© 1996 UCA Editores
año 17 número 732 octubre 30 1996 ISSN 0259-9864 Cruzada contra la delincuencia y pena de muerte Gobierno y empresa privada: ¿visiones opuestas sobre la situación económica? Nuevo escándalo de corrupción: el caso del FIS Guatemala: diálogo-negociación a prueba El marco conceptual de la violencia ¿Borrón? ¿Cuenta nueva? ----- Cruzada contra la delincuencia y pena de muerte La lucha contra la delincuencia viene siendo desde hace varios meses el caballito de batalla de las autoridades de nuestro país. El Presidente de la República, Armando Calderón Sol, y el Ministro de Seguridad Pública, Hugo Barrera, son las cabezas visibles de la ofensiva que se ha iniciado en los círculos gubernamentales con el propósito de enfrentar un problema -el de la violencia delincuencial- que está dando lugar a un clima de terror generalizado entre los distintos sectores sociales. Las las modalidades que ha cobrado este tipo de violencia no son para cruzarse de brazos: a las prácticas "tradicionales" de criminalidad (asaltos armados, secuestros, robos callejeros, etc.), que por sí mismas han alcanzado índices desde todo punto de vista intolerables, se han sumado otras prácticas violentas con un claro componente patológico que no se puede dejar de lado, como lo muestran los asesinatos colectivos (en los que niños de brazos, adolecentes y ancianos son masacrados con lujo de barbarie) que han comenzado a volverse comúnes en El Salvador. ¿Hasta que punto este segundo tipo de violencia es "delincuencial" y hasta qué punto no lo es? Si no es puramente delincuencial, ¿de qué tipo de violencia se trata? ¿Cómo enfrentarla eficazmente? Estas son algunas de las interrogantes que deberían hacerse quienes se preocupan por el auge delincuencial en el país. Porque ante el preocupante incremento de la criminalidad, así como ante la diversidad de sus modalidades, las respuestas simples no garantizan en lo absoluto ni su prevención ni su control ni mucho menos su erradicación. La ofensiva antidelincuencial lanzada por las autoridades gubernamentales tiene cuando menos dos limitantes: la primera es que reduce la violencia imperante a "violencia delincuencial", presuponiendo que en cada caso criminal existe como móvil buscar apropiarse de los bienes de la víctima (bienes que no tienen porqué ser estrictamente materiales), por lo cual el ejercicio de fuerza que hace el víctimario es puramente instrumental-racional: utiliza determinados medios para alcanzar sus fines, cuidándose de que aquéllos no desborden hacia prácticas que pongan peligro la consecución de éstos. En segundo lugar, si la violencia es tipificada como delincuencial, las medidas para enfrentarla tienen que ser de naturaleza "antidelincuencial", lo cual quiere decir instrumental- punitivas. Se trata aquí, en lo que atañe a la sanción o castigo, de un criterio proporcionalidad: al delincuente hay que castigarlo en un grado tal que compense el daño causado a sus víctimas y a la sociedad. En lo que se refiere a la seguridad de que ese castigo va a ser aplicado, se trata de tecnificar los mecanismos de investigación y de movilización judicial-policial de modo que éstos sean lo más eficaces posible. El combate contra la violencia, cuando esta es reducida a violencia delincuencial, se resuelve con criterios cuantitativos. Según sea el crimen, así será la sanción penal. Y, resuelto eso, habrá que incrementar el número de efectivos policiales para garantizar que cada criminal reciba el castigo correspondiente a su delito. La fórmula en simple: es la fórmula del Presidente Calderón Sol y del Ministro Barrera; es también la fórmula de los 48 diputados que decidieron reformar la Constitución política para ampliar la aplicación de la pena de muerte a los casos de violación, secuestro y homicidio agravado. En efecto, con la pena de muerte, el delincuente vendría a compensar con su propia vida el haber violado, secuestrado o asesinado. Siendo esta la pena máxima, los demás castigos irían descendiendo en intensidad hasta llegar a las sanciones menos fuertes. Cada delincuente recibiría lo suyo, y precisamente esa certeza se convertiría -para quienes aceptan la lógica de la proporcionalidad- en un disuasivo importante para contener la propensión al crimen. En el límite, el mayor disuasivo sería la certeza de que en determinados actos criminales el castigo puede ser la pérdida de la propia vida. Pero ¿qué sucede cuando, pese al imperio de esa lógica, la criminalidad sigue en aumento? ¿Qué sucede cuando, pese a la vigencia de la pena de muerte, los asesinatos, las violaciones y los secuestros no disminuyen? ¿Qué decir de esa violencia que, al menos aparentemente, no tiene un sentido instrumental-racional, pues excede con creces aquellos objetivos que presuntamente se buscarían? Estas y otras interrogantes han salido a la luz pública en más de una oportunidad. En ellas se trasluce que el problema de la violencia es un fenómeno complejo, en el cual la violencia delincuencial es una de sus dimensiones. Por consiguiente, reducir las medidas para enfrentarlo a mecanismos puramente punitivos es un desatino mayúsculo, sólo explicable por las urgencias gubernamentales de encontrar "soluciones" rápidas y simples a los complejos problemas del país. El castigo, moderado o extremo, como respuesta al auge de la violencia es la solución más fácil, pues ahorra a las autoridades gubernamentales la penosa tarea de elaborar un diagnóstico serio sobre las causas de la misma, así como sobre los mecanismos más adecuados para prevenirla y contenerla en sus distintas modalidades. A lo anterior se debe agregar algo más: la "solución" no sólo sirve para colmar una demanda de seguridad que proviene de la sociedad, sino para reforzar las tendencias autoritarias de un Estado controlado por la derecha. Una cosa es innegable: la vida cotidiana de los salvadoreños está en permanente amenaza y el Estado es el único responsable de revertir esa situación. De ello no se sigue, sin embargo, que las medidas estatales deban decantarse exclusivamente hacia la coerción o, peor aún, que los dirigentes gubernamentales se aprovechen de una demanda social impostergable para reforzar sus pretensiones autoritarias. Una cruzada contra la delincuencia es necesaria, y en la misma debemos involucrarnos todos los salvadoreños que le hemos apostado a la democracia. Empero, más sustantivamente, hay que lanzar una campaña contra la violencia en todas sus manifestaciones y modalidades. Contra la violencia delincuencial, sí; pero también contra la violencia estatal, la violencia empresarial y, en general, la violencia social que permea la cotidianidad familiar, escolar y laboral. Ello requiere un diagnóstico epidemiológico completo y riguroso sin el cual las medidas para combatir el problema de la violencia seguirán pecando de una simplidad imperdonable. ----- Gobierno y empresa privada: ¿visiones opuestas sobre la situación económica? Las dimensiones del crecimiento de la producción parece ser el problema económico más importante en la actualidad, no sólo para las autoridades gubernamentales, sino también para las gremiales empresariales. Prueba de ello