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año 17 número 725 septiembre 11 1996 ISSN 0259-2864 ¿Depuración en la derecha? Evaluación del plan de emergencia del gobierno Maquilas, desarrollo económico y condiciones laborales Reunión de presidentes de Centroamérica y Corea del Sur La Asamblea Legislativa y la elección de los funcionarios públicos Medios de comunicación y transición política (II) El asesinato de Guth Zapata Las maquilas de nuevo en la mira ¿Depuración en la derecha? Las elecciones de 1997 ya están a la vista; estamos en una coyuntura en la que los partidos políticos tienen que concentrar sus mejores esfuerzos en el fortalecimiento institucional, y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) se está proyectando como un partido carcomido por los conflictos internos, las pugnas de poder y la corrupción. Desde hace un buen rato ARENA ha venido mostrando que su unidad no es tan sólida como el discurso anticomunista o las campañas publicitarias hicieron creer. Ahora, como en ningún otro momento de la historia de la institución, los intereses encontrados que cohabitan en su interior han salido, con inusitadas crudeza y virulencia, a la luz pública. En el ojo de la tormenta está Juan José Domenech, quien se ha visto forzado a presentar su renuncia a la presidencia del COENA en virtud de su presunta complicidad en hechos criminales de mediana y gran envergadura. Es decir, Domenech -dejando de lado su lenguaje soez que podría ser tomado como parte del folklor nacional- ha sido implicado tanto en el maltrato físico y verbal a periodistas como en el tráfico de drogas y automóviles, y la evasión de impuestos, esto último a partir de una alianza entre los supermercados La Despensa de Don Juan -propiedad de Domenech- y Superselectos, a cuya Junta Directiva fue incorporado el dirigente arenero. No cabe duda de que la renuncia de Domenech no obedece inmediatamente a su implicación en los delitos señalados; otras figuras de la derecha han sido involucradas en hechos de igual o mayor gravedad, y han seguido gozando de la confianza y la protección del partido. Incluso no sería tan acertado afirmar que a Domenech se le ha pasado la mano en sus negocios ilícitos, por más que su conducta sea la más alejada de lo que cabría esperar de un dirigente político con sus reponsabilidades ante el país y ante los grupos empresariales. ¿Qué es, pues, lo que ha puesto a Domenech en la mira de la opinión pública? ¿Qué es, en definitiva, lo que está detrás de su renuncia? Ante todo, veamos cuál es la actitud asumida por Domenech. Pues bien, éste ha negado su complicidad en actividades ilícitas y ha atribuido las investigaciones periodísticas que lo involucran en las mismas a una campaña en su contra y en contra del partido. Es decir, el ex presidente del COENA se considera una víctima de una maniobra política, aunque no llega a decir taxativamente quién o quiénes están detrás de ella. Su renuncia -como buen arenero- es para no dañar al partido y para enfrentar civilmente las acusaciones que se le hacen. De pronto, entonces, pareciera como si Domenech se hubiese quedado solo, como si hubiese sido abandonado. Paradójicamente, quien dijo "cobarde jamás seré, los tengo bien puestos", quien tuvo en sus manos las riendas del partido político más fuerte del país, es alguien que clama por lástima, alguien que, por aquello de los estereotipos del macho, anunció su retiro del COENA ante un grupo de mujeres del partido. Vaya ineptitud política. Con ese gesto, Domenech -aclamado por las mujeres areneras como "Conejo", una y otra vez- no sólo puso en práctica un mecanismo de presión política que mostró su debilidad e incompetencia, sino que contribuyó a alimentar la percepción de que ARENA está mal por dentro y que sus dirigentes no tienen capacidad de conducir la institución. Domenech ofreció una prueba más de que el partido está dividido; y lo hizo con una falta de tacto sólo esperable de alguien que se comporta en política como un comerciante. Ha sido la falta de tino en sus diversas actividades lo que llevó a Domenech a ser foco de atención pública. Imposible no seguirle la pista a una figura política de su jerarquía de la que se sospecha no paga IVA, maltrata a los periodistas, aparece implicado en la negociación ilícita de un vehículo o enfrenta una demanda judicial en Guatemala por narcotráfico. Son tan notorias y regulares sus actividades fuera de orden que no se requiere de ninguna estrategia de desprestigio, especialmente diseñada en su contra, para sacarlas a la luz pública. Su falta de tacto y su ambición desmesurada han puesto a Domenech en serios aprietos. Pero también han puesto en serios aprietos al partido, que, si bien ha tolerado a miembros ambiciosos y/o ineptos políticamente, ello ha sido bajo el entendido que éstos atenderían el llamado al orden y a la moderación cuando así fuese requerido. Y, como por una especie de acuerdo interno, cuando alguien ha transgredido las normas que imponen los intereses y la disciplina partidaria, la pérdida de respaldo institucional no se ha hecho esperar. Al parecer, pues, Domenech pasará a engrosar las filas de los descontentos de la derecha; la gran mayoría de ellos autoproclamados fundadores de ARENA y cercanos colaboradores del ex mayor Roberto D'Aubuisson. Cierto, quizás Domenech no sea mucho peor que otros miembros de ARENA que aún gozan de la protección del partido. Más aún, se puede sugerir la hipótesis de que no son las actividades ilícitas per se las que han puesto a Domenech en la difícil situación en la que se encuentra, sino el modo cómo se quizo llevar de encuentro a quienes sienten que el partido es suyo y está para protegerlos. Es decir, al ex presidente del COENA se le pasó la mano con quien no debía; y ahora tiene que enfrentar el peso y el poder de aquellos con quienes quizo rivalizar. De este modo, estamos ante una medida de saneamiento institucional que responde más a los intereses internos del partido y de los grupos que lo controlan que a un compromiso real de la derecha con la justicia y la legalidad. De no ser porque poderosos intereses económicos y políticos así lo exigen, seguramente Domenech no se hubiera visto forzado a presentar su renuncia y continuaría gozando del amparo partidario. Con todo, no deja de ser importante que las actividades ilícitas de una figura tan importante en las filas de la derecha sean objeto de debate público. Es una forma eficaz de combatir la prepotencia, la matonería y la impunidad. ARENA debe poner sus barbas en remojo. El partido se ha debilitado con los escándalos de corrupción y de tráfico de influencias que han perseguido a sus miembros durante los dos últimos años. Los problemas que lo han sacudido durante las semanas recién pasadas debilitan aceleradamente su imagen como partido fuerte y capaz de impulsar un proceso de desarrollo nacional. Sus miembros más lúcidos debieran reflexionar seriamente si todos estos conflictos y pugnas internas no son síntomas de una necesidad impostegrable de renovación y de democratización internas. Evaluación del plan de emergencia del gobierno El pasado 1 de junio, en su discurso de segundo año de gobierno, el Presidente Armando Calderón Sol ofreció implementar un conjunto de doce medidas tendientes a "fortalecer la economía y mantener altas tasas de crecimiento, que nos abran el camino al desarrollo y