PROCESO — INFORMATIVO SEMANAL EL SALVADOR, C.A.

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El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.

 

Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.

 

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Año 25
número 1188
Abril 5, 2006
ISSN 0259-9864

 

 

Índice


 

Editorial: Una necesaria reflexión postelectoral: democratización y cultura política

Política: La Asamblea de las postergaciones

Economía: Consideraciones sobre la entrada en vigencia del CAFTA

Sociedad: Más muertes por la diarrea

Regional: La “asimilación” en el debate migratorio actual

Derechos Humanos: Lecciones desde EEUU

Documento: Demanda contra el gobierno de El Salvador y la empresa Pacific Rim

 

 

Editorial


Una necesaria reflexión postelectoral: democratización y cultura política

 

Las últimas elecciones pusieron de manifiesto que, en El Salvador actual, el proceso de democratización enfrenta graves obstáculos. Más aun, en el apartado de la construcción de un orden democrático, a catorce años de finalizada la guerra civil, el país arroja un saldo negativo y los pocos logros conseguidos no dejan de estar permanentemente amenazados por las asechanzas del autoritarismo, el fanatismo y la violencia.


Los obstáculos más llamativos son, sin duda alguna, de naturaleza institucional. Sin embargo, recurrentemente, a lo largo de la postguerra, se ha hecho presente otro fuerte obstáculo para la edificación de un ordenamiento democrático en el país: el débil afianzamiento en la población, cuando no ausencia declarada, de valores, opciones y creencias democráticas. Es decir, no se ha forjado una cultura política democrática, sino que más bien lo que prevalece es una cultura política nutrida de valores autoritarios, heredados de un pasado histórico marcado por la prepotencia y los abusos de oligarcas y militares.


En la actualidad, de lado de quienes concentran el poder económico —y sus portavoces políticos— a la prepotencia heredada del pasado, se suma la ostentación sin límites. Esa prepotencia y esa ostentación —cobijada esta última bajo el emblema del éxito— se irradian hacia la sociedad a través de unos medios de comunicación obsequiosos con los poderosos y deseosos de vender a la población un mundo de fantasía. Del lado de quienes no tienen poder económico y político, a la sumisión, la acriticidad y el respeto a las jerarquías, se suma el conservadurismo religioso, el consumismo envidioso, las ansias del éxito fácil y la propensión a la violencia. Hay, sin duda, excepciones. Pero, en su mayoría, los salvadoreños y salvadoreñas no han cultivado (ni cultivan), en su subjetividad individual y en sus relaciones intersubjetivas, los valores, las opciones y las creencias democráticas básicas.


La capacidad de valorar críticamente a quienes ejercen el poder es propia apenas de sectores minoritarios; la disposición a ejercer (y a hacer valer) los derechos ciudadanos fundamentales no es generalizada; la sumisión a los poderosos (a quienes se considera superiores y, por ello, dotados de capacidades de mando excepcionales) sigue presente en los más; ver a los débiles, los excluidos y los marginados como fracasados y perdedores se ha convertido en una norma para buena parte de la población; una gran mayoría ha hecho de la violencia y del irrespeto a las leyes un hábito; y sólo unos pocos han hecho suyos valores como la tolerancia, el respeto a la dignidad de los otros y la solidaridad con los más débiles.


En parte, es esa cultura política —una cultura política no democrática y sí fuertemente autoritaria— la que ayuda a explicar las inclinaciones electorales de la mayoría de salvadoreños y salvadoreñas. Distintos análisis y reflexiones realizados a lo largo de la posguerra arrojan una conclusión preocupante: la mayor parte de la población en edad de votar lo hace por un partido que ha propiciado un modelo económico excluyente y marginador, es decir, por un partido que ha tomado decisiones contrarias a sus intereses fundamentales. Identificada esa situación, sin duda grave para quienes creen que los salvadoreños y salvadoreñas merecen una vida más digna, el desafío consiste en indagar acerca de los factores que puedan ayudar a explicarla.


