© 1996 UCA Editores
año 17 número 733 noviembre 6 1996 ISSN 0259-9864 Elecciones cuestionadas Situación de la industria maquilera Los medios y la difusión de la violencia Evaluación de la Integración Centroamericana Los retos para combatir la violencia ¿Quién le cree a la PNC? ----- Elecciones cuestionadas Las recién pasadas elecciones en Nicaragua cuestionan seriamente la creencia de que este mecanismo democrático estaba logrado en la región después de décadas de guerras internas. Se daba por hecho que las elecciones podían garantizar la alternancia en el poder del Estado en los países centroamericanos. Pero las elecciones nicaragüenses muestran que lo que se pudo haber avanzado en la consolidación de este mecanismo ha retrocedido a la década de los setenta. Paralelamente, los índices económicos también han retrocedido varias décadas. No obstante las declaraciones de los organismos internacionales encargados de vigilar el proceso, que aseguran su limpieza, los triunfadores no emergen claramente. Sobre el proceso electoral pesan múltiples señalamientos de fraude, desde el funcionamiento irregular de las mesas receptoras de votos hasta el hallazgo de votos válidos en poder de uno de los contendientes principales. Las irregularidades han sido tantas que dos semanas después de los comicios aún no ha sido posible declarar firme ningún resultado. El fracaso del proceso electoral para determinar democráticamente quiénes gobernarán Nicaragua en los próximos años se debe no sólo a la incapacidad evidente del órgano responsable de organizar las elecciones, sino a algo todavía mucho más grave: a no permitir el acceso al poder del Estado a aquellos partidos considerados de izquierda, que puedan poner en peligro el orden establecido. Estos partidos pueden participar, pero no triunfar. El poder real del Estado no estaría en disputa en las elecciones. Así, las elecciones corren el peligro de convertirse en un mecanismo para legitimar el ejercicio del poder por parte de aquellos partidos que representan a los grandes intereses económicos nacionales e internacionales, aceptables para los organismos financieros multilaterales y para el gobierno de Estados Unidos. Las elecciones son buenas para legitimar a la derecha y excluir a la izquierda, de la misma manera que en el pasado sirvieron para legitimar a las dictaduras militares y excluir a la oposición. Al no haber posibilidad o disposición para dirimir el ejercicio del poder real del Estado, son unas elecciones antidemocráticas. Los observadores internacionales y Estados Unidos constataron el sinnúmero de irregularidades que pone en entredicho la legitimidad de las elecciones nicaragüenses, pero no lo pueden reconocer, porque eso significaría repetir un ejercicio engorroso y caro y sobre todo porque no desean que los sandinistas accedan al poder del Estado. Las elecciones nicaragüenses fueron organizadas de tal manera que el Frente Sandinista de Liberación Nacional no pudiera triunfar. Pareciera que para ello, cualquier recurso fue considerado válido. Estados Unidos rompió su neutralidad formal e intervino abiertamente en los asuntos internos de Nicaragua al declarar repetidamente que el candidato sandinista no era demócrata y, por lo tanto, si era electo, resultaría inaceptable para Washington. Los nicaragüenses han experimentado en carne propia lo que es un gobierno inaceptable para Estados Unidos. Otro que rompió con su neutralidad también formal fue el arzobispo de Managua, el cardenal Obando, quien aparte de bendecir públicamente al candidato liberal de sus preferencias, utilizó el púlpito para advertir que los sandinistas eran traicioneros y asesinos como la serpiente que ataca mortalmente a quienes cuidan de ella. Las intervenciones del arzobispo son extremadamente importantes porque es la persona con mayor prestigio y credibilidad de Nicaragua. El arzobispo de Managua puso su inmenso poder social -ampliamente reconocido, cultivado y venerado- al servicio del partido político respaldado por Washington y el gran capital. Comprensiblemente, Estados Unidos, el arzobispo y los observadores internacionales dan por válidas las elecciones nicaragüenses aun sin conocer los resultados oficiales y pasando por alto las irregularidades y el fraude verosímil. No es necesario ser sandinista para reconocerlo. En realidad, los sandinistas no son ni mejores ni peores que el Partido Liberal de Alemán. En cuanto partido legítimamente reconocido, el FSLN tiene los mismos derechos electorales que cualquier otro. La emotividad no debe impedir juzgar objetivamente el proceso electoral, aun en el caso de que la derecha hubiese ganado legitímamente. Lo que es bueno para los intereses del capital y de Estados Unidos y para salvar la imagen de los organismos internacionales dedicados a verificar elecciones no lo es para la democracia, la cual está demostrando sus límites, pues no todos pueden acceder al poder del Estado, sino sólo aquellos que gozan del beneplácito de los grandes poderes mundiales. La voluntad popular es un simple pretexto que hay que tomar en cuenta sólo cuando coincide con tales intereses. En nombre de una estabilidad mal entendida se está socavando uno de los pilares del régimen democrático y con ello se está abriendo de nuevo la puerta a soluciones no democráticas