mejoren las condiciones de vida del pueblo". Buena parte de estas medidas fueron sugeridas por la empresa privada para superar los problemas de recesión económica y reaparición y agravamiento de los desequilibrios macroeconómicos; pero hasta ahora las medidas no han sido implementadas y desde la fecha en que fue pronunciado discurso presidencial la crisis económica se ha profundizado. Sin embargo, más preocupante que lo anterior es que las medidas ofrecidas no demuestran estar diseñadas de forma que promuevan el "desarrollo y mejoren las condiciones de vida"; de las doce medidas únicamente dos abordan la problemática del desarrollo social al ofrecer planes de inversión en "infraestructura y el área social", pero en la práctica el gobierno se ha concentrado únicamente en la ejecución de obras de infraestructura al grado que, de acuerdo al Ministro de Hacienda, es el Ministerio de Obras Públicas el encargado de la ejecución del programa de inversiones originalmente diseñado para estimular el desarrollo social. Las medidas emergentes han sido diseñadas con la finalidad de atender las necesidades de la empresa privada sin reparar mucho en los resultados sobre la satisfacción de las necesidades básicas. Las mismas se concentran en aspectos como la eliminación de las ganancias al capital, depreciación acelerada de los activos fijos, retraso de la desgravación arancelaria, reactivación agropecuaria, promoción de liquidez monetaria y reducción de las tasas de interés, privatización del manejo de los fondos de pensiones, reintegro del 6% para las exportaciones no tradicionales y eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los bienes de capital. Aún así, el gobierno ha retrasado la ejecución de los ofrecimientos presidenciales y desencadenado la inconformidad de la empresa privada, tal como ocurría ya en el período anterior al discurso presidencial del 1 de junio. Es en este escenario que personeros del gobierno dieron a conocer la presentación ante la Asamblea Legislativa de un decreto de reforma de la ley del IVA mediante el cual se exoneraría del pago del mencionado impuesto a las importaciones de bienes de capital. Al mismo tiempo, se reiteró que esta medida estaría acompañada por el reintegro de 6% para las exportaciones de productos no tradicionales. En honor a esta coyuntura resulta de interés verificar el cumplimiento de los ofrecimientos presidenciales del 1 de junio, revisar brevemente las implicaciones de las dos nuevas medidas anunciadas y establecer cuáles son las políticas necesarias para estimular un verdadero proceso de mejoría en la satisfacción de las necesidades básicas de la población; pues, como se trata de mostrar a continuación, el camino del desarrollo económico y social aún requiere de modificaciones más profundas en la política del gobierno. Resulta destacable que de los ofrecimientos presidenciales únicamente se encuentran en ejecución cuatro: el plan de inversiones públicas, retraso de la desgravación arancelaria, exención de IVA a bienes de capital y reintegro de 6% a las exportaciones no tradicionales. Las restantes medidas, ocho en total, se encuentran aún en suspenso y estas son: eliminación del impuesto a las ganancias de capital y depreciación acelerada de los activos físicos; incremento de los créditos para la micro y pequeña empresa; plan de recuperación agropecuaria; programa nacional de competitividad; promoción del país en el exterior; reducción de tasas de interés, cobros y comisiones por servicios bancarios; aceleración del proceso de modernización del sistema de pensiones; y, finalmente, destinar el producto de la privatización a los gastos en infraestructura y en el área social. En la práctica, no se han implementado aún la mayoría de las medidas ofrecidas por el gobierno, y de las cuatro que sí han recibido atención una aún no está en vigencia y otra solamente esta siendo cumplida a medias. La eliminación del IVA a los bienes de capital entrará en vigencia hasta dentro de quince días aproximadamente, mientras que el plan de inversiones públicas está concentrado solamente en el área de infraestructura lo cual ha generado mayor desatención del área social. Por otra parte, y como se mencionó al principio, las medidas implementadas apuntan a favorecer más a la empresa privada que a los sectores que no están satisfaciendo adecuadamente sus necesidades básicas; las dos medidas que actualmente se promocionan son claros ejemplos de ello: la eliminación del IVA a las importaciones de bienes de capital favorece solamente a aquellas empresas (establecidas o por establecerse) que necesiten invertir en bienes de capital; por otra parte, el reintegro de 6% a las exportaciones no tradicionales favorece solamente a aquellas empresas dedicadas a la producción de aquel tipo de exportaciones. Aún y cuando se hubiera ejecutado la mayor parte de los doce puntos ofrecidos por el Presidente de la República ello no generaría una situación más favorable para el desarrollo social, porque las medidas que contemplan inversión en el área social son únicamente dos (plan de inversión pública y la utilización de los fondos de la privatización en el área social) y estas son las menos privilegiadas en el plan de acción. La realidad es que el anuncio del plan de emergencia de Calderón Sol no ha provocado cambios ni siquiera en las señales económicas que se perciben desde hace más de un año. Los últimos meses la meta de crecimiento económico fue reducida por el Banco Central de Reserva desde 5% a 4%, el déficit fiscal ha reaparecido, persiste la tendencia hacia la profundización del déficit comercial y el crecimiento de los precios se ha elevado por encima de los niveles proyectados por el gobierno. En este contexto no cabe duda de la necesidad de implementar políticas de reactivación del sector privado, pero al mismo tiempo debe destacarse que ello no garantiza la superación definitiva de la crisis económica, pues debe estar acompañado de mejorías en el nivel de satisfacción de las necesidades básicas de la población o, dicho en otros términos, de una reducción en el nivel de la pobreza. Dentro de la política del gobierno debe considerarse en su verdadera dimensión la grave problemática de la insatisfacción de las necesidades sociales. En esta línea, resulta de primer orden retomar los ofrecimientos presidenciales contenidos en el plan de desarrollo social en el cual se consigna la intención de incrementar el gasto social hasta elevarlo a un 50% del total del presupuesto nacional y a invertir prioritariamente en las áreas de la educación y la salud. Adicionalmente, es necesario fomentar la creación de puestos de empleo productivo que generen niveles crecientes de empleo e ingresos. En este sentido, y debido a la incapacidad del mercado para ello, es necesario la participación del Estado en la creación de las condiciones necesarias para incrementar este tipo de inversiones y para garantizar la rentabilidad de estas empresas. Lo anterior aunque implicaría una clara intervención del Estado en la economía, no sería nada nuevo para este gobierno pues dentro de su plan de doce medidas esta situación es introducida claramente, aunque con un claro sesgo en favor de los intereses de la empresa privada. A más de tres meses de los ofrecimientos presidenciales, la mayoría de estos aún no se concretizan, y aunque lo hagan ello no garantiza la