son las medidas emergentes para la reactivación de la economía anunciadas por el Presidente de la República, Armando Calderón Sol, y los reiterados llamados de las gremiales empresariales para adoptar políticas de reactivación del sector agropecuario y de protección para el sector industrial. La preocupación inicial se ha convertido en la actualidad en un claro enfrentamiento entre personeros del gobierno y de las gremiales empresariales, enfrentamiento en el cual se trata de dirimir quién de los dos es el culpable del actual proceso de recesión económica y crecimiento de los precios. No cabe duda que este debate poco o nada aportará para adoptar las medidas necesarias para superar la actual etapa de crisis económica; sin embargo, revela algunas dinámicas que bien pueden contribuir a aclarar cuáles son las verdaderas causas de la caída del crecimiento económico y el incremento reciente de los precios. Por otra parte, es una de las pocas ocasiones en que funcionarios gubernamentales señalan prácticas empresariales que fomentan incrementos injustificados en los precios. La especulación de precios ha sido una de las causas más importantes de desestabilización económica, con o sin controles de precios. Los casos recientes más notables han sido la introducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la elevación de las tarifas de los servicios básicos a partir del segundo semestre de 1992 y el incremento del IVA en 1995. Al margen de la discusión de los objetivos de crecimiento económico y estabilización de precios se encuentra la problemática del tipo de crecimiento que ha venido generándose en los últimos años. Llama la atención el hecho de que aunque durante los últimos cinco años se creció a tasas relativamente altas, no se ha incrementado el empleo productivo y, por el contrario, se ha estimulado el crecimiento de sectores productores de bienes no transables tales como el financiero y la construcción. En las siguientes líneas se busca retomar algunos de los señalamientos vertidos tanto por el gobierno como por la empresa privada en torno a la crisis económica para intentar aclarar cuáles son algunas de sus causas. Como se trata de mostrar a continuación, existen señales que podrían estar revelando un temprano fracaso por incorporar el país al proceso de globalización económica. La polémica sobre "desaceleración y precios" Como se mencionó al principio, la preocupación mayor en la actualidad es cómo recuperar los niveles de crecimiento de 6% observados para el año 1995, especialmente considerando que, de acuerdo al Banco Central de Reserva (BCR), los pronósticos de crecimiento para el próximo año son de sólo 4%. Tanto el gobierno como el sector empresarial tiene su propia impresión al respecto. De acuerdo al Ministro de Hacienda, en la actualidad llama la atención el hecho de que, pese a la desaceleración económica, persistan altas tasas inflacionarias lo cual se debería a "que una mayoría de los empresarios salvadoreños, contrariamente a lo que hacen las empresas en países desarrollados, suben sus precios en lugar de bajarlos cuando se reduce la demanda... para mantener un cierto volumen de utilidades cuando el volumen de ventas cae". Adicionalmente, el Ministro señaló que el impacto se magnifica cuando existen excesos de inventarios "porque hay muchos costos asociados con mantener inventarios, particularmente las tasas de interés". Según la misma fuente "la desaceleración terminará más rápido en la medida en que las empresas comprendan que para vender más es necesario bajar los precios". En oposición a lo anterior, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) expresó públicamente que "no es responsabilidad del sector privado el alza de precios", pues cuando las "ventas se reducen... lo que se hace es reducir el precio de la mercancía, y no incrementarla como erróneamente interpreta el [Ministro de Hacienda]". Según la ASI, "la inflación es responsabilidad estricta de un problema de política monetaria y fiscal que se deriva del gasto público". Similar valoración adoptó la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP). Algunas características del crecimiento En un contexto donde se pretende abrir la economía nacional al proceso de globalización vale la pena preguntarse qué es lo que el proceso implica y cuáles son las potencialidades del país para una inserción exitosa. Una de las principales implicaciones de la globalización es la libre movilidad de los factores de producción (capital y mano de obra), es decir, la posibilidad de hacer uso irrestricto de cualquier factor de producción en cualquier parte del mundo. La implicación que para el desarrollo tiene lo anterior es que abre la posibilidad de la ejecución de inversiones extranjeras en países que no cuentan con recursos propios, pero que cuentan con ventajas comparativas. En esa medida podría esperarse un crecimiento de la inversión, la producción, el empleo, los ingresos y del nivel de desarrollo. En el caso de El Salvador, las ventajas comparativas parecen residir ya no en su potencial agropecuario, sino más bien en su mano de obra barata y en las altas tasas de rentabilidad ofrecidas por el sector financiero. De esta forma, la globalizacion lejos de producir mayores empleos productivos e ingresos estaría estimulando el crecimiento de la actividad de la industria de la maquila y del sector financiero, los dos de conocidas desventajas para el desarrollo. La maquila de ropa se caracteriza por utilizar la mano de obra local pagando el salario mínimo, o incluso menos, y ofreciendo precarias condiciones de trabajo; mientras que el crecimiento del sector financiero tiene menor impacto sobre el empleo y los ingresos que el crecimiento del agro o la industria. En cambio, el sector financiero tiene gran incidencia sobre las inversiones y costos de los sectores agropecuario e industrial a través de la tasa de interés. Tal como lo señaló el Ministro de Hacienda, la tasa de interés sobredetermina tanto los costos de las empresas como los precios al consumidor a la vez que incide sobre las decisiones de inversión. La privatización del sistema bancario desarrollada a principios de esta década ha estado asociada a un rápido crecimiento del sector financiero, en gran parte debido a un inmoderado crecimiento de los márgenes de intermediación financiera (tasas activas menos tasas pasivas). Con esta modalidad de crecimiento, no puede esperarse mantener un nivel de crecimiento estable, pues además de que el crecimiento del sector financiero se opone al crecimiento de los sectores productivos, existen elevadas posibilidades de movilizaciones rápidas de capital, muy comunes en actividades como la maquila y las inversiones financieras. Conclusiones Existe una clara incidencia de las políticas empresariales sobre el crecimiento de los precios al consumidor, si no por la vía descrita por el Ministro de Hacienda, sí por la vía de la especulación de precios ante medidas de política económica. Algunas causas internas de la desaceleración del crecimiento económico son las altas tasas de interés activo y de intermediación financiera que se agencian los bancos. De