ni políticas. Aunque en nuestro país la institución electoral tiene más peso que en Nicaragua, las elecciones en este último país no deben pasar desapercibidas. El gobierno y su partido se negaron a reformar el sistema electoral, contrario a lo que habían prometido, para no favorecer el voto mayoritario de la ciudadanía, que considera una amenaza potencial para su continuidad en el poder legislativo y municipal. La organización de las elecciones del 16 de marzo próximo muestra retrasos, presupuesto insuficiente y falta de transparencia. La desorganización electoral es un elemento que también favorece a los partidos mayoritarios. Hay, pues, indicios preocupantes que cuestionan la limpieza del proceso electoral salvadoreño. Por eso, el FMLN anuncia que no aceptará la participación de observadores internacionales que únicamente sirven para legitimar la falta de transparencia y las prácticas antidemocráticas del gobierno y ARENA. No obstante que las elecciones puedan ser legítimas, lo más probable es que sean poco democráticas y quienes resulten electos tendrán, de hecho, una representatividad muy limitada. ARENA podría retener el poder en la asamblea y en los gobiernos locales, pero la democracia no saldrá bien parada. ----- Situación de la industria maquilera Durante los últimos años la maquila de ropa ha pasado a ser uno de las principales actividades económicas del país y a la vez una de los principales sectores generadores de exportaciones. Al mismo tiempo, la maquila es producto de los primeros pasos en el proceso de apertura económica del país y que en realidad tiene dimensiones mundiales. Una de las facetas de la globalización es el surgimiento de inversiones transnacionales que se orientan hacia el aprovechamiento de las ventajas comparativas con las que cuentan los diferentes países. En el caso de El Salvador, este proceso se ha concretizado en el aprovechamiento de la mano de obra en actividades que no requieren de altos niveles de calificación laboral, especialmente aquellas relacionadas con la maquila de ropa. Es así como en la presente década se ha registrado una marcada tendencia hacia el incremento de la producción, empleo y exportaciones de la maquila, aunque conjugada con un marcado incremento de los conflictos laborales originados por el irrespeto de las leyes laborales vigentes en el país. Esta situación ha provocado ya la visita de al menos dos misiones del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. En ambos casos ha sido factor común la necesidad de constatar las condiciones de trabajo en las empresas de maquila de ropa y muy especialmente la presencia de mano de obra infantil. En la actualidad fuentes relacionadas con la industria de la confección sostienen que se ha experimentado una disminución de la actividad de la maquila, similar a la experimentada por los restantes sectores económicos. Lo anterior plantearía severas restricciones para el modelo de liberalización económica que el gobierno pretende implementar, al sugerir que inclusive la aparente ventaja comparativa derivada de la mano de obra abundante y barata en realidad no existe. Lo anterior debido a que existen otros países en los cuales la mano de obra con baja calificación es más barata que la salvadoreña. En las siguientes líneas se busca presentar una evaluación coyuntural de la industria de la maquila mostrando algunos posibles factores explicativos de la misma y además destacando como esta situación refuerza la hipótesis de la necesidad de reorientar la política de fomento de las exportaciones y la política económica en general. Importancia de la maquila Desde su resurgimiento a principios de la presente década la actividad de la maquila ha experimentado un ritmo ascendente que la ha llevado, de representar un 18.3% de las exportaciones en 1991, a representar un 39.5% en 1995. Por otra parte, en esta industria también se ha experimentado un marcado incremento de la demanda de mano de obra, al grado que los puestos de empleo se han multiplicado hasta llegar a representar cerca de un 3% de la Población Económicamente Activa del país. Estos dos factores son, sin lugar a dudas, los dos aportes más importantes que pueden atribuirse a la actividad de la maquila: generación de exportaciones y puestos de empleo. Pero existen algunas restricciones de estos aportes. En primer lugar, debe tomarse en cuenta que los puestos de trabajo generados por la maquila son de baja remuneración (perciben el salario mínimo aproximadamente) y ofrecen condiciones de trabajo inestables; en segundo lugar, los efectos de la actividad de la maquila sobre el sector externo en realidad no se limitan a la generación de exportaciones, sino también de importaciones. En relación a lo anterior, datos del Banco Central de Reserva (BCR) establecen que en 1995 la maquila exportó 5,475 millones de colones, pero al mismo tiempo importó 4,366.1 millones de colones, lo cual implica que la maquila significó una entrada de divisas de sólo 1,108.9 millones de dólares. Por otra parte, en lo tocante a las finanzas públicas las maquilas en realidad representan un sacrificio fiscal para el Estado, pues este deja de percibir los impuestos que normalmente se impondrían a una industria común (impuesto sobre las ganancias, IVA, impuesto a las