superación de los obstáculos para el desarrollo por estar enfocados principalmente a superar problemas coyunturales de crecimiento económico. En este punto resalta nuevamente la necesidad de que se formule un plan de desarrollo económico y social de más largo plazo y en el cual se equilibren los objetivos del crecimiento económico con los del desarrollo social. Maquilas, desarrollo económico y condiciones laborales Cuando se revisa el historial de las operaciones de las industrias maquileras en El Salvador se enfrenta un hecho aparentemente paradójico: por un lado, un crecimiento de tal magnitud que lleva a considerarla como el rubro de mayor generación de empleo en el nivel formal y el que ocupa el primer lugar en las exportaciones; y, por el otro, la industria que se perfila como la más inestable y la más violadora de los derechos laborales de los trabajadores. Esta doble cara ha llevado a que sea defendida a capa y espada por los funcionarios gubernamentales y los empresarios, pero a la vez condenada por los institutos de la defensa de los derechos humanos y algunos sectores de la oposición y los sindicatos. La prolongación de esta problematicidad, la falta de una convergencia entre el desarrollo apabullante de la industria y la verificación de condiciones laborales dignas, muestra la incapacidad o desinterés de establecer mecanismos efectivos de negociación interinstitucionales; es decir, de mecanismos que reuniendo las expectativas del sector gubernamental, los sindicatos, los empresarios maquiladores y los trabajadores sea capaz de mediar para dar solución a los conflictos entre las partes. En lugar de lo anterior, cuando el irrespeto del Código de Trabajo se ha vuelto escandaloso, lo que ha sucedido es que el gobierno y los empresarios han formado un frente común que mostrando los indicadores oficiales de generación de empleos de la industria se niega a ceder un ápice frente a los intentos de los trabajadores, organizados o no, de obligar legislativamente a las maquilas a respetar sus derechos o, cuando menos, a reconocer que efectivamente estos son violados continuamente. La ambigüedad y debilidad de los sindicatos -cuando no se han puesto cínicamente del lado de los empresarios- ha permitido que esta dinámica se perpetúe. De las propuestas presentadas a la Asamblea Legislativa para reglamentar y controlar la operación de las maquilas en el país -entre ellas la de obligar a las maquiladoras a presentar una fianza para cubrir las indemnizaciones y salarios de los trabajadores en caso del cierre o quiebra de la empresa- la única que hasta la fecha ha sido aprobada, la única que ha logrado atravesar el tamiz de los vetos oficiales, es la que se corresponde al Decreto Ejecutivo número 37: la formación de una Comisión de Tratamiento y Prevención de Conflictos, que integrada por representantes de los ministerios de Trabajo, Economía, sector laboral y empresarios operará en las zonas francas para resolver a corto plazo los conflictos que se presenten en ellas. Aunque alentadora, la formación de tal Comisión aún no da señales que permitan afirmar que su operatividad pase del nivel puramente formal y logre obtener resultados reales y concretos. Las anteriores experiencias de formación de comisiones, donde ha imperado la defensa de los propios intereses sobre la necesidad del diálogo y la concertación (sirvan de ejemplo la disolución de la Comisión de Alto Nivel que mediaba en el conflicto del transporte público y el estrepitoso fracaso del Foro de Concertación Nacional), hacen patente que su creación podría obedecer más a un interés de dar largas a los problemas y evitar que las denuncias de las trabajadores salieran a la luz pública, quedándose éstas al interior de la comisión, que a un afán real de concretar soluciones. En este sentido, el avocarse a este mecanismo tendría una doble utilidad: hacer gala de que en el país se responde desde las pautas de una democracia, pese a que este ejercicio democrático sea totalmente inocuo e ineficaz, y al mismo tiempo preservar el estado actual de cosas. En este contexto, en el cual la operación de las maquilas se ha mantenido incólume de sanciones y reformulaciones gracias a la protección del sector gubernamental, los esfuerzos más prometedores para cambiar la situación han venido del extranjero, del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos y de organizaciones internacionales relacionadas con la industria de la confección y los derechos humanos. Esto, como es de esperar si se consideran las líneas ideológicas del partido en el poder y su prurito de conceder mayor importancia a los indicadores económicos que a las condiciones reales, ha sido condenado inmediatamente como intervencionismo internacional y como un conjura extranjera para acabar con las fuentes de empleo que la industria de la maquila proporciona a El Salvador. Para el gobierno y los empresarios, el interés que se oculta en las denuncias a nivel internacional de graves violaciones a los derechos de los trabajadores salvadoreños en las maquilas es el de cerrar compañías con el fin de repatriar a las fábricas a sus lugares de origen, principalmente Estados Unidos. La demonización de las dos comisiones que han visitado el país para verificar las condiciones laborales in situ (la primera en noviembre del año pasado y la segunda en los primeros días de este mes) se basa en dos presupuestos. El primero, en el país las anomalías en las maquilas no dejan de ser más que þviolaciones normalesþ -tal como expresó el Ministro de Trabajo, Eduardo Tomasino-, por lo que lo único que se perseguirían serían þfines políticosþ de desprestigiar al país y al gobierno frente a la inversión extranjera; el segundo, los asuntos internos deben de ser manejados internamente, se cuenta con la capacidad necesaria como para solucionar los conflictos sin recurrir a la ayuda o el apoyo foráneo. Con respecto al primer supuesto, hay que admitir que la última visita de los delegados del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos se enmarca dentro del actual contexto electoral de esta nación. Por ello, el emprender una campaña de verificación del cumplimiento de los derechos laborales en aquellos países donde se elaboran artículos para compañías estadounidenses, es plausible de ser interpretado como una estrategia del equipo de Bill Clinton que tiene por objetivo el atraer votantes para su reelección. En este sentido, sí podría hablarse de algún fin político en las visitas de las comisiones, pero de aquí no puede seguirse que efectivamente se busque cerrar fuentes de empleo o aislar al país de la inversión extranjera. Por otro lado, el calificar de þnormalesþ a las violaciones de los derechos laborales -aparte de ser ofensivo en sí mismo puesto que ningún tipo de irrespeto a los derechos de la persona es þnormalþ ni mucho menos tolerable- es insostenible cuando la tendencia de los empresarios de las maquilas a abandonar el país sin indemnizar o cancelar los salarios de los trabajadores, lejos de disminuir, aumenta constantemente. En lo que toca al segundo supuesto, por la misma índole del funcionamiento de las maquilas, la solución de los conflictos que se suscitan a su interior sólo puede llevarse a buen término mediante una negociación que supere las fronteras de la nación que las acoge. Cuando ni los dueños de las maquilas ni los propietarios de