Se trata, como ya se apuntó, de factores de tipo cultural. Y es que a ARENA —a lo que el partido es y simboliza— no le viene bien una cultura política democrática, sino más bien una de tipo autoritario y neopopulista, es decir, una cultura conservadora e intolerante, respetuosa de las jerarquías, animadora de las soluciones de fuerza y generadora de hábitos consumistas y prosaicos. Es de este tipo de cultura que ARENA obtiene sus mayores réditos políticos; es por ello que el partido —con la ayuda de los grandes medios de comunicación y algunos influyentes líderes religiosos— la promueve en los diferentes ámbitos (religiosos, deportivos, artísticos) de la vida social.


Es indiscutible que la construcción de un ordenamiento democrático se juega en dos planos: el de las concreciones institucionales y el de los compromisos ciudadanos. Es decir, sin un entramado institucional sólido, que garantice la transparencia electoral, la revocación de mandatos, la competencia política justa y la participación ciudadana, no puede haber una democracia consolidada. Tampoco la puede haber sin unos ciudadanos comprometidos intersubjetivamente —desde sus valores, creencias y opciones— con las exigencias de la democracia.


En El Salvador, finalizada la guerra civil en 1992, se pensó que todo estaba listo para comenzar la andadura democrática. El optimismo, empero, duró poco. Pronto se vio que las instituciones llamadas a apuntalar la democratización —Tribunal Supremo Electoral, partidos políticos, Asamblea Legislativa— no trabajaban por ella, sino por intereses particulares. Pronto se vio que las instituciones llamadas a garantizar la transparencia (Corte de Cuentas), la seguridad (PNC, Fiscalía General de la República) y la legalidad y los derechos ciudadanos (Corte Suprema de Justicia, Procuraduría General de la República, Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos) no eran capaces de cumplir con su cometido. Al cierre de los años noventa, cualquier signo de optimismo había desaparecido. El pesimismo tomó su lugar al inicio del nuevo milenio. A la prácticamente insuperable debilidad institucional se añadió un elemento más de preocupación: la constatación de que, pese al tiempo transcurrido desde el fin de la guerra, una gran parte de la población mantenía valores políticos forjados antes de la misma, a los que se añadieron otros que, junto con los primeros, alientan comportamientos políticos reñidos con los valores y normas de la democracia.


Por lo dicho, los derroteros de El Salvador en materia política son inciertos, como lo son también en materia económica y social. A medida que pasa el tiempo, se incuban y echan raíces prácticas y valores que harán más difícil encauzar al país por la senda de un Estado democrático de derecho. Ojalá que cuando se quieran erradicar esas prácticas y valores no sea demasiado tarde.

G

 

Política


La Asamblea de las postergaciones

 

Contrasta mucho el práctico abandono de las instalaciones de la Asamblea Legislativa durante los días de la campaña electoral con la actual prisa con que quieren evacuarse diferentes puntos de crucial importancia para el país. Para unos, esto es una evidencia más del descrédito en que ha caído el Legislativo; para otros, la muestra de que los diputados privilegian más los intereses electoreros que el mandato popular. Todavía más: puede decirse que durante la campaña el país quedó en un vacío de poder por partida doble: por un lado, El Salvador estuvo sin Ejecutivo, pues el presidente de la República se dedicó a su cargo de presidente del COENA; y por otro, sin Legislativo, pues la Asamblea se tomó un receso forzado por la campaña. El país quedó prácticamente a la deriva, pero nadie se inmutó por eso.


En algunos municipios se está dando un fenómeno que refleja la falta de visión de largo plazo que impera en el país. En algunas municipalidades donde el gobierno local en funciones no logró reelegirse, se está procediendo al saqueo de las instalaciones de las alcaldías. Prácticamente, no quieren dejar más que despojos para la administración entrante.


Algo así está ocurriendo en la actual Asamblea Legislativa. No se está dando el saqueo material, pero de igual forma se actúa con premura para no dejarle a la nueva legislatura decisiones importantes. Así como en ciertos municipios se saquea, también se heredan problemas a las nuevas autoridades. El actual Legislativo también deja pendientes decisiones delicadas a la Asamblea que tomará posesión el primero de mayo próximo.


