteamientos de Ellacuría sobre Centroamérica
Derechos Humanos: Segundo, Memo y Liquito
La herencia de los mártires
Este 16 de noviembre se conmemora el XIII aniversario del asesinato de los jesuitas de la UCA, de Elba y Celina Maricet Ramos. Para la comunidad universitaria significa —o debería significar— un alto en el camino, un momento para reflexionar tanto sobre la herencia intelectual y ética que nos legaron Ellacuría y sus compañeros martirizados, así como sobre el modo en que nos hemos hecho cargo —hemos cargado— con esa herencia. Ellos, con el ejemplo de su vida y con la tragedia de su muerte, nos heredaron un capital cultural y simbólico que, si no se hace producir, corre el riesgo de ser dilapidado. ¿Qué significa hacer producir el capital simbólico dejado como herencia por los mártires de la UCA a la comunidad universitaria y, más allá de ella, a la sociedad salvadoreña? ¿Cómo es que se puede dilapidar esa herencia?
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La
fachada democrática de los medios Ignacio Ellacuría, cuyo martirio y el de sus compañeros celebramos en estos días, elaboró un acucioso análisis sobre el estado de la democracia en el país, que puede aplicarse con bastante justeza a lo que sucede en torno al manejo y funcionamiento de los más importantes medios de comunicación. Se podría decir con el desaparecido rector de la UCA que “en El Salvador hay apariencias reales de democracia, pero no una democracia real y que todas las apariencias democráticas son mantenidas en tanto en cuanto no pongan en peligro otras estructuras más reales”. Las estructuras reales de poder pasan hoy por la defensa de los intereses del pequeño clan de grandes empresarios y de su deseo por seguir esquilando hasta los huesos a los salvadoreños. Los medios son la caja de resonancia de estos intereses, ahora revestidos de un discurso democrático.
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Algunos aportes de Ellacuría para la solución de conflictos
Cuando el Padre Ignacio Ellacuría planteaba su interpretación sobre “La cuestión de las masas” en el editorial homónimo, no la hacía pensando en un momento en el cual habían transcurrido ya más de diez años de la finalización del conflicto armado en El Salvador. Empero, sus enfoques tienen todavía una sorprendente aplicabilidad a la realidad contemporánea. Sin ir muy lejos, el editorial mencionado comienza diciendo que “en los últimos meses se ha agudizado la ‘cuestión de las masas’, no como discusión teórica, sino como interpretación política y como práctica social. El aumento de las huelgas y la radicalización de las mismas […] plantean de nuevo la cuestión de las masas y el papel que les corresponde en el momento actual.” (ECA, 465, pp. 402).
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Pensamiento y compromiso
Ignacio Ellacuría, Segundo Montes e Ignacio Martín-Baró fueron, sin duda alguna, quienes más enriquecieron, desde la UCA, el debate nacional de El Salvador en los años 70 y 80. Sólo su asesinato pudo detener tan importante flujo de conocimiento, interpretación y valoración de la realidad social salvadoreña y mundial en esos años. Desde sus diferentes campos —filosofía, psicología social y sociología, respectivamente— aportaron un vasto material pocas veces visto en el país; pero, lo más importante es que su pensamiento se tradujo fielmente en un compromiso con la realidad a la cual se enfrentaron y, en este compromiso, hicieron suya la causa de los más desposeídos de la sociedad.
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Algunos planteamientos de Ellacuría sobre Centroamérica
El aporte intelectual de Ignacio Ellacuría no se restringió a la búsqueda de soluciones a los problemas de El Salvador. Comprendió que era imposible proponer alternativas nacionales sin plantearse el contexto en el que la realidad salvadoreña se encuentra inserto: Centroamérica. De ahí el aliento centroamericano que quiso imprimirle a la revista de la UCA, el cual se expresa en su mismo nombre: Estudios Centroamericanos. De ahí también que el análisis coyuntural del rector mártir se dirigiera a la situación del istmo, sobre todo en el decenio de 1980, cuando estalla la guerra civil en El Salvador y el área centroamericana se vuelve, en virtud de los diferentes escenarios nacionales, el lugar donde se despliegan algunas de las grandes tensiones históricas de la época.
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Segundo, Memo y Liquito
Trece años pasaron ya de ocurrida la masacre en la UCA. ¿Quién no conoce a las ocho víctimas de ese terrible acontecimiento, mártires de este nuestro sufrido pueblo junto a miles y miles de personas sacrificadas por la violencia que asoló al país entre 1975 y 1991? ¿Quién no sabe de dónde salió la orden para matar, que se materializó apenas iniciaba aquel fatídico 16 de septiembre de 1989? ¿Y quién desconoce que ahora, después del tiempo transcurrido, en El Salvador continúa la violencia y siguen muriendo personas sin que se le haga justicia? Quizás el país haya cambiado mucho de forma pero, digan lo que digan, de fondo quién sabe. Al menos, desde la perspectiva de los derechos humanos para la inmensa mayoría de la población, no mucho o quizás nada. Y es ahí donde permanece, presente y vigente, la figura de un hombre visionario que entregó su vida por esa causa: Segundo Montes Mozo, fundador del Socorro Jurídico Cristiano en agosto de 1975 y del IDHUCA en agosto de 1985.
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