las empresas que contratan sus servicios son nacionales, es evidente que la única manera de obligarlas a cumplir con los derechos laborales es respaldando la legislación de la nación anfitriona con una legislación internacional que controle sus operaciones, sea cual sea el país a donde lleguen para utilizar su mano de obra. De lo contrario, y tal como ya ha sido verificado en El Salvador, la alternativa de los empresarios maquiladores y las compañías que los contratan frente a los problemas que se deriven de irrespetar tal o cual derecho laboral será la de trasladarse a otro país con legislaciones más permisivas o gobiernos menos preocupados por hacerlas cumplir. Por lo tanto, aun cuando los sindicatos nacionales de las maquilas estuvieran fortalecidos y poseyeran habilidad política, aun cuando el gobierno se mostrara más interesado en el bien de sus ciudadanos que en las exigencias de las empresarios extranjeros, aun cuando existiera una legislación nacional robusta, de no existir un acuerdo internacional que vele por la eticidad y responsabilidad del comportamiento de las empresas internacionales es vano esperar condiciones dignas de trabajo o, mucho menos, impedir la volatilidad que hasta la fecha sigue caracterizando a las maquilas. La Asamblea Legislativa y la elección de los funcionarios públicos Oscar Martínez Peñate Departamento de Sociología Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" Elección de funcionarios públicos La Asamblea Legislativa tiene la potestad de elegir algunos de los funcionarios públicos de alta jerarquía y para ello utiliza algunos procedimientos, requisitos y condiciones que garantizan la acertada elección. Entre estos, se pueden señalar los siguientes: - Que los candidatos sean propuestos públicamente por sus respectivos gremios y asociaciones profesionales; - Sin vínculos partidarios; - Nivel académico adecuado; - Capaces y eficientes; - Solvencia moral; - Profesionales con antecedentes de honorabilidad; - Estudio de los antecedentes y atestados de los candidatos; - Entrevistas; - Audiencias; - Evitar el continuismo; - Despolitizar las instituciones; - Elegirlos con mayoría calificada de los dos tercios de los diputados electos. En El Salvador, a falta del establecimiento de procedimientos, requisitos y condiciones para la elección de los candidatos a ocupar funciones públicas, así como por la ausencia del perfil que deben de cumplir los funcionarios públicos de alta jerarquía, se han cometido errores. Los partidos políticos ARENA, PDC, PCN y el Movimiento Auténtico Cristiano (MAC) propusieron, en 1993, a personas de solvencia moral dudosa para ocupar los cargos de Procurador General, Fiscal General de la República y al Presidente de la Corte de Cuentas. Entre ellos, el más publicitado en los medios de comunicación fue el caso de Lázaro Tadeo Bernal, propuesto para Procurador General. Las principales asociaciones de mujeres de El Salvador se pronunciaron en los siguientes términos: "pero es alarmante y denota falta de seriedad el nombramiento del Dr. Lázaro Tadeo Bernal, como Procurador General de la República, ya que dicho señor fue procesado en el Juzgado 9o de lo Penal de San Salvador, por golpes y agresión en la señora Marlene Concepción Gómez, compañera de vida de dicho profesional y madre de sus hijos; precisamente como respuesta a la solicitud que dicha señora le hiciera para que cumpliera con sus obligaciones alimenticias de padre. Señores!, burlarse de una mujer denota débiles principios morales, incumplir con sus deberes de padre es aún más grave, pero responder con golpes a la demanda del cumplimiento de esos deberes, tendría que ser causa justificada, para descalificarlo totalmente como candidato a dicho cargo" (La Prensa Gráfica, 14-07-1993). Al no establecer un mínimo de requisitos que deben de llenar los funcionarios públicos se puede caer fácilmente en la corrupción e ineficiencia de la administración pública, además de poner a las instituciones al servicio de intereses económicos, políticos e ideológicos, lo cual perjudica los intereses de la mayoría de los ciudadanos y del país. Napoleón Rodríguez Ruiz señala y pregunta lo siguiente: "algunos sectores del órgano Judicial continúan funcionando con corruptos. ¿Cómo un delincuente juzgará a otros delincuentes?" (Co-Latino, 10-10-1996). CUADRO No.1 EN EL SALVADOR SE LES PREGUNTO A TRES MAGISTRADOS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: ¿CUAL FUE LA INCIDENCIA DE LOS PARTIDOS POLíTICOS PARA ELEGIR A LOS MAGISTRADOS Y HASTA QUE PUNTO FUE O NO EL RESULTADO DE COMPONENDAS NEGOCIACIONES O CABILDEOS ENTRE LOS PARTIDOS? Mauro Alfredo Bernal Silva Presidente de la Sala de lo Contencioso administrativo R/ Pues eso he.... las negociaciones, cabildeos, arreglos entre partidos siempre se dan verdad? y ojalá el resultado sea lo mejor para lo que el pueblo quiere verdad?, pero yo creo que mientras no hay un partido que tiene el predominio en el órgano Legislativo, que él puede decidir todo porque tiene suficientes votos, pues los arreglos siempre van a ser necesarios y no hay que verlos como algo negativo; pues en este caso claro que hubo arreglo, hubo arreglo, porque y fue público, porque de esos dos grupos que hemos hablado algunos tenían marcado interés en que determinadas personas por su trayectoria en el quehacer judicial quedaran integrando la Corte verdad? y, al final entiendo yo, que esa lista que quedó definitiva fue el producto del consenso, fue el producto del acuerdo, o sea que ese o no digamos (sic) que hubo cuotas que el vaya (sic), el frente y los demás partidos tomaron cierto número de Magistrados y que ARENA por su lado tomó otro número, no yo no creo que se haya llegado a esos detalles, por he... conocí un poco como estaba negociando allí, y más bien se trataba de priorizar pues; cada uno de los dos grupos tenían sus preferencias, digamos en esa lista que hacían de 30 cada uno, bueno había un orden de preferencia verdad?, y entonces al final repito no es que agarraron tal número cada uno de los grupos, pero si tiene que haberse hecho la elección de acuerdo a esas prioridades que ellos establecen. José Enrique Argumedo Magistrado propietario de la Sala de lo Constitucional R/ Realmente tuvo que haber negociación, pero no componendas; porque ya la componenda es, yo te doy a éste, tú me das a éste, para que éste haga esto y lo otro, o sea, eso ya son componendas y ya implica compromiso. Negociación si tuvo que haberla, pues, tratamos de escoger a los que mejor convienen Amilcar Amaya Magistrado de la Cámara de lo Civil R/ Mire, yo creo que no es que se pueda hacer un relato sobre esto. La capacidad de elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, los tiene la Asamblea Legislativa, no como antes, que era a propuesta del Presidente, ahora es, según los listados que les manda el Consejo Nacional de la Judicatura y la Federación de asociaciones de Abogados, pero en todo caso, la elección les corresponde a ellos, a los diputados, es decir, le corresponde al organismo político por excelencia, que es la Asamblea, ahí están representados todos los partidos políticos y todas las corrientes políticas, de manera que, lo que ocurrió, fue lo que ocurre en todos los países del mundo, en todas las Asambleas Legislativas, el forcejeo político, eso fue todo, emperzaron los diferentes sectores políticos: por un lado ARENA, por