aceptar las versiones del Ministro de Hacienda, resulta claro que existe necesidad de que el Estado regule las tasas de interés en aras de favorecer disminuciones en los precios, estimular la inversión en los sectores productivos y romper el ciclo vicioso recesión económica-incrementos de precios. El crecimiento basado en sectores productores de bienes no transables responde grandemente en la política desarrollada por el gobierno: mantenimiento de un tipo de cambio real sobreestimado, privatización de la banca y mantenimiento de elevadas tasas de interés. Adicionalmente, las tasas inflacionarias también se han visto influenciadas por diferentes políticas gubernamentales tales como la introducción del IVA y las alzas en las tarifas de los servicios básicos. La actual coyuntura económica se explica no sólo por las políticas de precios de las empresas, sino también por el modelo económico que ha venido configurándose a lo largo de la década; en esa medida, la superación de la misma pasa no sólo por una revisión de las políticas de fijación de precios de las empresas sino también por una revisión y reformulación de la política económica. ----- Nuevo escándalo de corrupción: el caso del FIS Cuando en noviembre del año pasado el Vicepresidente de la República, Enrique Borgo Bustamante, hizo oficial la hasta entonces especulada unificación entre el Fondo de Inversión Social (FIS) y la Secretaría de Reconstrucción Nacional (SRN), algunos analistas señalaron el peligro de una politización, a favor de ARENA, de los proyectos y de los fondos que manejaba el FIS. Si se toma en cuenta que el FIS disponía de cantidades que rondaban los 500 millones de colones, no era descabellado, pues, vaticinar un uso político de ellos (con motivaciones electorales, por ejemplo) o, lo que es peor, que fueran fácil objeto de corrupción (Proceso, 686). A pesar de que estos señalamientos fueron afirmados con énfasis durante la huelga que realizaron ciento cincuenta empleados del FIS durante el mes en cuestión, luego de que se concluyera el paro laboral ni las autoridades del FIS ni los funcionarios del partido ARENA se preocuparon por aclarar o responder sobre la índole de los lineamientos que a futuro orientarían la actividad del FIS. Al parecer de los miembros de ARENA, la unificación era ya un hecho felizmente realizado bajo la dirección de Norma de Dowe, Presidenta de ambas instituciones, y ante lo cual sólo restaba la aprobación de la Asamblea Legislativa para hacerlas de facto una sola institución. El 14 de este mes, cuando ya la Asamblea había aprobado la interrelación del FIS y la SRN para dar paso al nuevo ente institucional que los asimilaría (Fondo de Desarrollo Local) y cuando todo permitía suponer que Norma de Dowe pasaría automáticamente a dirigir la institución naciente, sale a la luz pública que la funcionaria había presentado su renuncia al Presidente Calderón Sol. Aunque los motivos de la dimisión no fueron en un principio precisados, era claro que la renuncia estaba oficialmente aceptada y que como muestra de ello ya se había estipulado que sería la actual Viceministra de Relaciones Exteriores para la Promoción y Cooperación Internacional, María Teresa de Rendón, la que llenaría la plaza vacante. Contradictoriamente, el día siguiente Calderón Sol pedía públicamente a de Dowe que reconsiderara su renuncia, puesto que aún no habían sido finalizados los programas que estaba bajo su cargo. Al mismo tiempo la funcionaria declaraba a los periodistas que dejaba su puesto porque consideraba que se había presentado el "momento oportuno" para hacerlo. La simpleza de los argumentos permitía pensar, como se comprobó después, que debajo de la renuncia, la aceptación oficial de ella y el contradictorio llamado a una reconsideración yacía un complejo juego de intereses políticos. El que una funcionaria que tenía un largo y aparentemente exitoso curriculum al interior de la burocracia gubernamental renunciara en un momento en que las condiciones no le podían ser más favorables, despertaba la sospecha de que se estaba tratando de ocultar un escándalo político de grandes proporciones. Esta intuición fue confirmada en los días siguientes. El 16 de octubre fue dado a conocer por los diputados de la oposición un informe de auditoría de la Corte de Cuentas donde se responsabilizaba al Consejo de Administración del Fondo de Inversión Social por la utilización ilegal de 18 millones 87 mil 800 colones. Según el informe, un número importante de empleados y altos ejecutivos del FIS habían experimentado desproporcionados aumentos a sus salarios antes de renunciar y acogerse de manera irregular al decreto 471 en diciembre del año pasado. El incremento salarial, justo antes de la cesantía, habría servido para que estos empleados pudieran recibir exorbitantes indemnizaciones económicas, algunos de ellos de más de 800 mil colones. El informe reveló que un estudio de las nóminas de empleados permitía observar que algunos de los que se "retiraron" fueron recontratados el mismo día a petición de la Presidenta del FIS, Norma de Dowe. El mismo día en que era conocido el informe, ARENA, como ya es rutina en casos de corrupción gravísimos, se pronunciaba por una minuciosa investigación de las irregularidades del FIS que permitiera deducir responsabilidades. Por su lado, Orlando Quinteros, diputado del FMLN, acusaba al Presidente Calderón Sol de haber ocultado el informe de la Corte de Cuentas para darle la oportunidad a de Dowe de renunciar y evitar así el escándalo en ciernes. Como respuesta a la situación, el 17 el gobierno publicaba un comunicado oficial en el que pretendía aclarar su posición ante la renuncia de Dowe. En el mismo se afirmaba que la funcionaria sólo había renunciado a su puesto en la SRN, puesto que en el FIS su labor había concluido luego de la aprobación de la ley de creación del Fondo de Desarrollo Local. Además se confirmaba la postulación de María Teresa de Rendón para el puesto que abandonaba de Dowe y se finalizaba con una exaltación de la labor desempeñada por la hasta entonces Presidenta de la SRN y haciéndole un llamado para que continuara en su cargo "hasta cerrar la exitosa etapa de cumplimiento de los Acuerdos de Paz y liquidar la SRN". En los días subsiguientes, tanto la de Dowe como los funcionarios areneros se dedicaron a tratar de desmentir y restar objetividad al informe presentado por la Corte de Cuentas. Los argumentos utilizados por la primera para montar su defensa fueron principalmente dos. El primero, el proceso que llevo a despedir y luego recontratar a los empleados del FIS no obedeció a la aplicación tergiversada del decreto 471, sino a "un proceso de reingeniería" que no suprimió las plazas (objetivo medular del Decreto 471) y que buscaba deshacerse de los empleados no gratos, "bochincheros". El segundo, la decisión de despedir, indemnizar y recontratar de inmediato a un centenar de trabajadores fue tomada colegiadamente por el Consejo Directivo del FIS y unilateralmente por ella. Es a simple vista notable la fragilidad e incoherencia de los argumentos. En primer lugar, de Dowe pierde de vista que afirmar que no se aplicó el 