El origen de este problema —una prisa por decidir sobre ciertos puntos y un desdén por discutir a fondo otros— reside en la nueva composición de la Asamblea Legislativa. El actual parlamento permite un consenso ágil entre ARENA, el PCN y el PDC. En la próxima legislatura, el esquema imperante será el de buscar entendimientos entre las dos fuerzas políticas mayoritarias, puesto que ninguna de ellas tiene, por sí sola, asegurada la mayoría absoluta, ni siquiera recurriendo a sus aliados más habituales (PDC y PCN, en el caso de ARENA; y, a veces, CD, en el caso del FMLN).

G

 

Economía


Consideraciones sobre la entrada en vigencia del CAFTA

 

A un mes de la entrada en vigencia del CAFTA, los resultados son mínimos. Si bien algunas empresas han colocado sus mercancías con facilidad en el mercado estadounidense, hay un grupo que ha tenido dificultades en los trámites de aduana. Aún con esta desigualdad en el trato a los empresarios salvadoreños, el gobierno considera que el balance de los primeros días del convenio comercial es positivo y que las dificultades serán resueltas cuando se conozcan mejor las normas del tratado.


La postura gubernamental sobre los primeros días del CAFTA arguye que el país cuenta ahora con una estructura legal que le permite exportar a los EEUU. El gobierno considera que, para aprovechar el convenio, es menester dar a conocer las normas y leyes que conforman dicha estructura. Así, los productores y comerciantes contarían con la información necesaria que facilitaría su inserción en el mercado norteamericano. El optimismo del gobierno es notorio cuando el presidente de la República expresa que, bajo las nuevas condiciones de comercio, El Salvador triplicará sus exportaciones en los próximos diez años.


También existe optimismo en el sector privado. Ante las dificultades en las aduanas de los EEUU, algunos de los grandes empresarios son de la opinión que “no hay desventajas, sino retos”. Otros, en vez de disgustarse por las complicaciones sufridas en aduana, mencionan simplemente “estamos preparándonos”. Lo cierto es que un mes es poco tiempo para evaluar los pocos resultados del vínculo comercial de El Salvador con los EEUU. Pero ante la falta de ellos, es una buena oportunidad para reflexionar sobre dos aspectos importantes: en primer lugar, la amalgama de intereses políticos y económicos que dieron vida al tratado. En segundo lugar, algunos parámetros que serán de utilidad en el futuro para evaluar los resultados económicos que pueden derivarse del convenio. Ambos aspectos son importantes para comprender los resultados del CAFTA.

G

 

Sociedad


Más muertes por la diarrea

 

La vida es un derecho humano fundamental que el Estado salvadoreño está obligado a garantizar. Sin embargo, la realidad muestra que aquél no está cumpliendo dicha tarea, no sólo porque no logra detener la violencia social, sino porque es incapaz de controlar las muertes de niños y niñas a causa de una enfermedad curable: la diarrea.


Hasta el sábado 18 de marzo, cifras del Ministerio de Salud Pública registraban 30 fallecidos a causa de la diarrea; mientras que Medicina Legal registraba 33 muertes. Nuevamente las cifras oficiales no coinciden (tal como sucedió a inicios de este año, al contabilizar los homicidios de 2005). Lo innegable es que en este país siguen muriendo personas —sobre todo niños y niñas—, a causa de una enfermedad, que, a diferencia de enfermedades incurables como el VIH-SIDA, es curable.


Es una falta de respeto para las víctimas el hecho de ocultar el número de muertes, por más que Guillermo Maza, el ministro de Salud Pública, se esfuerce en hacerlo. Las alertas no parecen contrarrestar la situación de muerte a causa de la diarrea; además la posición del ministro de Salud es contradictoria, aparte de indiferente, ante la muerte de niños y niñas, pues, no parece, por sus declaraciones, mayormente preocupado por dicha situación. El funcionario pretende descargar en las víctimas de familiares fallecidos la responsabilidad total de la muerte de sus infantes, lo cual no tiene sentido ético ni racional.