el otro lado el FMLN, por otro la Democracia Cristiana y, empezaron a echar pulsos, a forcejear (sic) y porque este tipo de elecciones se mezcla, desgraciadamente como es un órgano político, se mezcla con otros intereses. Los diputados dicen por ejemplo: tú quieres este magistrado?, tú que me das a cambio por él?, que me das?, nosotros queremos esta otra cosa; ahí estuvo mezclado un sin fin de cosas en esa elección, un sin fin de intereses políticos en la elección de la Corte, es decir, ahí habían intereses por hasta lo del IVA, cobraron después con el IVA, los partidos políticos y así, es pues, es una Asamblea Legislativa, en todos los países del mundo eso no debe extrañar a nadie que en todos lo países del mundo, los congresos, los parlamentos, las asambleas tienes esos forcejeos de tipo político, porque aún cuando se diga que no, la Corte Suprema de Justicia es un órgano político, basta con darse cuenta que el Presidente de la Corte es el presidente de un órgano del Estado, es un órgano político, de manera que no puede ser ajeno a su elección todos los forcejeos políticos, así que no es nada de extrañar, lo que si es de extrañar es el tiempo, todos esperábamos que la elección pudiera ser reñida, que pudiera ser negociada oFuente: Entrevistas realizadas durante el mes de mayo y junio de 1996, en la Corte Suprema de Justicia de El Salvador. Según la Constitución Política de El Salvador, en el Art.131, numeral 19, la Asamblea Legislativa esta facultada para: "elegir por votación nominal y pública a los siguientes funcionarios: Presidente y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Presidente y Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, Fiscal General de la República, Procurador General de la República, Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos y Miembros del Consejo Nacional de la Judicatura". En nuestro país, se deja por fuera la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa del nombramiento de Embajadores, Cónsules, funcionarios y representantes plenipotenciarios ante organismos internacionales, Ministro de la Defensa y Presidente del Banco Central de Reserva. La administración pública en manos de la clase política Los altos funcionarios públicos electos por la Asamblea son parte de una lógica orientada a perpetuar el continuismo y repartir entre los partidos políticos el "pastel", a través de sus militantes, lo cual permite encubrir la corrupción y que los funcionarios respondan al interés partidario en detrimento del interés de la sociedad salvadoreña. Así, "se ha consumado el continuismo de un desprestigiado esquema de reparto ilegítimo de puestos (Fiscalía, Corte de Cuentas y Procuraduría General) entre ARENA, PCN y PDC, pero siempre con un control y una subordinación real de esos cargos al partido en el gobierno que se encuentra desesperado por tapar a toda costa la denuncia y enjuiciamiento de los casos de corrupción, evasión fiscal, falsificación de documentos, lavado de dólares y el narcotráfico y de otros delitos contra la hacienda pública" (Comunicado del FMLN, 10-97-1996). Por otra parte, en El Salvador, es en la Comisión Política de la Asamblea, donde realmente se eligen a los funcionarios públicos de alto nivel, para posteriormente ratificarlo en la votación del pleno. Los miembros de la Comisión Política le prohíben y ocultan a la población civil y a los medios de comunicación conocer los detalles de las discusiones, "arreglos o componendas" entre los partidos políticos para la elección de los funcionarios. Y cuando ello es discutido en plenaria se hace a altas horas de la noche o primeras horas de la madrugada con el objetivo que no haya periodistas, sociedad civil ni testigo alguno y todo quede en "familia". En este sentido, "la Asamblea Legislativa ha convertido en una tradición las plenarias nocturnas para negociar la elección de aquellos funcionarios que la Constitución le faculta" (La Prensa Gráfica, 06-07-1996). Incluso, se ha llegado el extremo de que la "negociación" a puertas cerradas de las fracciones de los partidos políticos de la Asamblea sean reemplazadas por la "negociación" únicamente entre los secretarios generales de los partidos políticos representados en el parlamento. Este tipo de negociaciones se convierten en contubernios entre los partidos políticos en donde la sociedad ignora qué es lo que realmente se negocia: compra de votos; compadrazgos; reparto de funcionarios según el número de diputados que tenga cada partido; no realizar investigaciones sobre casos de corrupción en donde estén implicados altos dirigentes políticos; o tráfico de influencias. "Garantizar que los funcionarios que elija la Asamblea Legislativa van a ser los que el país necesita es algo prácticamente imposible, porque eso implicaría que los partidos políticos y, principalmente, el partido mayoritario [enfocaran] la elección de éstos funcionarios de cara al desarrollo del país y de la democracia, y no a sus intereses partidarios o a componendas entre partidos políticos" (Co-Latino, 13-06-1996). Los candidatos a ocupar los altos puesto públicos deberían ser llamados a comparecer ante una comisión legislativa correspondiente, para entrevistarlos y que cada uno presente su plan de trabajo. De esta manera pondrían en evidencia su conocimiento e idoneidad para el cargo. Asimismo, esta reunión debería ser realizada "a puertas abiertas" con la presencia de los medios de comunicación y de representantes de la sociedad civil. Y esto porque la Asamblea Legislativa no da muestras de transparencia a la nación cuando elige a las más altas autoridades de las instituciones del Estado. El procedimiento de encerrarse para decidir obstaculiza el proceso de participación plena y activa de la sociedad civil, lo cual es un obstáculo para el avance del proceso de democratización. En definitiva, la clase política del país frena y "prohíbe" prácticamente la participación y decisión de la sociedad civil en asuntos de su interés. La clase política se reserva el derecho de imponer a los altos funcionarios, quienes en la mayoría de los casos son militantes políticos, con lo cual impide que lleguen a ocupar estos cargos personas capaces de la sociedad civil, para hagan contrapeso a los abusos de los políticos y de los funcionarios estatales. Al no permitir la participación de la sociedad civil en la propuesta de candidatos y en el acceso a la discusión para su aprobación, se está fomentando e institucionalizando un autoritarismo por parte de la clase política, cuya complicidad con ARENA es totalmente condenable. Reunión de presidentes de Centroamérica y Corea del Sur Los días 3, 4 y 5 de septiembre se celebró en Guatemala una reunión entre los presidentes de Centroamérica y Corea del Sur. A la mismaque asistieron los mandatarios de Guatemala, Alvaro Arzú; Honduras, Carlos Roberto Reina; El Salvador, Armando Calderón Sol; Costa Rica, José María Figueres; Corea del Sur, Kim Young-Sam; y la Vicepresidenta de Nicaragua, Julia Mena. La reunión, que fue convocada por el Presidente Arzú, se enmarca en el contexto de una gira por Chile, Argentina, Brasil y Perú efectuada por el jefe de Estado coreano. Asimismo, el encuentro se centró principalmente en las relaciones de amistad y cooperación de la denominada "era del Pacífico que viene con el siglo XXI" entre el país asiático y la región. Cabe resaltar que la visita del