importaciones, etc.). Desaceleración de la maquila y escenario externo De acuerdo a personeros de la Asociación Salvadoreña de la Industria de la Confección (ASIC), en el transcurso de 1996 la maquila ha disminuido notablemente su ritmo de crecimiento al grado que habría pasado de 46% en 1995 a sólo 12% en los primeros diez meses de 1996. Aparejada a esta situación habría estado una reducción de los puestos de trabajo en el sector que habría implicado pasar desde un nivel 65,000 empleos en 1995 a sólo 45,000 en 1996; es decir, una reducción de aproximadamente 20,000 empleos equivalentes a un 1% de la Población Económicamente Activa. De acuerdo a las mismas fuentes esta situación obedece al traslado de varias empresas hacia países que cuentan con "mano de obra más barata, como Honduras y México"; al grado que mientras en El Salvador la mano de obra se cotiza en U$1.10 la hora, en México sólo llega a U$0.48, mientras que en Honduras a U$0.50. Según la ASIC, en el último año, mientras en el país la población empleada por la maquila se redujo en 20,000 personas, en el sur de México se crearon 125,000 nuevas plazas en esta misma actividad económica. Adicionalmente al menor costo de su mano de obra, El Salvador se ve en clara desventaja en relación a países que han sufrido devaluación de su moneda y que presentan una situación geográfica que facilita el acceso al mercado de los Estados Unidos. Conclusiones Hasta 1995, la maquila se había convertido en una de las principales fuentes de generación de empleo. En la actualidad, esta tendencia se habría revertido al grado de haber disminuido drásticamente su personal empleado y haber experimentado una disminución en su crecimiento. La desaceleración de la maquila no responde a la política económica del gobierno, sino más bien a la cambiante situación del mercado internacional; ante la cual la política de promoción de exportaciones tiene muy poco que aportar. Considerando las condiciones de nuestros competidores externos, resulta claro que en el mediano plazo la reducción en la actividad de la maquila podría ser inclusive mucho mayor que la experimentada hasta ahora. Ateniéndose a la lógica neoliberal, la forma de mitigar la emigración de la inversión en la maquila sería proceder a una devaluación del colón y a una reducción del salario mínimo; lo cual obviamente provocaría mayor inflación, menores salarios nominales, caída de los salarios reales e incremento de la pobreza. Resulta claro, pues, que el modelo de globalización económica podría en realidad resultar sumamente desventajosa de ser aplicado sin mayores contemplaciones, tal y como el gobierno pretende. Un plan de desarrollo fundamentado en las posibilidades de la apertura económica plantea elevados niveles de incertidumbre que incluso pueden llegar a poner en peligro el crecimiento y la estabilidad económica. Aún y cuando no se trate de inversiones financieras especulativas, la inversión internacional es sumamente sensible a cambios en las ventajas comparativas de los países. Los casos exitosos de inserción en la economía mundial (países del sudeste asiático) han pasado por diferentes estadios antes de adoptar medidas más radicales de apertura económica. Por ejemplo, los niveles de educación de la población trabajadora se elevaron con el objetivo de atraer inversiones en actividades que requieren mayor calificación de mano de obra y, por lo mismo, son mejor remuneradas. En cambio, en El Salvador se ha procedido primero a la apertura económica para luego promover la superación educativa de la población. La situación actual de la maquila y de la economía en general sugieren que es necesario reorientar la política económica hacia polos de crecimiento más estables tales como la agricultura e industria lo cual supondría sin duda revertir o al menos retrasar el proceso de apertura económica. ----- Los medios y la difusión de la violencia En menos de tres semanas han ocurrido tres asesinatos colectivos que han consternado y preocupado a gran parte de la población salvadoreña. El hecho de que estos se hayan sucedido en tan poco tiempo y que en cada uno de ellos se utilizara una violencia totalmente desmedida y brutal (con claras muestras de sadismo) ha causado una generalizada ola de opiniones, en la cual la percepción de fondo es que la PNC posee poca o nula capacidad para encontrar a los hechores de actos criminales y refrenar una violencia que ya ha llegado al paroxismo. Los tres casos, ocurridos entre la última semana de octubre y las primeras de este mes, arrojan un saldo total de 19 muertos, entre ellos nueve menores de edad. Pese a la diferencia de localidades (el primero en San Salvador y los dos últimos en Sonsonate) los asesinatos tienen varias cosas en común. En primer lugar, las circunstancias no permiten suponer que el móvil primario fuera el robo, al cual le correspondería el homicidio como medio, sino más bien ha sido éste último el fin de la actividad de los hechores (se ha especulado mucho sobre la posibilidad de "vendettas" personales). En segundo lugar, teniendo como referentes los arrestos de ex-combatientes de guerra sospechosos de haber participado en asesinatos colectivos anteriores y la forma en que han operado los autores de los casos en mención, cabe la posibilidad que los grupos que cometieron estos