G

 

Regional


La “asimilación” en el debate migratorio actual

 

El actual proceso de reforma de ley migratoria en Estados Unidos ha estimulado a grupos tanto a favor de la inmigración, como aquellos en contra, a hablar públicamente al respecto. El enfoque ha girado en torno a varios ejes, uno de ellos es los efectos a largo plazo de la inmigración masiva, y en especial sobre las características del proceso de “asimilación” de la actual ola inmigrante. La discusión no es nueva. Se ha dado a través de los años en épocas en donde se han considerado problemáticas varias acerca de anteriores olas de inmigración, como las de 1850 y la de la primera década de 1900. Así, el concepto “asimilación” está siendo constantemente usado hoy en día en los debates públicos, académicos y políticos. Se le utiliza en varios sentidos; se habla de “la asimilación económica”, “asimilación educativa”, “asimilación social”, etc. Lo cierto es que el debate en torno a lo que es asimilación y las áreas que este término contempla no es nuevo.


Se suele usar muy comúnmente la figura del “crisol” (melting pot), una ideología específica acerca de la asimilación, refiriéndose a la misma como una composición prácticamente homogénea de la identidad americana producto del aporte agregado de las diferentes y sucesivas olas de inmigrantes en Estados Unidos desde que el Mayflower desembarcó a sus pasajeros en 1620 en lo que hoy ocupa el territorio de Massachussetts. Los que hablan así suelen calificar a Estados Unidos como “una nación de inmigrantes”.


Otros teóricos, como Samuel P. Huntington, piensan diferente. Según este autor, Estados Unidos no es absolutamente “una nación de inmigrantes”, por ello la identidad estadounidense no puede definirse con base en esa proposición, y por ende cambia también el concepto de “asimilación”. Huntington sostiene en su libro ¿Quiénes somos? Los desafíos a la identidad nacional estadounidense lo siguiente: “Estados Unidos es una sociedad fundada y creada por los colonos de los siglos XVII y XVIII, que eran casi exclusivamente blancos, británicos y protestantes. Sus valores, sus instituciones y su cultura proporcionaron los cimientos y determinaron el desarrollo de Estados Unidos en los siglos posteriores. (…). Sus orígenes como sociedad de colonos angloprotestantes han marcado profunda y duraderamente (más que ningún otro factor) la cultura, las instituciones, el desarrollo histórico y la identidad de Estados Unidos. (…). Por el contrario, los inmigrantes no crean una nueva sociedad. Se trasladan de una sociedad a otra distinta”. Así, el concepto de asimilación desde esta concepción no coincide con el del crisol, sino con una transmutación (transmuting pot), en donde los elementos foráneos que se fueron añadiendo con las olas de inmigrantes no sólo se fundieron, sino que también quedaron en gran medida transmutados no logrando impactar significativamente el “material original”, es decir lo que instauraron los colonos originales.


De esas dos formas de concebir la asimilación es que se ramifican, por lo general, los diferentes argumentos en el debate actual. Los que ven en Estados Unidos “una nación de inmigrantes” consideran casi siempre positivo cualquier aporte cultural o económico de alguna ola inmigrante y que de hecho es la base de “la grandeza americana”. Los que adoptan la versión de la transmutación consideran que la asimilación de las olas de inmigrantes no equivale a sus aportes, sino a su difuminación dentro de lo establecido, que es la identidad blanca, anglosajona y protestante.


La primera forma de concebir la asimilación puede desviar la objetividad a la hora de analizar qué tipo de asimilación es conveniente para Estados Unidos. Sin embargo, la segunda posición contempla factores sumamente delicados que de no percibirlos y aceptarse sin reparos podría resultar en la creación de políticas inhumanas para los actuales inmigrantes que aspiren a asimilarse.

G

 

Derechos Humanos


Lecciones desde EEUU

 

¡Qué lástima que la población emigrante sea usada para conseguir votos! En las dos últimas elecciones salvadoreñas, su situación fue determinante para definir los resultados. Durante las presidenciales, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) presentó a su entonces candidato —Elías Antonio Saca— como defensor de la misma y afirmó que un triunfo del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberacin Nacional (FMLN) provocaría una expulsin masiva. En las legislativas y municipales, el partido de izquierda se la cobró planteando que pese a la buena relación de Saca con el Presidente de los EEUU, la deportación era un hecho. Y vino la respuesta: días antes de las votaciones, el Presidente Saca —máximo dirigente de su partido— anunció la prórroga del Estatus de Protección Temporal (TPS) que aseguraba la estadía tranquila en aquel país de una buena cantidad de compatriotas durante otro período.