Presidente de Corea del Sur -que es la primera en Centroamérica y el resto de la región- se enmarca en ese esfuerzo de estrechar las relaciones entre ese país y la región centroamericana, lo cual se ha concretado en la creación del llamado Foro de Diálogo y Cooperación. Logros alcanzados Es importante destacar que la creación del Foro de Diálogo y Cooperación sienta las bases para fortalecer las relaciones entre Corea del Sur y los países del istmo. Tal pretensión se evidenció en el discurso de Young-Sam, quien afirmó que "ahora se ha preparado una sólida base para ampliar las relaciones de carácter bilateral a la dimensión muntilateral". Adicionalmente, el presidente coreano prometió que, a partir de ese encuentro, su país cooperaría más cercanamente con los países centroamericanos, enfatizando que las relaciones se basarían en valores universales como la defensa de los derechos humanos, la democracia y la paz, a lo cual se sumaría una intensificación de la cooperación económico-comercial. En esta línea, otro logro importante del encuentro fue el ingreso del país asiático como socio extrarregional del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). El Presidente Alvaro Arzú, por su parte, indicó que Young-Sam manifestó su respaldo al proceso de paz guatemalteco y su apoyo a la integración económica y comercial que impulsa la región. Asimismo, se mostró complacido por los avances en materia de integración y el rumbo por el que se encamina el área centroamericana. Consideraciones Pese a los acuerdos alcanzados en la cumbre de mandatarios se debe tener en cuenta lo señalado por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), que afirma que las exportaciones regionales hacia Corea del Sur alcanzaron el año pasado los 17.7 millones de dólares, mientras que las importaciones llegaron a los 127.6 millones de dólares, sin incluir a Panamá. Por su parte, el gobierno coreano afirmó que sus exportaciones a los seis países del área en 1995 fueron de 2.570 millones de dólares; en contrapartida, las importaciones alcanzaron los 460 millones de dólares. Esos datos muestran por sí mismos la inexorable necesidad de replantear las relaciones económico-comerciales de Centroamérica con Corea del Sur. Los presidentes centroamericanos no deben perder de vista el déficit que enfrentan nuestros países en lo que se refiere a la balanza comercial en las actuales relaciones con el país asiático. Es decir, se debe tener presente que no solo se trata de buscar y/o atraer nuevas inversiones para el istmo, sino en qué condiciones se tiene que hacer. No está demás señalar que las actuales inversiones coreanas -entiéndase las plantas textiles operadas en Centro América, conocidas como "maquilas"- no han sido hasta hoy más que explotación de mano de obra barata, en un clima creado por los incentivos que se conceden a las inversiones extranjeras. Finalmente, en lo que respecta a la aceptación de Corea del Sur a ser socio extrarregional del BCIE no se precisó el monto de su participación en tal institución. Queda por esperar que su aportación sea significativa y que ello se traduzca en un mayor interés de los empresarios coreanos no sólo en el desarrollo económico y social de Centroamerica, sino en el modo en que sus capitales operan en empresas específicas, como las maquilas. Medios de comunicación y transición política (II) Decir que los medios de comunicación salvadoreños han sido uno de los sectores más favorecidos con los Acuerdos de paz, como lo exponíamos en la entrega anterior de esta serie (Proceso, 721), puede parecer bastante evidente; pero no así la idea de que los medios de comunicación han sido en buena medida conductores del proceso de transición política nacional. La tesis de que los Medios se han beneficiado de las nuevas condiciones políticas puede ser constatada viendo la proliferación y el nivel de audiencia de los noticieros televisivos y de programas de debate -la última encuesta del IUDOP reveló que el 43.3 por ciento de los salvadoreños ve noticias por televisión todos los días; y además presenciando el esfuerzo de los equipos de prensa por profesionalizarse y tecnificarse -lo cual no siempre ha llevado a un tratamiento objetivo de la información. Sin embargo, el provecho obtenido de los Medios no sólo viene dado en términos de mayores libertades para ejercer el derecho a la expresión y a la información, o en el hecho de contar con mayor audiencia con sus respectivos efectos en las arcas de los empresarios de comunicación, sino sobre todo en el hecho de que junto a un mayor público el poder de llegar a la población es significativamente grande, mayor que el de cualquier instancia nacional. En esto se fundamenta la capacidad de los Medios para conducir la transición salvadoreña. El sondeo hecho por el IUDOP en julio y agosto revela que la población posee más confianza en la prensa televisiva, radial y escrita - en ese orden - que en las instituciones encargadas de regir los destinos nacionales: la Presidencia, la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia. La prensa disputa la confianza del público con la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, la Policía Nacional Civil, pero está muy por encima de los tres poderes del Estado salvadoreño, y en tal sentido tiene mucha más aceptación que tales instituciones. Esto es lo que ha dado a la prensa la posibilidad de conducir, de manera indirecta, la transición política salvadoreña. Si existe alguna duda sobre las posibilidades políticas de los medios de comunicación salvadoreños en la actualidad, basta con prestar atención a la coyuntura nacional en torno a la renuncia del presidente del partido ARENA, Juan José Domenech. La dimisión del presidente del partido más fuerte del país se da en un momento en que los dos periódicos de mayor circulación del país publican informes y declaraciones que involucran a Domenech en varios asuntos delicados: irregularidades legales en la adquisición de un auto de lujo, prepotencia y agresión en contra de periodistas, y acusaciones de participar en actividades de narcotráfico. Así, la renuncia es presentada como respuesta a la actitud de los periódicos de divulgar tales informaciones. En este caso, como en otros menos evidentes, la prensa no sólo ha establecido la agenda de debate nacional sino que también ha provocado, con mayor o menor efectividad, que ese debate o discusión nacional provoque cambios institucionales importantes y cree coyunturas políticas muy ligadas al proceso de transición. Ahora, los medios de comunicación, en especial la prensa, basados en la confianza y credibilidad que la población ha depositado en ellos, tiene la capacidad de decidir e impulsar cambios sociales a través de su posibilidad de alterar la opinión pública y, con ello, la manera en que los salvadoreños ven e interpretan la realidad: el cumplimiento de los Acuerdos de paz, la transición política, las reformas al sistema de justicia y el proceso de democratización. En este punto es que hay que señalar algo. La discusión sobre la importancia de los Medios en El Salvador usualmente se concentra en la mayor o menor libertad de prensa y de expresión vigente en el país, permitida por las autoridades nacionales; sin embargo, muy rara vez este debate sobre el ejercicio de las libertades se concibe en términos de la disposición de los propios Medios para