homicidios estén compuestos en su mayoría por veteranos del conflicto armado, tanto de la guerrilla como de la fuerza armada. Finalmente, la manera violentísima e indiscriminada en que fueron atacados niños y ancianos no deja de recordar la manera en que operaban los batallones élites de la Fuerza Armada contra la población civil sospechosa de apoyar o formar parte de los asentamientos guerrilleros durante la guerra; es decir, la saña y el grado de violencia utilizada por los hechores en estos casos podrían ser interpretadas como una herencia directa del conflicto armado en El Salvador. En las líneas que siguen se analizará el papel que han jugado los medios en la difusión de estos hechos y la responsabilidad que ellos tendrían en la manera en que es percibida por los espectadores. Desde que la delincuencia y los hechos de violencia hicieron su irrupción en la vida del país luego de la guerra, se ha discutido mucho sobre el papel de los medios en su cobertura y difusión. Se ha criticado el que los medios, tanto escritos como televisivos, no sólo se limitan a informar al público sobre este tipo de situaciones (algo en sí legítimo), sino que lo hagan dotando a los hechos de un matiz de morbosa y sangrienta teatralidad. Se ha señalado que los prensa escrita y los noticieros televisivos se han obsesionado por notificar minuciosamente sobre los casos más truculentos, pasando con ello de la labor periodística seria y objetiva al amarillismo y sensacionalismo más burdos. Se ha acusado a los medios, pues, de buscar en la violencia cotidiana que experimenta el país un instrumento para provocar el morbo y la insana curiosidad popular y así elevar las ventas y los ratings de audiencia. Como respuesta a lo anterior, el jefe de información de uno de los principales rotativos del país publicó, a raíz de las masacres, un artículo en el que pretendía defender el derecho de los medios a dar cobertura y amplio despliegue a los asesinatos y hechos violentos que se dan continuamente en la sociedad. Por ser uno de los primeros intentos -si no el primero- de justificar explícitamente la labor de los medios con respecto a la violencia, es útil mostrar las flaquezas argumentativas del artículo. En primer lugar, el articulista parte de que los medios "transmiten no crean los hechos de sangre", por lo que su cobertura no sería negativa; sin embargo, obvia que el problema no está en el hecho de la transmisión, sino en el cómo se transmiten: una cosa es notificar que un hombre fue asesinado en un atraco armado y otra describir cuantas puñaladas recibió, en que partes del cuerpo, cual era la expresión de su rostro, etc. El autor no parece percatarse que la transmisión de los hechos que realizan los medios dista mucho de ser inmediata; parece no saber que la transmisión está mediada por criterios editoriales, por la selección misma del hecho, por los adjetivos utilizados para describir o narrar una situación, entre otros. En segundo lugar, se afirma que esta cobertura obedece a dos objetivos: el de informar al público y el de ejercer presión sobre la PNC y los procesos judiciales que se le siguen a los criminales arrestados para la rápida resolución de los casos. Añadiendo que para cumplir este último es de alguna manera válido -aquí se acentúa la confusión del artículo- añadir "algunas gotas de amarillismo que dan mayor realismo pero que, además, provocan aversión y repudio, pero no con la intención de provocar...la morbosidad y mucho menos 'naturalizar' el crimen". Es decir, a criterio del autor, el amarillismo manifestado en los medios -que realmente está lejos de ser administrado en "gotas"-, se justifica por la inoperancia del sistema policial y de justicia; empero el autor no logra aclarar de qué manera este amarillismo supuestamente dosificado cumpliría con el objetivo de ejercer presión y no provocaría, por el contrario, la naturalización del crimen y "'llevar a cierto protagonismoþ a los asesinos". Por descuido o por ignorancia el autor pierde de vista dos cosas importantes: a) que estudios realizados en el país de los mass media, Estados Unidos, indican que el sensacionalismo de los medios ha provocado la naturalización de la violencia en los adolescentes y niños, y que, además, esta obsesiva cobertura de los asesinatos y sus hechores ha llevado a que ello sea utilizado por algunos individuos para escapar del anonimato propio de las grandes urbes; el asesinar a alguien ha sido el medio preferido de ciertos desequilibrados para acaparar fugazmente la atención de miles de ojos ávidos de la violencia que exponen los noticieros, el medio adecuado para alcanzar la subjetividad que niega una sociedad fría y despersonalizada. En este sentido, los medios estarían generando indirectamente -o al menos incitando a cometer- los hechos que tan ávidamente buscan informar. b) Que una tarea informativa verdaderamente constructiva para el estado de la justicia en el país no se logra a través de la presión al sistema mediante el amarillismo, sino más bien por medio de un ejercicio periodístico que ahonde en los orígenes y causas de la violencia, que descubra las modalidades de ésta a nivel político, laboral y económico (las políticas económicas que exacerban las condiciones de pobreza de buena parte de la población, por ejemplo), que