471 suma mayor irregularidad y problematicidad a la situación, puesto que no se aclara cómo entonces es que se pudo premiar con tan exageradas indemnizaciones a unos empleados que serían contratados después; sólo el régimen de excepción del 471 permitiría excusar los cuantiosos montos pagados a los empleados "retirados" (para entender el mecanismo del Decreto en mención ver Proceso, 683). En segundo lugar, no se da una razón seria y creíble para justificar un "proceso de reingeniería" que despide, indemniza y contrata a un mismo empleado; de Dowe, tal vez sin pretenderlo, sólo le da un nombre técnico a un proceso evidente de corrupción y compadrazgo. Finalmente, el hecho de que decida no asumir su responsabilidad como mando superior en el escándalo y pase la factura a todo el Consejo del FIS no es una defensa, sino más bien un síntoma de desesperación. De Dowe al parecer ha pretendido salvarse haciendo de la responsabilidad de toda la institución, y no sólo suya, la corrupción descubierta. Esto refuerza y da mayor credibilidad al informe de la Corte de Cuentas, ya que el gesto desesperado de la ex presidenta del FIS proviene de la imposibilidad de ocultar por otros medios lo que ya ha salido a la luz pública. En lo que respecta a los funcionarios de ARENA, la defensa de la ex funcionaria la han hecho acusando a la Corte de Cuentas de que la publicación del informe obedece a un afán de venganza por la aprobación de la reforma a la Ley de la Corte de Cuentas -que le da poder a otros magistrados para vetar o hacer revisiones a las decisiones del Presidente de la Corte- y el rechazo de un refuerzo presupuestario solicitado por la institución. A juicio de los diputados areneros, autores de ambas acciones, el Presidente de la Corte de Cuentas, Rafael Hernán Contreras, estaría instrumentalizando al ente contralor para presionar al partido en el poder en orden a alcanzar sus intereses particulares. Está de más decir que lo que se critica no es el informe mismo y sus conclusiones, sino más bien el hecho de que se haya publicado o proporcionado a la oposición. Como de Dowe, los funcionarios areneros se han mostrado incapaces de rebatir el informe. Concluyendo, el caso de corrupción en el FIS deja claro que cuando se juntan capital y administración arenera -antes de Dowe no existían referentes de corrupción en el FIS- el saldo es siempre de aprovechamiento y corrupción. Al parecer, y tal como se está revelando en la administración de ARENA, no existe un non plus ultra en lo que a corrupción se refiere; cuando se pensaba que luego de Majano y los alcaldes no se podría llegar a más, el caso del FIS marca contundentemente una nueva escala en el robo a manos de personeros del gobierno, una corrupción que ya es generalizada, irreprimible y escandalosa. ----- Guatemala: diálogo-negociación a prueba Luego de conocerse que la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), por medio de Rafael Augusto Valdizón Muñoz (alias comandante "Isaías") estaba implicada en el secuestro de la acaudalada empresaria Olga Alvarado de Novella, el gobierno de Alvaro Arzú, por medio del Ministro de Gobernación, Rodolfo Mendoza, anunció el 27 de octubre la suspensión del diálogo- negociación que se reanudaría el 29 de octubre en la ciudad de México, entre el gobierno y la URNG. La empresaria fue secuestrada el 25 de agosto, en la ciudad de Guatemala, cuando transitaba en su vehículo por una de sus céntricas avenidas; fue interceptada por varios hombres armados, quienes la sacaron en su silla de ruedas y la introdujeron en el carro que conducían, llevándola con rumbo desconocido. Posteriormente, exigieron un rescate de 6 millones de dólares. Sobre el caso de Rafael Augusto Valdizón Muñoz, alias comandante "Isaías", medios de prensa informaron que fue capturado el 19 de octubre por las fuerzas de seguridad de Guatemal, a las cuales confesó que tenía en su poder a la señora de Novella. Asimismo, se le decomisaron documentos de la URNG sobre la reinserción de los alzados en armas a la vida civil, tema que se ha discutido en las dos reuniones realizadas en octubre y una carta escrita por la secuestrada, que sería entregada a la familia. Por lo demás, la misma fecha en que se hizo público el aplazamiento de la reanudación del diálogo-negociación entre el gobierno y la URNG, el comandante "Isaías" fue canjeado por la empresaria secuestrada. Ante los hechos antes descritos, el Ministro Mendoza calificó la implicación del "comandante Isaías" en el secuestro como una violación a los acuerdos de Derechos Humanos suscritos por las partes que en la mesa de negociación pretenden concluir con el conflicto armado. Asimismo, funcionario aseguró que el canje se realizó "por razones eminentemente humanitarias y ante el creciente riesgo de muerte de la señora de Novella, se tomó la decisión de intercambiar a este sujeto por la anciana plagiada hecho que se concretó el domingo logrando la liberación con vida de la víctima". Por su parte, la URNG no ofreció declaración y/o explicación alguna sobre las imputaciones que se le han hecho en torno al secuestro de la empresaria. Mientras tanto, para el Arzobispo de Guatemala, Monseñor Próspero Penados, era lamentable que se hubiese suspendido el diálogo-negociación, aunque dijo confiar en que tal acontecimiento no fuese un obstáculo para la firma del acuerdo final de paz, que se tiene previsto para el 15 de diciembre. En esta misma perspectiva, el Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG), lamentó también la decisión del gobierno de suspender la ronda de negociación. Probablemente, en el seno de la URNG, los acuerdos firmados hasta la fecha no sean convincentes para todos sus militantes, presentando problemas difíciles entre ellos. Ello explicaría de alguna manera porqué se ha seguido recurriendo al secuestro o en porqué aparecen algunos de sus miembros involucrados en este tipo de acontecimientos. Así las cosas, es muy importante que la URNG brinde una explicación no sólo a nivel nacional, sino también internacional sobre su responsabilidad en dicho secuestro. El proceso guatemalteco demanda fortalecer la credibilidad entre las partes. De no tomar en cuenta esta situación, la URNG estaría dando al traste con la la cuota de confianza alcanzada en estos momentos. No debe olvidarse que, en medio de las opiniones y aún de la crisis que se pueda generar en el diálogo-negociación, la paz surgirá de los acuerdos con los que se pretende concluir la guerra. Asimismo, se debe tener presente que existe un acercamiento entre las partes que debe ser potenciado y que los acuerdos de paz van a posibilitar que se abra en Guatemala un abanico político con una importante dósis de tolerancia y pluralismo, hasta hoy inexistentes. Lo ocurrido ha hecho emerger el peligro de la desconfianza; sin embargo, el reto político que enfrentan el gobierno de Arzú y la URNG, una vez que se haya incorporado a la vida pública legal, es conseguir la participación de grandes sectores del pueblo guatemalteco que tanto urge y demanda que la paz se haga una realidad; una paz fundada en el respeto de los derechos humanos, sobre todo de aquellos ciudadanos