permitirse y permitir tales libertades. El enorme potencial de influencia que poseen los medios de comunicación actualmente induce a preguntarse no tanto por qué tantas libertades les son permitidas a la prensa sino qué tantas libertades se permiten los Medios a sí mismos y en función de qué intereses: los intereses del público en general, de las mayorías o los intereses de sólo ciertos sectores. Con mayor o menor consenso, la discusión nacional sobre la libertad de la prensa en el país parece encontrar un acuerdo común: los Medios gozan ahora de un mayor respeto a su ejercicio profesional que el que han tenido jamás, y aunque tal libertad no es total ya no es posible afirmar que este país carece de la libertad de prensa por efecto de limitaciones del Estado. Sin embargo, muchos sectores vinculados a los Medios están empeñados a seguir concentrando el debate público solamente en esa dirección ignorando - con cierta intencionalidad - el punto sobre la misma libertad que se permiten los medios de comunicación. En este sentido, no sería erróneo afirmar que la prensa tiene la suficiente autonomía para decidir por sí misma el tipo y la cantidad de información que brinda al público nacional. Y es que el punto básico detrás de esto es si los medios de comunicación salvadoreños, junto con su especialización tecnológica, han logrado especializarse profesionalmente de manera tal que son capaces de ser objetivos, formativos y democráticos. En otras palabras, el punto es qué tanto el ejercicio de los Medios responde a una ética profesional en la cual prevalecen las necesidades e intereses de la sociedad salvadoreña, entendiendo básicamente que ésta es todavía estructuralmente injusta y terriblemente violenta; o qué tanto los Medios permanecen anclados a un ejercicio que favorece por lo general sólo a los intereses de pequeños sectores. La pregunta fundamental es ¿los medios de comunicación son capaces de investigar, documentar e informar al público de cualquier suceso de importancia nacional con la misma intensidad que lo hacen comúnmente aún cuando el hacerlo implique enfrentarse a grupos de poder o ir en contra de ciertos intereses económicos vinculados a la empresa de comunicación misma? Detrás de esa respuesta está una consideración ética sobre la función de los Medios. Así como la prensa es capaz de informar sobre ciertas actividades indebidas de los personajes públicos y cuestionar a los funcionarios por algunas actividades, así la prensa y los Medios deben de ser capaces de informar debidamente y cuestionar públicamente a todos aquéllos que no cumplen con las tareas que el cargo merece. Así como los Medios señalan con firmeza a los funcionarios con acciones ilícitas, así los Medios deben de tener la capacidad de señalar con la misma firmeza a aquéllas instituciones que están envueltas en actividades del crimen organizado o narcotráfico. La prensa tiene una responsabilidad muy grande en esta etapa de transición. La confianza que los salvadoreños están depositando en ella se basa, en un principio, en la capacidad de pedir cuentas a los dirigentes nacionales y funcionarios públicos a nombre del ciudadano común. En la medida en que la actividad de la prensa alcance la misma altura ética que la que ha logrado en términos tecnológicos, en esa medida su impacto en la transición será beneficioso. Los Medios pueden ser vigilantes efectivos del proceso político salvadoreño en la medida en que su quehacer periodístico se fundamente en los valores de la verdad, democracia, la justicia y la tolerancia. El asesinato de Guth Zapata Un hecho más de violencia ha venido a incrementar los niveles de inestabilidad y temor que existen en la sociedad salvadoreña. Nos referimos al asesinato de Siegfried Guth Zapata, sobrino del presidente de ARENA, Juan José Domenech, y hermano de Arthur Guth, ex presidente del Banco de Tierras. Guth Zapata murió después de que fue atacado por dos sujetos desconocidos que se conducían en una motocicleta y que lo interceptaron a la altura del redondel Alberto Masferrer, en la colonia Escalón. El auto de la víctima presentaba, por lo menos, ocho impactos de bala. Pese a que no se sabe con certeza el móvil del asesinato, la forma en la que sucedieron los acontecimientos hace suponer que éste no es un caso más de la delincuencia común ni de la organizada que buscan un beneficio económico. Esos males que afectan al país, según parece, no están tras este caso ya que no hubo robo, ni secuestro. La víctima, en ocasiones anteriores, había sido amenazada de muerte. Así, el conjunto de hechos alrededor del crimen apuntan hacia otro rumbo: es muy posible que haya sido realizado por los grupos armados ilegales que actúan por otras motivaciones, fundamentalmente políticas, o que se alquilan para ejecutar personas por encargo a fin de solventar disputas personales de diverso tipo. Hay quienes se animan a pensar que se realizó con el propósito de atemorizar a las personas que, de algún modo, estaban relacionadas con Guth Zapata. En un intento por desenredar un poco la telaraña alrededor del caso, conectando el hecho con el parentesco entre la víctima y el alto dirigente del partido en el poder, observamos que este caso se presenta en el momento justo en el que El Salvador se encuentra próximo a celebrar las elecciones para alcaldes y diputados; también se produce en medio de las disputas más serias que han surgido públicamente en el seno de lo que hasta hace poco, parecía ser la "familia" política más unida: la "arenera". Esto nos hace suponer, por tanto, que este crimen -podrían existir- intereses ocultos relacionados con estos temas. Hechos condenables como el que ahora nos ocupa, además, traen a cuenta épocas que algunos creían superadas; épocas en las que los procesos electorales estaban marcados por una serie de incidentes y atentados que impedían la realización de los comicios en forma democrática. Experiencias oscuras plagadas de violaciones flagrantes a los derechos políticos, a la libertad de expresión y al respeto de otros derechos fundamentales como la vida, la libertad y la seguridad de las personas; experiencias que dejaron mucho temor y desconfianza entre la gente. Según se advierte, este asesinato no le va a causar temor al tío de la víctima. "A estas alturas del campeonato -dijo el máximo dirigente de ARENA- creo que nada nos puede intimidar". Admiramos su valentía, pero esa posición no ayuda mucho para tranquilizar a las y los salvadoreños que esperan emitir su voto en un ambiente tranquilo y seguro para así elegir libremente a las personas que -desde sus puestos- tomarán las decisiones que afectarán bien o mal a la población en los próximos tres años. Más valientes serían los de ARENA y sus dirigentes si reconocieran que es necesario cumplir con las recomendaciones del Grupo Conjunto que investigó a los "escuadrones de la muerte" y dieran los pasos para ello; mayor compromiso con el futuro demostrarían si, en lugar de rechazar los señalamientos del secretario general de la ONU en materia de seguridad pública, las tomaran en serio y con humildad se pusieran las condiciones para superar las deficiencias. Es necesario y urgente erradicar este tipo de acciones criminales de una vez por todas, realizando una investigación a fondo en este caso y en otros similares como el de las familias García Prieto y Vilanova, Vélis, Kalhber, Cromeyer y