Ese utilitarismo no es exclusivo de los políticos salvadoreños. También en México y EEUU, donde se acercan importantes comicios, declaran y deciden sobre este tema con la mente puesta en los votos a conseguir. Así, el mexicano Vicente Fox afirmó públicamente que los beneficios migratorios a aprobar en el Senado estadounidense eran producto de su gestión presidencial.


El Comité Judicial de la Cámara Alta en el Congreso de EEUU, emitió una propuesta que incluye permisos de trabajo para los indocumentados y la posibilidad de negociar salarios, cambiar de empleo, sindicalizarse y viajar a sus pases, seguros de que podrán regresar. Además, ofrece un plan para optar por la residencia permanente y, en algunos casos, por la ciudadanía. Esto podra beneficiar a más de doce millones de indocumentados que viven en ese país.


Pese a que es buena noticia para la población emigrante, aún falta mucho camino para que dichas ventajas se materialicen y en el trayecto se debe sortear la posicin republicana en el Congreso; ésta se encuentra dividida entre quienes aprueban y quienes rechazan la propuesta del citado Comité. Los demócratas, por su parte, sí la apoyan, pero reconocen que hay varias piedras en el camino, pues todava debe someterse al pleno del Senado y después discutirse en la Cmara de Representantes; en ésta, además de oponerse a la mayoría de beneficios migratorios mencionados, ya se había aprobado una ley criminalizando a la gente indocumentada y a quienes la auxilien.


Al final, lo que salga no girará en torno al bienestar de las y los emigrantes sino de los réditos electorales para los polticos. Por eso es importante que las salvadoreñas y los salvadoreños en EEUU, junto con el resto de indocumentados de otras nacionalidades, construyan poder social y den muestras de mayor unidad, fuerza e inteligencia que los grupos que los atacan. Buena parte de eso ya lo lograron. Las y los hispanos han realizado marchas y protestas contra las restricciones migratorias; éstas, sin duda, han influido en el debate legislativo estadounidense y dejado varias lecciones al movimiento social salvadoreño. La aberración que se aprobó en la Cámara Baja impulsó y unificó a esta población, que ya dejó de ser cualquier minoría . Desfiles de alumnos, alumnas, trabajadores, trabajadoras, profesionales y pequeños empresarios así como la posición de cantantes, actores, y escritores, revelan la fuerza organizativa y la presión que puede ejercer. Esa es la primera enseñanza: se puede construir poder ciudadano capaz de revertir decisiones que afectan los derechos humanos. Además, su lucha prueba que se pueden obtener importantes logros sin violencia. Esa es la segunda lección.


También descubre la gran cantidad y enorme riqueza de matices que puede adquirir el trabajo en favor de la dignidad humana, cuando hay imaginación. Las medidas de presión no sólo han incluido decenas de miles de hispanos en las calles de importantes ciudades estadounidenses como Los Ángeles, Dallas, Washington D.C., Detroit, Chicago, Milwaukee y Denver; también en San Francisco, un grupo de veinte inmigrantes realizó una huelga de hambre, en Miami se desplegó una caravana motorizada que concluyó frente a las oficinas de Inmigración. En Georgia, la “Alianza 17 de Marzo“ realizó el primer boicot y paro laboral denominado “Día por la dignidad de los latinos“. Alrededor de ochenta mil personas no trabajaron ni compraron ese día, lo que, según la Cámara de Comercio estatal, dejó un millón de dólares en perdidas. Asimismo, un grupo de líderes de las iglesias católica, episcopal, luterana, metodistas y otras, instaron en Los Angeles a sus fieles a ignorar cualquier ley que obligue a verificar el estatus legal de la gente antes de ayudarla. Esta es la tercera lección: si la maldad es creativa, quienes luchan por los derechos humanos deben serlo más.