que sido violentados en ellos durante la última década. ----- El marco conceptual de la violencia Elvio Sisti Consultor PROLIS/UE La violencia, al igual que otras dimensiones de la vida humana, debe leerse en sus los niveles de significación instrumental y existencial. El nivel instrumental no presenta complicaciones conceptuales; verdaderamente no requiere de un marco conceptual particular. Así como se sabe que, al llegar el invierno, con el aumento de la contaminación del agua aumentan las enfermedades diarréicas, utilizando la misma lógica lineal, de causa-efecto, se sabe que con el aumento del consumo del alcohol, la tenencia de armas, tráfico de drogas, aumento de necesidades económicas insatisfechas, etc., aumentan las muertes y lesiones producidas por actos de violencia. Y no basta con detenerse en este punto, pues los factores culturales también se incorporan a una lectura instrumental de la violencia. Si nos trasladamos en EEUU, desde los estados del noreste hasta los del sur, comprobaremos que, con el aumento de los patrones socio-conductuales y actitudinales propios de la llamada "cultura del rifle", aumenta el número de homicidios y heridos por bala. Se puede rastrear a lo largo de la historia, que los pueblos dedicados al pastoreo de ganado se agredieron mas frecuentement que los que se ocuparon de la agricultura. A mediados de siglo, la antorpóloga Margaret Mead estudiaba como, en la Polinesia, algunos grupos exaltaban las conductas y gestos rudos en el trato cotidiano, mientras que otros, geográficamente muy cercanos, procedían de forma inversa. Actualmente es de abundante difusión periodística, el hecho generalizado, en muchas culturas africanas, de mutilar a las niñas. Castigos considerados inhumanos por nosotros, se asumen en determinados ámbitos culturales como procedimientos de buena educación. Cualquier hombre del medioevo que se cruzara con una mujer sola, en el campo, consideraría una cuestión de honor violarla. Y la lista de ejemplos se haría interminable. Cuando hacemos una lectura exclusivemante instrumental de la violencia, nunca llegamos a construir un marco conceptual para comprenderla. En su lugar yuxtaponemos factores como los señalados, hasta configurar mecánicamente, un mosaico multifactorial, desprovisto de una dinámica estructural, y que más que explicativo resulta justificativo; más que transformador de macrosocial tiende a servir tecnocráticamente para la conservación del orden establecido. Así se llega al concepto de "predictores", tal como la idea ha sido desarrollada en la psicología social estadounidense acutal. Su utilización nos permite proveer, por ejemplo, que si un adolescente es negro, ha sido abusado y maltratado, vive en un barrio marginal, ha consumido drogas, carece de apoyo parental estable, y ha perdido regularidad en la escuela, tiene casi un 100% de probabilidades de ira a parar a la cárcel, en los próximos diez años, condenado por delitos violentos. A partir de allí se abre dos caminos epistemológicos, a saber: el de la teoría del aprendizaje social de la violencia como modelo psicosocial más moderno, que se impuso sobre el de la frustración-agresión, de la clásica escuela de Yale; el de los epidemiólogos de la violencia, que proponen actuar sobre la "caja negra" de la violencia, sin demorarse a investigar su interior. Si una variable estudiada se correlaciona positivamente con la violencia se presume una causalidad extrínseca, y se hace abstracción de la dinámica subjetiva, al interior de las personas. Desde el enfoque de la salud mental de base, vemos la violencia bajo perspectiva que permite apreciar el interés por su significado existencial en la integración dinámica de la subjetividad personal. Cobra entonces importancia el estudio de la violencia para comprender mejor la salud mental y el desarrollo humano, buscando su contextualización socio-cultural. El marco conceptual de la salud mental de base supera la visión mecánica de suma o resta de factores epidemiológicos, considerados linealmente, para entrar a la circularidad de las dinámicas intra e inter-humanas, que integran la codificación de la vida cotidiana con la relacionalidad propia del ejercicio de poder social (visto como la necesidad-capacidad de interactuar con el entorno humano para asumir roles sujetivantes) y con la estructuralidad sistémica de la violencia, investigada ampliamente por Ignacio Martín-Baró. La salud mental de base, dirigida a la rehabilitación de roles que dan sentido a los proyectos de vida, favorece la investigación de la funcionalidad de la violencia, tanto para el sistema macrosocial, como para el individuo, incorporando la sinergía de la descalificación sistémica, como forma de violencia estructural, contra la integración de la subjetividad personal y la consecuente aparición de productos culturalizados de resistencia a la negación estereotipante de la calidad de sujetos. Con el marco conceptual de la salud mental de base adquirimos la posibilidad de readecuar la significación de la familia a la nueva situacionalidad creada por la influencia determinante de los mass media. A partir de aquí podría contribuirse a definir al grupo primario familiar en torno a su acción de contención hacia el poder desbordante del sistema macrosocial, como asignador de roles, antes que como el clásico mecanismo socializador (contención hacia adentro) ahora en evidente crisis. ----- ¿Borrón? ¿Cuenta nueva? En El Salvador, casi todas las personas que lo habitan están cada vez más horrorizadas ante los espantosos hechos de violencia que se han suscitado durante los últimos días. Casualidad o no, parece que esos actos de barbarie aumentaron considerablemente tras la decisión parlamentaria de iniciar el proceso para ampliar la aplicación de la pena de muerte a cierto tipo de delitos. De los hechos sangrientos recientes, destaca entre ellos el de tres mujeres y cuatro menores asesinados en el Reparto Valle Nuevo, Ilopango. No vamos aquí a seguir detallando cómo se realizó ese hecho ni el de la otra familia ejecutada en un cantón de Sonsonate. Ya mucho se habló de ello en periódicos, radio y televisión. Más que seguir contribuyendo a difundir impotencia y frustración, mejor intentemos reflexionar sobre el por qué de estas matanzas y el cómo empezar a superarlas en serio. Al ubicar los elementos constantes que surgen de las condenables ejecuciones colectivas sucedidas en el territorio nacional después de la guerra, descubrimos rápidamente que las realizan grupos de sujetos "desconocidos" y con armas de "grueso calibre", muchas veces con uniformes militares y el rostro cubierto; en casi todas ellas se ha descartado el robo como móvil y --cuando han habido capturas-- nos encontramos con individuos que combatieron durante la guerra. Si a lo anterior se agrega que --cuando se intenta indagar-- cada vez es más difícil ubicar personas dispuestas a rendir su testimonio porque "nadie vio ni oyó nada", la conclusión a la que llegamos es una: en todo esto tiene mucho que ver la impunidad que se ha mantenido en el país y que, incluso, quizás se ha incrementado tras la firma de la paz. ¿Por qué? Por varias