se preocupe por presentar las opiniones y propuestas de todos los sectores de la sociedad para solucionarla. Hasta el momento los medios, tal vez pretendiendo presionar al sistema tal como afirma este articulista, han logrado hacer cuajar la idea en la población de que el actual clima de violencia es insolucionable, por lo cual las medidas extremas como por ejemplo la pena de muerte o los linchamientos populares (algo que tarde o temprano habrá de hacer su aparición) son alternativas a las que irremediablemente hay que recurrir. Los medios con su incesante bombardeo y con su muy particular forma de retratar la violencia han deformado, pues, el fenómeno. El insistir en la inutilidad de la PNC y los órganos encargados de aplicar la justicia lleva a que la solución a la violencia se busque de manera alterna a estas dos instituciones; es en este sentido que la labor ha sido más destructiva que constructiva. En definitiva, los recientes asesinatos colectivos han servido para que los medios ratifiquen la supuesta necesidad de medidas radicales; al presentarse la situación y la actividad de los hechores como algo completamente irracional y espontáneo se deja a un lado que estas prácticas podrían provenir de la falta de interés en impulsar programas que rehabilitaran psicológicamente a los combatientes instruidos en el exterminio indiscriminado de personas; se deja de lado que estas prácticas podrían ser el reflejo magnificado de la negativa de los agentes sociales a dialogar y ser tolerantes con posiciones o intereses contrarios a las suyos. ----- Evaluación de la Integración Centroamericana Entre el 15 y 16 de octubre se celebró, en San Salvador, una Reunión de cancilleres y Ministros de Economía de Centroamérica a la que asistieron los cancilleres de Honduras, Delmer Urbizo; Nicaragua, Ernesto Leal; Costa Rica, Fernando Naranjo; el Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Eduardo Stein; y el Viceministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Victor Manuel Lagos. Los Ministros de Economía de Guatemala, Mauricio Wurmser; Honduras, Fernando García; El Salvador, Eduardo Zablah; Costa Rica, León Desanti; y el Viceministro de Economía de Nicaragua, Eduardo Belli. El secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Roberto Herrera; y el de la Secretaría Permanente del Tratado General de Integración Económica Centroamericana (SIECA), Haroldo Rodas Melgar. La reunión trató, entre otros puntos, los siguientes: evaluar el proceso de negociación de los países de la región, para el establecimiento de tratados de libre comercio con México y Chile, así como las relaciones entre la Comunidad de Estados del Caribe (CARICOM); la cooperación que los gobiernos de Centroamérica sostienen en forma recíproca; definir la posición que Centroamérica llevará a la Cumbre Iberoamericana de Presidentes y jefes de Estado, que se realizará el 10 y 11 de noviembre en Chile; y la Cumbre de las Américas sobre el desarrollo sostenible, que será celebrada del 5 al 7 de diciembre, en Bolivia; conocer un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) sobre el proceso de integración centroamericana. En esta misma reunión, los presidentes de las cúpulas industriales del área, que forman la Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales Centroamericanas (FECAICA), entregaron a la asamblea un documento de ocho páginas, en el que afirman claramente los graves males que ha traido consigo el manejo que se ha hecho con la baja de aranceles. Avances y obstáculos Dentro de los avances alcanzados que se deben considerar está el acuerdo de los Ministros de Economía, que apunta a la unificación de criterios para el Tratado de Libre Comercio con Chile, tal como lo reveló el Ministro de Economía salvadoreño, Eduardo Zablah, quien además señaló que no se hará efectivo a corto plazo porque "los recursos humanos de los Ministerios de Economía no son tan amplios como para tener tantos frentes abiertos a la vez". Sobre ese mismo tema, el canciller de Honduras, Delmer Urbizo Panting, manifestó que la región centroamericana debe acelerar su espacio geográfico para establecer el libre comercio con países como México y Chile, porque "con la globalización que se está experimentando, no podemos quedarnos a la zaga". Todo lo cual se ha hecho en aras de incorporar a la región como bloque ante el concierto de naciones. En lo que se refiere a los obstáculos del proceso de integración, es importante señalar que los informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) recomiendan la necesidad de reducir los organismos creados en el contexto de la integración. De hecho, el estudio fue realizado a pedido de los Presidentes centroamericanos, que buscan según manifestó el Ministro Zablah, "revisar cuántas organizaciones y oficinas existen en Centroamérica que tienen que ver con la integración, y definir cuantas son necesarias y cuáles hay que arreglar y cuáles no". Al respecto, el canciller de Costa Rica, Fernando Naranjo, señaló que "hay que revisar los organismos de la integración porque muchos de ellos nacieron hace muchos años en condiciones políticas y económicas diferentes y hay que actualizarlos y simplificarlos". Por su parte, en el documento de FECAICA se afirma que un obstáculo en materia de integración es la baja