Frente a este movimiento social que batalla por mejores condiciones para la población emigrante, da vergüenza la respuesta de los gobiernos de Mxico y Centroamrica. Ninguno ha cabildeado en EEUU para lograr una reforma integral que vaya más allá de facilitar espacio a trabajadores temporales. No. Las autoridades de los países cuya población es expulsada y presumen de su amistad con el inquilino de la Casa Blanca, no han hecho nada serio por sus connacionales. ¿Y qué se puede esperar, si no son capaces de cambiar el rumbo de sus países para evitar que su población salga en busca de mejores condiciones de vida? Si no han evaluado el esquema econmico predominante que excluye a las mayorías y no les deja más opcin que emigrar? No es lógico imaginar de estos otra respuesta, aunque su investidura lo demande.


Como lo apuntan especialistas en el tema migratorio, todava hay varias batallas por librar y valoraciones que hacer. El proyecto de ley aprobado por el Comité Judicial también tiene deficiencias, como el aumento de la vigilancia y control en las fronteras que obligar a los indocumentados a buscar la entrada a ese país por la zona más peligrosa: el desierto. Además, el régimen de trabajadores huéspedes crea una especie de segunda categoría ciudadana para ejercer trabajos que no quieren los estadounidenses, con menor remuneración que la normal para nacidos en ese pas, naturalizados o con residencia permanente. Eso no puede ser. Es necesario garantizar todos los derechos laborales y las disposiciones de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares aceptada por el gobierno estadounidense. Hacia ahí debe encaminarse toda la energía.


Por el momento, las lecciones que se desprenden de la lucha reciente impulsada por la población emigrante en EEUU pintan un panorama esperanzador. El sacrificio de quienes hoy se manifiestan, realizan huelgas de hambre, se pronuncian, dejan de consumir ciertos productos e impulsan otras medidas para presionar, será recompensado con una mejor reforma migratoria; además, les ha permitido descubrir un modo eficaz de hacer las cosas y obtener beneficios, incluidos aquellos que tienen que ver con sus países de origen como hacer valer su derecho al voto e influir en políticas públicas.


Pero las enseñanzas también son para quienes residen acá. Estas acciones y su eficacia para permear decisiones de Estado, confirman a la sociedad salvadoreña y latinoamericana lo que mostraron antes —entre otras— las marchas de los cacerolazos en Argentina contra Menem y en Perú contra Fujimori, así como las movilizaciones multitudinarias en Ecuador contra Gutiérrez y Bucaram: si la población se une para hacer exigir el respeto de sus derechos, es posible revertir una historia de injusticias y reivindicar la dignidad de las mayorías excluidas.

G

 

Documento


Demanda contra el gobierno de El Salvador y la empresa Pacific Rim

 

A continuación, ofrecemos un extracto de la presentación de una demanda interpuesta por el Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio (CEICOM) y la Asociación de Desarrollo Económico Social (ADES) ante el Tribunal Latinoamericano del Agua, con sede en México, D.F., en contra del gobierno de la República de El Salvador y la empresa canadiense Pacific Rim, por el proyecto de explotación minera que esta última realiza en San Isidro, Cabañas. Enseguida, presentamos el veredicto del referido Tribunal, emitido recientemente. Finalmente, se reproduce el manifiesto público de las comunidades afectadas por la amenaza de explotación minera en el norte del departamento de Chalatenango.

Demanda contra el gobierno de El Salvador y la empresa Pacific Rim
1. El subsuelo es propiedad de la sociedad en su conjunto, por tanto es esta quien tiene que decidir sobre sus usos, para lo cual se deben establecer los mecanismos apropiados.
2. Las empresas mineras no son factores de desarrollo, mas bien son saqueadoras de las riquezas. Las regalías no corresponden en absoluto a los daños a la vida que causa la explotación minera. Si aceptamos como ciertos los datos ofrecidos por la empresa Pacific Rim en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), los beneficios de la empresa, por las reservas de oro extraíbles, a precios de mercado actuales, alcanzarían el monto de $179,580,000.00, de los cuales quedarían en calidad de regalías, la cantidad de hasta $ 3,591,600.00, siendo realmente esta una cantidad insignificante.