razones; una de ellas: no haber enfrentado con responsabilidad los hechos de violencia que golpearon a tanta gente en el pasado reciente. Por el contrario, la "solución" que se le quiso dar fue la del muy arriesgado "borrón y cuenta nueva". De ahí que, en este país, sean innumerables las personas que quedaron insatisfechas al no haber tenido ni siquiera la oportunidad de que se admitiera públicamente la honorabilidad de sus muertos; mucho menos tuvieron la posibilidad de que se reconociera oficialmente la verdad que ellas sí conocían y se juzgara a los responsables de su dolor. Y qué decir de aquellas familias que cargan la amarga pena de seguir buscando a un ser querido, detenido y desaparecido forzadamente durante esos años, o que continúan reclamando alguna información sobre el lugar donde se encuentran sus restos. A todas esas personas afectadas se les impuso una decisión arbitraria. A ninguna de ellas se le consultó --antes o después del decreto-- si estaba de acuerdo o no con la amnistía general que se recetaron los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, cometidas en todo El Salvador desde los años setenta y hasta el fin de la guerra. Cuando la Comisión de la Verdad en su documento final se refirió a las necesarias medidas para alcanzar la "reconciliación nacional", afirmó lo siguiente: "Un paso ineludible, cargado de amargura, es la observación y el reconocimiento de lo que ocurrió y que no debe repetirse nunca jamás". Y añadió: "La Comisión recibió el difícil encargo de esclarecer hechos significativos de esa realidad, que espera haber cumplido en los términos de este Informe. No basta, sin embargo, con la verdad para alcanzar la meta de la reconciliación nacional y la reunificación de la familia salvadoreña". "El perdón --sostuvo muy claramente-- es indispensable. No un perdón formal, que se limite a no aplicar sanciones o penas, sino fundamentado en la determinación universal de rectificar la experiencia pasada y en la certeza de que esa rectificación no será completa si no se pone énfasis sobre el porvenir más que sobre un pasado que, por hechos abominables que exhiba, ya no se puede recomponer... Con todo, para alcanzar la meta del perdón, es necesario detenerse a considerar ciertas consecuencias que se coligen del conocimiento de la verdad sobre los graves hechos que en este Informe quedan descritos. Una de ellas, acaso la más difícil de encarar dentro del actual contexto del país, es la de satisfacer los requerimientos de la justicia. Estos requerimientos apuntan en dos direcciones. Una es la sanción de los responsables. Otra es la reparación debida a las víctimas y a sus familiares". Pero aquí, entre los sectores políticos y de poder --incluidos sus nuevos actores-- no hubo disposición real para asumir con seriedad esas reflexiones tan valiosas. Mucho menos fueron atendidas con responsabilidad las recomendaciones hechas en lo relativo a la reparación moral y material de las personas afectadas o a la creación de un foro para que el pueblo salvadoreño --gran víctima de tantos atropellos a su dignidad-- pudiese asimilar la verdad contenida en el documento de la Comisión y participar, activa y conscientemente, en la búsqueda de un perdón nacido de adentro, al ser otorgado sin imposición alguna. De haber existido suficiente voluntad política para caminar en este sentido, pensando honestamente y con preocupación en el porvenir según lo planteado por la Comisión de la Verdad, ¿cómo estaría ahora El Salvador? No sabemos con exactitud, pero seamos atrevidos e intentemos imaginar el posible escenario. En primer lugar, no habría tanta gente en las localidades cargando el dolor y la amargura de haber tenido alguna victima en su familia sin haber recibido justicia. En segundo lugar, se habría iniciado --con paso seguro-- el proceso para derrotar la impunidad. Como no se tuvo el valor para enfrentar de esa manera una situación tan compleja --y mientras no exista prueba en contrario-- tenemos sobradas razones para pensar que la violencia actual que conspira contra todo lo bueno que hasta ahora se haya podido conseguir, tiene mucho que ver con eso. Al no haber buscado y adoptado la mejor solución, como la que ofreció la Comisión de la Verdad, quedaron las puertas abiertas para que la gente dé salida a su rabia y frustración haciendo justicia por mano propia; con cientos de miles de armas a flor de tierra y con más resentimientos a flor de piel, es posible pensar que ahora --en buena medida-- estemos presenciando un ajuste de cuentas en la base, allá donde las decisiones cupulares no hicieron más que acrecentar la cólera y el resentimiento, en lugar de poner los fundamentos para construir una sociedad fraterna y en paz. Para la Comisión, de lo que se trataba era "de pasar de un universo de confrontación hacia otro de serena asimilación de cuanto ha ocurrido para desterrarlo de un porvenir signado por una nueva y solidaria relación de convivencia y tolerancia". Pero no; se pudo hacer y, sin embargo, no se hizo. Por esa y otras razones, en la hora actual las y los salvadoreños estamos al borde del precipicio o quizás nos encontramos dentro de él, inmersos en una espiral de violencia que --de continuar-- nos puede llevar al fracaso total. Las recientes expresiones de brutalidad son sólo una muestra del ambiente de inestabilidad que se vive en el país durante un período de "post-guerra" que no acaba de terminar, después de casi cinco años de haberse firmado el acuerdo de Chapultepec. Irrespeto absoluto a la vida y la verdad, desconcierto y temor entre la población, inseguridad, ineficiencia de las instituciones y una grave exclusión social y económica son las principales condiciones negativas que se quieren obviar cuando, en el exterior, algunos sectores intentan presentar a El Salvador como el modelo de paz, democracia y respeto a los derechos humanos. Sin embargo, la realidad nos presenta una sociedad sumamente disgregada en la que, por lo general, cada quien vela por sus propios intereses y donde --a primera vista-- la gente se va quedando sólo con dos opciones: agachar la cabeza con "resignación" y esperar "a ver qué pasa", o salir a vengarse violentamente por los atropellos que sufre cometidos por quienes --sintiéndose siempre impunes-- mandan a matar o agreden por cualquier motivo, sea éste personal, económico o político. Después de haber luchado y entregado tanto por tener algo distinto en este país --una nueva institucionalidad y una convivencia digna-- no podemos dejar que la violencia y la impunidad terminen siendo las ganadoras. Son muchos las matanzas que han tenido lugar, antes y después de la guerra; pero la de Valle Nuevo tiene un especial significado: ese tipo de barbarie y deshumanización ya llegó a las orillas de San Salvador cuando, paradójicamente, delegaciones oficiales y privadas se dedican a ofrecer el país para que los inversionistas extranjeros lo compren. Pero ni siquiera eso van a poder conseguir, mientras el clima de violencia e inseguridad siga en aumento. Pensando en elevar los niveles de respeto a los derechos humanos de la población entera y no en el beneficio de los sectores de