tantas otras historias anónimas de dolor y muerte después de la guerra. Ello, con el fin de encontrar tanto a los hechores materiales como los intelectuales de estos actos ilegales. De lo contrario, se pone en peligro, no sólo la realización de las votaciones sino también el proceso de democratización que vive el país. Las maquilas de nuevo en la mira El problema en las empresas maquileras, al parecer, ha vuelto a ser un dolor de cabeza para los inversionistas extranjeros y para el gobierno salvadoreño. Eso es lo que parece, ahora que acaban de estar en el país algunos representantes del Buró de Asuntos Internacionales del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, que vinieron a constatar las condiciones laborales de las mujeres y el trabajo infantil en las "zonas francas" del país. La llegada de esta comitiva obedeció a las constantes denuncias realizadas por sindicatos nacionales y extranjeros, quienes acusaron a algunos dueños de esas empresas por no cumplir con las leyes laborales del país y cometer graves violaciones a los derechos humanos de sus empleadas y empleados. Desde su arribo, a El salvador, estos nuevos "señores feudales" -los dueños de las maquilas- encontraron en él un "paraíso" con mano de obra barata que no pueden encontrar en otros países. Aunado a eso, está el hecho de que aquí se les ofrecen concesiones enormes como, por ejemplo, la excensión del pago de impuestos. La necesidad de que existan fuentes de trabajo en nuestro país es más que obvia, pero eso no significa que se deba pasar por encima de la dignidad y el respeto de las y los salvadoreños que, diariamente, acuden a laborar en las "zonas francas" para poder llevar sustento a sus familias. Es lamentable pero no extraño que en nuestro territorio -y específicamente en las "zonas francas"- se estén dando casos de maltrato y violaciones de los derechos humanos y que sean, precisamente, extranjeros los que ahora vengan a investigar si se están cumpliendo o no las leyes, cuando los primeros interesados en buscar las soluciones en este tipo de casos tendrían que ser las instancias estatales que dieron su aval para que, desde hace algunos años, estas empresas pudieran instalarse aquí. Dicen que "para muestra un botón" y en nuestra realidad sobran. Un ejemplo de la falta de garantías que tienen las y los trabajadores en nuestro país es lo que le ocurrió a 400 trabajadoras de la maquiladora "Gabo S.A de C.V" que fue cerrada por su propietario Jong Suck Kang, debido a que -según él- tenía problemas económicos por los cuales no podía seguir operando. Hasta el momento, el propietario de esta empresa - quien se dice ya voló a su tierra- no ha respondido a los compromisos laborales que tiene pendientes, pues no ha pagado salarios ni indemnizaciones a sus empleadas. Y así, el presidente de la Asociación Salvadoreña de la Industria de la Confección (ASIC), Francisco Escobar Thompson, se atreve a sostener -antes que nadie se pronuncie en ese sentido dentro del Estado o la delegación estadounidense- que "no hay nada anormal" en ese sector. En casos como estos, es cuando se debe escuchar la voz de los "padres de la Patria", quienes deben demostrar que -si bien en el pasado se permitieron graves atropellos a los trabajadores- ahora, en el nuevo El salvador del cual presumen, no se puede tolerar que se sigan dando de una manera impune. Los empresarios, tanto extranjeros como nacionales, deben tener mucho cuidado con los pasos que darán de ahora en adelante, pues se encuentran en la mira de la comunidad internacional; de seguir lucrándose a costa de la explotación de las obreras salvadoreñas tendrán que rendir cuentas de su proceder. El país, en estos momentos, urge de una nueva Ley de Zonas Francas y Recintos Fiscales ya que la actual es obsoleta y no responde a las necesidades de las y los empleados, que deben trabajar en condiciones injustas y recibiendo un trato degradante. DOMENECH RENUNCIA A PRESIDENCIA COENA. El presidente de ARENA, Juan José Domenech, puso el 07.09 a disposición su cargo como Presidente del Comité Ejecutivo de ARENA (COENA), asegurando que exite una conspiración internacional en su contra por parte de personas a las que se rehusó a identificar y que pretenden dividir y debilitar al partido de cara a las elecciones de marzo de 1997. "Señores miembros del COENA, pongo mi cargo de Presidente a disposición de ustedes, porque creo que si me van a seguir atacando a mí, no es justo que el partido sufra y sea denigrado", expresó. Domenech enfrenta acusaciones sobre la adquisición ilícita de una automóvil de lujo, supuestas vinculaciones con narcotráfico y lavado de dólares en Guatemala y la denuncia de agresión física que hiciera a una periodista de La Prensa Gráfica. En conferencia de prensa, el político dijo que renunciaba no por miedo o cobardía, sino porque desea despojarse de su "cachucha de presidente de la fuerza más envidiada de nuestro país" para defenderse como hombre, padre y para limpiar su nombre. El presidente del COENA se comparó con el fundador del partido Roberto D'Abuisson, de quien dijo muchas veces se apartó del instituto político y "supo ser inteligente". "Lo hago por lo que él nos enseñó (D'Abuisson), por haber recorrido todo El Salvador a la par de él, y como dijo "una mancha más al tigre no importa, hay que apartarse para que el resto siga". Mientras tanto, la Presidenta de la Asamblea Legislativa, Gloria Salguero Gross, tomará temporalmente el cargo; sin embargo, la diputada expresó que espera "estar el mínimo tiempo posible" en el mismo por el trabajo que desempeña en la Asamblea, negando enfáticamente que en su partido exista una crisis interna y que la renuncia de Domenech sea el síntoma más fuerte de la división (LPG 08.09 p.2, DH 09.09 p.14 y 3-a EM 09.09.96 p.2). REACCIONES ANTE RENUNCIA. El Presidente de la República, Armando Calderón Sol, se solidarizó con el presidente de ARENA, Juan José Domenech, que puso el 08.09 su renuncia, e hizo suya la denuncia del político, en el sentido de ser "víctima de toda una conspiración". Ha sido víctima de toda una agresión y seguirá siendo víctima, como todos los areneros". "Todos los días nos hacen una agresión injusta, pero esa es la libertad de expresión que defendemos", agregó Calderón Sol al alabar la decisión de Domenech. "Quiero que Juan José Domenech sepa que lo admiramos y respetamos", dijo al expresar que el retiro de Domenech "es la mejor clase de civismo". Calderón Sol se refirió a "políticos bajos y viles" provenientes de fuerzas políticas fraccionadas, que "tratan de dividir y agredir" al partido oficial. El mandatario resintió que se haga "mal uso" de la libertad de expresión, aunque dijo ser garante de ésta. "Es preferible que se abuse de ella, a que no exista", dijo. Mientras tanto, en torno a las declaraciones de Calderón Sol, el jefe de Fracción del FMLN, Gerson Martínez, le calificó de "poco inteligente", por acusar de éstos males a las fuerzas democráticas, aumentando de ésta forma a deteriorar todavía más su credibilidad". Para el diputado, "queda al desnudo el inminente desquebrajamiento y la decadencia interna que sufre el partido oficial". Martínez dijo que la renuncia deja en evidencia dos cosas "ocultar la raíz de sus propios problemas y el responsabilizar de su crisis moral a las fuerzas políticas democráticas" (LPG 08.09 p.3-a, DH 09.09 p.14 y DL 09.09 p.3).