3. La explotación minera en El Salvador no tiene nada que ver con la satisfacción de las necesidades de la población ni del Estado, pero sí con la insaciable sed de riqueza de las empresas transnacionales; es una actividad a corto plazo pero sus impactos negativos se sufrirán en el mediano y largo plazo. Las empresas mineras prometen generación de empleo y riqueza, pero millones de personas en el mundo han resultado víctimas de los altos costos socio ambientales que trae consigo: apropiación de tierras de las comunidades locales, impactos en la salud que en muchos casos llevan hasta la muerte, alteración de las relaciones sociales, destrucción de las formas de sustento y de vida de las comunidades, cambios abruptos y radicales en las culturas regionales, desplazamiento de otras actividades económicas locales actuales, etc.


Por todo lo anterior solicitamos al honorable Tribunal:
Exhorte al gobierno de El Salvador para que cese el otorgamiento de licencias de exploración minera metálica en el país, por ser estas actividades contrarias a la vida, a la salud, a la protección del medio ambiente, al desarrollo sostenible y al respeto de los derechos humanos;
Exhorte al gobierno de El Salvador para que se abstenga de otorgar la licencia de explotación minera a la empresa Pacific Rim;
Exhorte al gobierno de El Salvador a prevenir la degradación del medio ambiente y específicamente la contaminación directa del recurso hídrico en beneficio de todos sus habitantes;
Condene ética, moral y públicamente a la empresa Pacific Rim por el uso de prácticas engañosas que solo tienen como fin su lucro a costa de la violación de derechos humanos; y,
Exhorte al gobierno de El Salvador cumplir con su mandato constitucional de estar organizado para la consecución del bien común, estando por ello obligado a la defensa de los derechos de sus habitantes, para lo que debe ejercer correctamente sus funciones de vigilancia, especialmente en aquellas empresas cuya intención es la explotación de recursos naturales, previniendo con ello su degrado y contribuyendo a la instauración de una mejor calidad de vida de sus habitantes.

Veredicto del Tribunal Latinoamericano del Agua

Sección relativa a El Salvador
Actores del Contradictorio: Centro de Investigación y Comercio (CEICOM) y Asociación de Desarrollo Económico Social (ADES). En oposición a: Pacific Rim El Salvador S.A. de C.V., Ministerio de Economía y Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Hechos
De acuerdo con los actores:
1. Al 2004 el Ministerio de Economía otorgó 52 licencias de exploración minera localizadas en la zona norte de El Salvador.
2. Así mismo, en el 2005 se han entregado licencias de exploración sin dar cuenta de los lugares de exploración. Este proceso se ha desarrollado sin informar de manera oportuna y transparente a la población localizada en los distritos mineros.
3. De acuerdo con las publicaciones del Ministerio de Medio Ambiente el día 5 de octubre de 2005, la empresa Pacific Rim El Salvador presentó a dicho Ministerio el estudio de impacto ambiental “Proyecto Mina El Dorado” para su aprobación con el fin de solicitar al Ministerio de Economía la licencia de explotación.
4. Dentro del Departamento de Cabañas, el Proyecto está en el municipio de San Isidro, que cuenta con 7 Cantones, con una población estimada en 11, 000 habitantes.
5. De acuerdo con el estudio de exploración realizado por la empresa en el área de concesión, se ha identificado un recurso geológico que contiene mas de 750,000 onzas de oro y 4.9 millones de onzas de plata.
6. Los habitantes de la zona de ubicación del proyecto minero presentaron al Ministerio de Medio Ambiente un escrito en el que plantean su oposición al proyecto de explotación con base en las observaciones técnicas del Dr. Robert Morán, experto en el tema y de acuerdo con la experiencia internacional registrada a nivel mundial y particularmente en la región centroamericana.
7. Al mismo tiempo se solicita la no aprobación del estudio de impacto ambiental presentado por la empresa Pacific Rim, por ignorar los graves impactos socio ambientales que pueden derivarse de la explotación minera, especialmente los recursos hídricos, ya que el proyecto se localiza en la cuenca del río Lempa que es la más importante del país, afectando también a sus afluentes, los ríos Copinolapa y Titihauapa así como al río San Francisco.