poder económico y político -- únicos "ganadores" con esa pretendida venta del país-- debemos salir de la insoportable situación en la que nos encontramos. Ya fallaron los planes "caminantes", encaminados más a cuidar los grandes cafetales; también se ha demostrado la ineficacia de la ley de "emergencia" y --como muchos anunciaron-- tampoco se logró algo con la amenaza de aplicar la pena de muerte. Ya en otras ocasiones, nos hemos preguntado sobre la medida que sigue: ¿estado de sitio? ¿ley marcial? ¿"toque de queda"? No sería extraño escuchar en el recinto parlamentario, dentro de poco y de cara a las cercanas elecciones, cualquiera de esas "salidas" en boca de algún representante del partido que apadrinó las desatinadas disposiciones antes mencionadas. De igual forma, nos interrogamos: ¿por qué no se han impulsando políticas integrales adecuadas y acciones efectivas --derivadas de aquéllas-- para enfrentar los problemas de violencia, impunidad e inseguridad, sabiendo que muchas ya fueron recomendadas por la Comisión de la Verdad? ¿por qué no se trabaja en serio para depurar y fortalecer las instituciones estatales, sobre todo aquellas encargadas de investigar, perseguir y sancionar los delitos? Ojalá no sea cierto que, en el fondo, lo que se quiere es llevar a la población a un nivel de desesperación tan grande para obligarla a que "pida", a que "exija" y "aplauda", a que "elija" en 1999 una "mano dura" --civil o militar-- para "poner orden, sin importar el costo". ¿Será que al querer imitar el llamado "milagro chileno", hay quienes están invocando a un "santo" parecido a ese que lo realizó en aquel país? Desde nuestra óptica, no se debe permitir que vayan por ahí las cosas. Pensemos que la sangre derramada por tantas víctimas no se "borra" por decretos y que, mientras no se haga lo correcto, la "cuenta nueva" de muertes en El Salvador seguirá creciendo. De una vez por todas, lo que hay que hacer es lograr que se aplique la ley sin distinción alguna, para atacar a fondo la impunidad y enfrentar el fenómeno de la delincuencia en sus diversas expresiones. Nosotros también pensamos que El Salvador puede ser un modelo, pero no ese que nos presentan los sectores interesados en tener un "producto de exportación" para vender el país con todo y su gente. En el modelo que nosotros creemos es el de un país que vive en paz porque en él se imparte justicia, se practica la democracia y se respetan los derechos humanos. Nuestro país puede y debe llegar a ser eso, pero hay que empezar a construirlo desde las victimas de las violaciones a sus derechos humanos, sobre todo en lo relativo a su seguridad personal y a la falta de justicia. Con sus experiencias cotidianas y la participación activa de éstas, debemos comenzar a forjar una experiencia nacional verdaderamente exitosa que podamos lucir dentro y fuera de El Salvador. ----- SIGNOS RECESIVOS EN ECONOMIA. Mientras la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) asegura que existen signos recesivos en la economía salvadorña, que de no corregirse podrían ocasionar crisis en la estabilidad macroeconómica del país, el Presidente Calderón Sol insistió, el 21.10, en que "no hay signos recesivos". Calderón Sol enfatizó en rueda de prensa que nadie está hablando de signos recesivos. Al contrario, dijo, se está saliendo de la desaceleración económica. "Creo que golpear con informaciones negativas, es provocar más la desaceleración", enfatizó Calderón Sol, quien pidió a todo el mundo "más sensatez y optimismo". De acuerdo al mandatario "hablar de desaceleración y recesión, es totalmente inconsecuente con la realidad que estamos viviendo", ya que según él la economía está repuntando y se acerca la época de mayor recolección y generación de empleo. "Estas curvas son coyunturales en el proceso económico salvadoreños y tendremos una reactivación distinta en todos estos meses". Calderón Sol invitó a todos los sectores a que cambien de actitud en la óptica de visualizar las cosas en el país, ya que en el exterior existe un enfoque de admiración para El Salvador, por lo que vaticinó "viene una etapa distinta, diferente, de inversión, de generación de empleo y producción; por lo que exhortó a fomentar la producción competitiva, puesto que sólo exportando e identificando los nichos de alianzas comerciales es que podremos salir adelante", agregó. "Quien dice que no hay rumbo económico en nuestro país, es porque no entiende de economía, ya que por el contrario, si algo tiene este gobierno es que sí sabemos lo que estamos haciendo y hay un rumbo definido", agregó (DH 22.10 p.27, DH 24.10 p.16 y LPG 28.10 p.18-a).----- REFORMAS EDUCATIVAS. La Ministra de Educación, Cecilia Gallardo de Cano, confirmó el 22.10 enviar a la Asamblea Legislativa un anteproyecto de la nueva Ley General de Educación. Por el momento, el anteproyecto contempla la creación del bachillerato general de 2 años y el técnico vocacional de 3 años que incluye las áreas de administración de empresas, contabilidad, salud, industrial, agrícola y otros. Estos mismos bachilleratos en su versión nocturna tendrán una duración de 3 años el general y 4 años el técnico vocacional. La ley obliga a los centros educativos a plasmar en los prospectos el derecho de pago de matrícula y las colegiaturas del año, en las que será terminantemente prohibido establecer nuevos sistemas de cobro durante el año. Los incrementos en las colegiaturas deberán contar con el respaldo de una asambela general de padres de familia, pues de lo contrario no tendrán validez y la institución se hará acreedora de sanciones desde amonestaciones públicas o privadas, cierres y multas cuyo monto definirán los diputados. Establece también que la educación en las escuelas públicas será gratuita hasta el tercer grado, y después, para las familias con más de un niño en los grados siguientes, se pagará una sola cuota por familia siempre que éste haya sido aprobada por el Ministerio. Contiene los sistemas de evaluación del aprendizaje y una serie de disposiciones más, y deja la atribución al Presidente de la República para elaborar el Reglamento General de la presente Ley (LPG 23.10 p.7- a, LPG 24.10 p.8-a).----- CAPTURAN EX DIRIGENTE DE ADEFAES. Fuentes de la División de Investigación Criminal (DIC) capturaron el 22.10 a Mauricio Arnulfo Cornejo Rivas, ex presidente de la Fundación de Veteranos de Guerra y Asociación de Desmovilizados de la Fuerza Armada de El Salvador (ADEFAES), acusado de robar mobiliario de oficina, valorado en más de 100 mil colones, propiedad de la Fundación. Fuentes de la DIC aseguraron que la actual Junta Directiva de la Fundación de Veteranos de Guerra, acusaron al detenido de haberse robado gran cantidad de mobiliario de oficina, entre éste una computadora donada a la Fundación por la Embajada de Gran Bretaña. La dirigencia también denunció a Cornejo Rivas de haber malversado fondos por más de 300 mil colones; sin embargo, la Policía no ha recopilado suficientes pruebas en contra del imputado. Cornejo Rivas aseguró que la denuncia interpuesta por sus compañeros era injusta, puesto que el mobiliario se encuentra en su casa, debido a que en la misma iba a funcionar el organismo demandante. "Me siento apenado en la situación en que me encuentro, yo nunca traté de quitarle nada a la Fundación y lo que han hecho mis compañeros no tiene nombre" dijo el imputado. Agregó que nunca malversó fondos, porque nunca entró dinero a la Fundación. El ex presidente de ADEFAES, tras tener diferencias con los directivos de la Asociación, se retiró de esa agrupación y creó, junto con otros desmovilizados, la Fundación de Veteranos de Guerra. Empero, la actual Junta Directiva de la Fundación le retiró de su cargo en agosto de 1996, alegando supuestas anomalías en el manejo de los fondos (LPG 23.10 p.8-a, DH 23.10 p.9).