de aranceles. En el mismo, los empresarios piden "no proseguir con el proceso de desgravación en el techo arancelario". Más aún, para éstos, los mandatarios no han precisado otras fuentes de recursos alternativos que puedan paliar la reducción de los ingresos fiscales como consecuencia de la desgravación arancelaria. Asimismo, aseguran que el 20% de la tarifa arancelaria no representa en modo alguno una protección efectiva alta, y ello porque la producción centroamericana básicamente está representada por materias primas e insumos, cuyos niveles arancelarios oscilan en 5, 10 y 15%. En esa misma perspectiva, FECAICA no sólo destacó que los aranceles juegan un papel importante en las negociaciones que Centroamérica realiza con terceros países, especialmente con México, sino que hizo un llamado para que se tome muy en cuenta el papel que juega el arancel en materia económica, evitando así las "distorsiones competitivas". Los industriales insistieron en que la apertura comercial que se realizó entre los años 1990 a 1993 trajo consigo consecuencias negativas para las economías de la región, lo cual se constata tanto en la crisis que enfrentra gran parte del sector productivo, como en el crecimiento de la brecha comercial. En ese período, el déficit de la balanza comercial de Centroamérica creció en 1,922 millones de dólares, esto es, sufrió un incremento del 93%. Consideraciones En lo señalado por el Ministro Zablah no es válido argumentar solamente que son pocos los recursos humanos con los que cuenta la región, sino se trata de tener presente que, si se va a negociar con México y Chile, se debe tener claro en qué condiciones se negocia, porque si ello ciertamente abre nuevos mercados para las economías de la región, no quiere decir que automáticamente todo se convierte en un beneficio para los países centroamericanos. En esa misma perspectiva, no debe tomarse a la ligera lo expresado por el canciller hondureño Urbizo Panting, referente a la aceleración de las economías de Centroamérica para incorporarlas a la globalización y que no se queden en la zaga, pues no se trata solamente de incorpar nuestras economías a la globalización para avanzar automáticamente en el desarrollo económico y social. Lo mismo cabe decir de la integración, sobre la cual pesa una pespectiva reduccionista-economicista que deja de lado que los mayores beneficiados son los sectores financiero y comercial, mismos que están ligados al capital transnacional. Ciertamente, la integración regional tiene que ser potenciada, pero la misma debe garantizar el desarrollo para todos y no para unos pocos. Por lo demás, organismos como la SIECA, lejos de proteger los intereses de los sectores industriales al interior de la región, nos han planteado una integración que es poco cuestionadora del capital transnacionalizado, el cual, a través de las grandes instituciones financieras internacionales como el BM y el FMI imponen las reglas del juego económico, con los subsiguientes condicionamientos políticos y culturales. En definitiva, la forma en que se ha manejado la apertura comercial en Centroamérica ha puesto a los sectores productivos en completa desprotección. Queda la tarea a los organismos responsables como la SIECA de realizar un estudio técnico completo que evalúe con la mayor seriedad posible las consecuencias que ha traído consigo la apertura comercial en las relaciones desarrolladas con sus socios y no socios comerciales.----- Los retos para combatir la violencia. A juzgar por las informaciones de la prensa nacional y por las declaraciones de los políticos, las autoridades públicas y los líderes de opinión pública, pareciera que nadie, o al menos muy poca gente en este país, sabe qué hacer con el problema de la violencia. Esto es especialmente cierto en el caso del gobierno cuya Cruzada Nacional contra la Delincuencia y sus acciones en dirección de aprobar la pena de muerte y de endurecer las leyes en contra de los delincuentes constituyen las únicas medidas, o al menos las más visibles, diseñadas para contrarrestar la violencia. Sin embargo, ni el gobierno ni aquéllos que escribiendo o criticando en los espacios de opinión afirman que lo que hace falta a nuestra sociedad es "recuperar los valores perdidos", han dedicado tiempo a un estudio sistemático del problema de la violencia en El Salvador. Más bien, la mayoría de cosas que se proponen públicamente parten del sentido común más olímpico, muchas veces impregnado por un revanchismo social al estilo del "ojo por ojo" y sin mayores razones que las de acabar con todo lo que pudiera resultar peligroso. Es impresionante encontrar cómo aún después de cuatro años de que los salvadoreños comenzaran a señalar crecientemente el problema de la violencia, no existen siquiera registros fiables y sistemáticos sobre la prevalencia de la violencia y los delitos, ya no se de diga estudios o investigaciones epidemiológicas o sencillamente de magnitud de la violencia. Y más impresionante aún es la facilidad con la cual se promulgan decretos -que son presentados como parte de un plan- sin ninguna base comprobada y sin proyecciones de consecuencias. En estas condiciones es necesario recordar y subrayar -por enésima vez- que el problema de la violencia en el país no se reduce a la cantidad de personas