Considerando
1. Que en el año 2004 el Ministerio de Economía otorgó 52 licencias de exploración minera para la explotación de oro y otros minerales metálicos localizadas en la zona norte de El Salvador.
2. Que en el año 2005 se han entregado licencias de exploración sin dar cuenta de los lugares de exploración.
3. Que este proceso se ha desarrollado sin informar de manera oportuna y transparente a la población localizada en los distritos mineros.
4. Que los antecedentes en los países vecinos que también forman parte de este contradictorio, indican que estas actividades podrían entrañar riesgos para la salud de la población y de los ecosistemas.

El Tribunal Latinoamericano del Agua

Resuelve
1. Exhortar al Gobierno de El Salvador a:
a. Que cese el otorgamiento de licencias de exploración minera metálica en el país, por ser esta actividad de alto riesgo para el medio ambiente y la salud de la población;
b. En particular, que se abstenga de otorgar la licencia de explotación minera a la Empresa Pacific Rim por la insuficiencia y carácter inadecuado de la información presentada en la Evaluación de Impacto Ambiental.

Recomendaciones
1. Que se evalúen en forma independiente las áreas potencialmente mineras concesionadas en exploración y futura explotación, teniendo en cuenta el riesgo de contaminación y degradación de los ecosistemas y recursos hídricos así como las poblaciones que podrían verse perjudicadas en su calidad de vida y capacidad productiva.
2. Que se establezca una mesa permanente de discusión clara y transparente sobre el tema de la minería en El Salvador con participación de actores sociales, gubernamentales y técnicos.

Manifiesto público

Al Sr. Presidente de la República y en especial a los Ministros de Economía y Medio Ambiente, a la Empresa Minera Martinique Minerals S.A. de C.V. y otras, y a la Comunidad Internacional.

Hacemos saber lo siguiente:
Informados y conocedores de que la explotación minera, es un proyecto que atenta contra el medio ambiental debido a la contaminación del aire, de los ríos y de las aguas subterráneas; a la destrucción de los bosques y a la erosión de los suelos. Que además atenta contra la armonía de nuestras comunidades generando problemas sociales que contribuyen a la división de las familias, propician la prostitución y los vicios y proliferan enfermedades como el SIDA y otras, poniendo en riesgo la salud y la seguridad de nuestras familias. Además, informados y convencidos de que los beneficios ofrecidos por las empresas transnacionales no pasan de ser falsas promesas y sorprendidos de que todo el beneficio que generan dichos proyectos es dinero se va fuera del País, sin dejar beneficios reales para desarrollar nuestras comunidades, convirtiéndose así en saqueadores de nuestros recursos que solo nos dejarían únicamente problemas y destrucción,

Manifestamos:
Nuestro rechazo total y enérgico a la introducción de los proyectos mineros en nuestra zona, declarando que estas tierra son el fruto de doce años de guerra sufrida en El Salvador, como consecuencia de la gran injusticia social que imperaba y que aun sigue imperando, debido a que la mayor parte de la riqueza se sigue concentrando en las manos de unos pocos.


Que además estas tierras son el resultado de luchas logradas con sangre de chalatecos y chalatecas y que son fruto de los Acuerdos de Paz con el programa de transferencia de tierras, que se pudo llevar a cabo gracias a Dios y a la solidaridad internacional.


Si las empresas siguen insistiendo, haciendo caso omiso de nuestra decisión de no permitir su incursión en nuestras comunidades, nos reservamos el derecho a tomar las medidas necesarias para defender nuestras tierras y recursos naturales, nuestro derecho a la vida y el derecho a la vida de nuestras futuras generaciones.
Por el derecho a la vida, organización y lucha, no a la explotación minera.

Organizaciones y comunidades firmantes.
Fuente: www.ceicomobservatoriodelsur.org

G

 

 


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