----- CRISIS FINANCIERA EN FUNDAPAZ. Una grave crisis económica que se muestra en la falta de fondos para gastos administrativos y de gestión sufre la Fundación para la Paz (FUNDAPAZ), que podría efectuar un préstamo de 160 mil colones para menguar el déficit financiero. Según cálculos revelados en un informe oficial, la entidad requiere de 195 mil 357 colones para cumplir con sus obligaciones de los próximos 3 meses, los cuales podrían ser superados en unos 9 mil 642 colones, si se cumple un riguroso plan de recolección de fondos. El documento revela que algunos de los miembros fundadores de la entidad trabajarán hasta diciembre, pero se expone que la fecha se puede reprogramar dependiendo de los resultados de la gestión financiera. La iniciativa, elaborada por miembros de FUNDAPAZ, se denomina "Propuesta y recomendaciones del comité encargado de cuestiones financieras y sostenimiento de FUNDAPAZ". Se sugiere, para el cumplimiento de las metas, en la primera fase de la propuesta, el cobro de pagos de la membresía a todos los integrantes de la Fundación. También se advierte de gestiones para buscar donaciones extraordinarias y urgentes de parte de la empresa privada, empresas y personas altruistas. Según revela el documento, se ha pensado solicitarle financiamiento al gobierno, para iniciar la ejecución del decreto ejecutivo No. 151540 en el ramo de educación, en el que se le otroga a FUNDAPAZ la coordinación nacional del programa "cultura de Paz". A largo plazo, FUNDAPAZ, de acuerdo al documento, establecerá un fideicomiso a través del cual solicitará la cooperación de personas altruistas nacionales y extranjeras, al tiempo que se cobrará por el uso de proyectos como el parque de la paz, el centro de documentación y un museo (LPG 24.10 p.35-a)----- TRANSFORMARAN SEMA. La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), que aglutina a 38 organizaciones ambientalistas, rechazó el 23.10 la propuesta del Gobierno en convertir a la Secretaría Ejecutiva del Medio Ambiente (SEMA) en Viceministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales dependiente de la cartera del Interior. "No estamos de acuerdo con eso, porque la problemática ambiental no tiene nada que ver con las actividades que desarrolla el Ministerio del Interior, expresó el presidente de UNES, Angel Ibarra. A juicio de la UNES, esta posición gubernamental no refleja más que la falta de voluntad de gobierno por abordar, adecuademente, el tema ambiental, según Ibarra "porque se le está poniendo a SEMA dentro de una estructura burocrática que terminará por hacerla ineficiente para velar por la protección de los recursos naturales del país". Añadió que ésta Asociación reitera la necesidad de que el gobierno retome la propuesta que le hicieron meses atrás de otorgarle a SEMA un rango ministerial, con el objeto de establecer vínculos con otros ministerios, obtener fuerza política, capacidad de convocatoria, iniciativa de recursos para impulsar su trabajo. Por su parte, el diputado de oposición Miguel Espinal, del PRSC, declaró el 23.10 que convertir a SEMA en Viceministerio fortalece a la institución del medio ambiente, pero aseguró que el debate no debería ser si se convierte o no en Viceministerio, sino más bien, si el Gobierno demuestra estar dispuesto a respaldar leyes y restricciones drásticas para proteger al medio ambiente (LPG 24.10 p.47- a).----- CAMBIOS EN GABINETE. Los cambios dentro del gabinete de gobierno no han terminado y se conocerán a corto plazo, reveló el 28.10 el Presidente de la República, Armando Calderón Sol, al juramentar como nuevo Ministro de Agricultura y Ganadería a Ricardo Quiñónez Avila, quien sustituye a Oscar Manuel Gutiérrez. Calderón Sol, sin especificar qué carteras tendrán cambio de autoridades, confirmó que se está evaluando el trabajo del Viceministro de Agricultura, José Ernesto Jaimes, de quien se dice sería sustituido por la economista Vilma de Calderón. El Presidente enmarcó las modificaciones dentro de un proceso de "reevaluación" de su gestión, ya que "nos acercamos a la mitad del período de gobierno". "Nos proponemos una mayor eficiencia, y manifiesto esto por algunos comentarios en la prensa nacional a raíz de los cambios en el gabinete de gobierno", expresó el mandatario refiriéndose, a la renuncia del Viceministro de Justicia, Raúl Somoza Alfaro, la ex presidenta del FIS, Norma de Dowe, y el ex ministro de Agricultura, Oscar Manuel Gutiérrez. Estas 3 dimisiones de ejecutivos de gobierno se hicieron públicas en menos de 15 días, pero Calderón Sol negó que haya inestabilidad en el gabinete. "En todas partes puede cambiarse a funcionarios de la administración y esto no implica ni estabilidad ni grave problema". Según Calderón Sol, en la decisión de sustituir al Ministro de Agricultura, influyeron las permanentes quejas y críticas de algunos sectores agropecuarios. "Sobra decir argumentos, es de conocimiento público esa situación y la Presidencia ha recogido esas evaluaciones y demandas de los sectores involucrados", admitió (LPG 29.10 p.2-a)----- ALERTA POR DELINCUENCIA. En el marco de la Conferencia Iberoamericana sobre Reforma Judicial, la cúpula del sector justicia, entre quienes se encuentran el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Domingo Méndez; el Ministro de Justicia, Rubén Mejía Peña; el Fiscal General de la República, Manuel Córdova; el Procurador General y el Presidente del Consejo Nacional de la Judicatura, coincidieron el 28.10 en la necesidad de proponer medidas conjuntas, tendientes a combatir con mayor eficacia el auge delincuencial. Los funcionarios señalaron la necesidad de que todos los sectores de la sociedad tomen conciencia de su papel ante el combate de la delincuencia. Los fenómenos delincuenciales, como las masacres que han conmovido a la sociedad en las últimas semanas, "sólo indican que es un verdadero problema dictar una legislación que pueda reprimir de inmediato la delincuencia, según las expectativas justas del país", sentenció Méndez, en alusión a la ineficacia de la Ley de Emergencia. La Corte Suprema de Justicia ha reiterado que, a la vez que se tiene que combatir la delincuencia, se deben atacar las causas y la raíz que generan la delincuencia agregó Méndez. Este además recordó que la pena de muerte es una medida que ha dado resultados en algunos países y en otros no. En Guatemala, donde la pena máxima por delitos graves es la muerte, continúan los horrendos crímenes (LPG 29.10 p.3-a). ---------------------------