asaltadas a lo largo del territorio nacional; el problema de la violencia tiene que ver con un estado de agresividad exacerbada que permea todos los ámbitos sociales de la vida nacional y cuyas expresiones más terribles se están convirtiendo en algo habitual, tanto como cotidiana sigue siendo la muerte en esta sociedad. Por ello, el combate de la violencia debe partir de acciones sistemáticas, planificadas y controladas, no de expresiones de buenos deseos o "buenos valores". El primer reto, ya impostergable, para combatir la violencia en este país lo constituye, como ya se ha señalado en este semanario, la implementación de estudios exhaustivos sobre la violencia y sus manifestaciones. Ello implica la creación de instrumentos eficientes de seguimiento epidemiológico, de identificación de los factores de riesgo para cada zona geográfica del país y de los entornos urbanos; implica también un examen riguroso de los registros de violencia de tal manera que permita su validación y estandarización bajo criterios e indicadores medibles; el estudio de la violencia significa también una estimación de los recursos y programas que efectivamente se invierten en el combate de la violencia misma, lo que gastan los salvadoreños de manera pública o privada en protegerse y cuánto de eso es realmente efectivo para detener la violencia y cuánto de eso en realidad sólo contribuye a subir un escalón más en la espiral de agresiones sociales. Un estudio sistemático sobre el problema permitiría vislumbrar qué zonas del país necesitan una atención más eficiente en términos de recursos de protección y de seguridad pública y qué tipos de recursos con los más adecuados para cada zona. Por ejemplo, una investigación objetiva sobre un programa de combate a la delincuencia probablemente señalaría el índice de efectividad de los números telefónicos para denuncias en un país con un 80 por ciento de la población sin teléfono. Asimismo, señalaría la conveniencia de destinar recursos para la protección de la población en una zona plagada de masacres antes que destinarlos para proteger cosechas agrícolas. La importancia de estudiar el problema se fundamenta en su potencial para la definición de políticas efectivas en contra de la violencia y constituye un reto primordial en una sociedad que no ha logrado comprender a la paz como un estilo de vida a todo nivel, no sólo político. Sin embargo, esperar a cumplir con el primer reto no puede justificar la falta de acciones más coherentes para atacar la violencia. Los estudios realizados en otros lugares señalan una serie de aspectos que usualmente están asociados a la violencia dentro de una sociedad. Un examen rápido -pero no menos riguroso- sugiere que tales aspectos están presentes también en el fenómeno salvadoreño. Estos son: un sistema de marcada marginación y exclusión social, un entorno psicosocial que posibilita la agresión, la falta de eficiencia en los sistemas de seguridad pública y justicia, la permisividad hacia el uso y portación de armas, y el elevado consumo de alcohol y drogas. Así, los retos para combatir la violencia se deberían encaminar hacia la atención de esos aspectos bajo una visión integral. La violencia no se combate reduciendo la pobreza per se, mucho menos se combate confinando o eliminando a los pobres; la violencia se enfrenta reduciendo la marginación social de las mayorías. La violencia se combate en la medida en que la sociedad abre espacios de participación legal y legítima que permitan a los ciudadanos tener un control aceptable sobre su entorno y sobre su destino social. Ciertamente la marginación está ligada a la pobreza, pero está comprobado que la violencia como la que vive el país en la actualidad, no surge como un intento de obtener recursos financieros para vivir, sino como un intento de recuperar espacios de poder social que permitan tener cierto nivel de control sobre la vida y que de otra forma no se obtendría. Este es un gran reto, el cual está ligado a la tarea de que los salvadoreños "des-aprehendan" que el uso de la violencia es efectivo para resolver conflictos y para lograr sus metas. Ello está ligado al problema de la salud psicosocial de la población: un entorno injusto que excluye a muchos y que beneficia a pocos genera mecanismos ideológicos de descalificación que mutila, que deshabilita a las mayorías para poder sostenerse. El siguiente reto es, entonces, re-habilitar psicosocialmente a la población, no en el sentido de terapia ocupacional sino en el sentido de devolverle su valor como personas con derechos, intereses y necesidades propias que deben ser satisfechas desde la base. En esto participa también las posibilidades de justicia en la sociedad. Ante todo, es necesario erradicar la impunidad de los sistemas de seguridad pública y de justicia. Todos los ciudadanos deben tener en la práctica los mismos derechos y el Estado debe garantizar eso por todos los medios, más aún con los débiles y desposeídos. Es ilusorio pensar que medidas como la pena de muerte van a ser efectivas en combatir la delincuencia si el sistema no es capaz de atrapar a los que cometen los delitos más graves en contra de la sociedad; en estas condiciones el Estado terminará matando sólo a los que puede agarrar quienes son los que cometieron los delitos menores y que tienen menos recursos para evadir el sistema. Los anteriores son los retos estructurales -puestos de manera simple-, pero existen otra serie de aspectos que hay que enfrentar y son fundamentales en la lucha contra la violencia. Estos elementos son quizás más tangibles de abordar, pero no dejan de ser temas duros. En primer lugar, hay que despojar a los civiles del armamento. Es ridículo que mientras se desarrolla una campaña de recolección de armas de fuego a través de un intercambio, se estén instalando nuevas armerías para proveer a la gente de recursos de armamento en buenas condiciones. Al final se está creando un círculo de reciclaje de armamento del que sólo se benefician los comerciantes, pues las armas terminan regresando a aquéllos que las quieren usar. Un país que ha vivido bajo distintos tipos de violencia durante más de dos décadas y que le ha costado más de cien mil muertes no puede darse el lujo de seguir alimentando los odios con los instrumentos para consumar muertes. En segundo lugar, se deben imponer controles sobre el consumo de alcohol y estupefacientes. La totalidad de investigaciones sobre violencia han demostrado la estrecha relación entre agresión y dopaje; las informaciones locales sobre las circunstancias que han rodeado a las recientes masacres señalan también la presencia del alcohol entre los agresores. Contrario a la tendencia internacional de controlar el consumo de alcohol y drogas mediante impuestos, vedas al consumo en lugares públicos o venta libre, en El Salvador se debe enfrentar una rebaja a los impuestos de las bebidas alcohólicas y la venta casi sin restricciones de las mismas. No se puede combatir la violencia con una combinación tan explosiva como armas y alcohol. En cualquier caso, los retos para combatir la violencia son grandes y complejos, pero el problema exige que las acciones sean tomadas de manera integral y cuidadosa. Ante todo, es básico comprender todas las facetas del problema y abordarlo desde esa integralidad. ----- ¿Quén le cree a la PNC? Don Carlos Gaitán era un ciudadano común, dedicado a su familia y a su trabajo, sin mayores problemas que aquellos que le toca enfrentar a una persona en similares condiciones. No vivía económica y socialmente mal. Aunque día a día --al igual que la mayoría de la gente en este país-- sentía que el costo de la vida se encarecía cada vez más, no se encontraba en una situación crítica: contaba con los recursos necesarios para mantener su casa. Además, era aceptado por las familias vecinas; incluso, con algunas de ellas había entablado relaciones de amistad. Sí sabía del clima de violencia y el ambiente de inseguridad que se respiraban en el país --leía, veía y escuchaba a través de los medios masivos de difusión-- pero nunca había tenido un problema grave en ese sentido. En resumen, por decirlo de alguna manera, era "aceptablemente feliz"... hasta el 4 de enero de 1996. Ese día, la vida de don Carlos cambió radicalmente. ¿Cuál fue la causa? Su hijo de dieciséis años de edad, William Antonio Gaitán Ayala, murió abatido por los disparos que le hicieron miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) en San Salvador, cerca de la plaza Perú, ubicada sobre la avenida Olímpica. A partir de entonces, este padre de familia se encontró --solo y lleno de dolor-- ante un camino del cual tenía algunas referencias pero que nunca había transitado: el de la mentira, la impunidad y la arbitrariedad institucionales. ¿En qué circunstancias murió el joven William Antonio? Carlos Ernesto Forero Borowiec, actualmente detenido en el Centro Penal "La Esperanza", declaró a personeros de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDH) lo siguiente: "que el día de los hechos se conducía en el vehículo que le habían prestado para probarlo y que fue a traer a JUAN CARLOS MARTINEZ, a JORGE ALBERTO (Romero Hernández) y a WILLIAM ANTONIO GAITAN a quien asegura no conocía. En momentos en que transitaban por la prolongación de la Alameda Juan Pablo II, un vehículo policial les ordenó detenerse, orden a la que él desobedeció, pues JUAN CARLOS llevaba un cigarro de marihuana. Al encontrarse a la altura del Mirador, los policías les comenzaron a disparar, por lo que huyó hasta el lugar en donde finalizó la persecución, al estallarle la llanta. Manifiesta que los policías no pararon de dispararles y porsteriormente los capturaron llevándolos a la DIC (división de investigaciones criminales de la PNC)". El relato anterior --con el subrayado y las mayúsculas-- es parte de la resolución que la PDH emitió el 26 de julio del año en curso, la cual fue presentada públicamente hace unos días por la señora procuradora, doctora Victoria Marina Velázquez de Avilés, en compañía de algunos miembros de su consejo consultivo e importantes funcionarios de la institución. Aparte de Forero Borowiec, quien según información periodística confesó pertenecer a una banda de "robacarros", las otras tres personas que se conducían en el auto eran menores de edad. Uno de esos jóvenes, Jorge Alberto Romero Hernández, declaró en el proceso judicial que "cuando el vehículo policial les ordenó detenerse el que manejaba no se quiso detener, por lo que el joven Gaitán le pidió que obedeciera, pero lo que hizo fue acelerar, y que a las dos cuadras empezaron a dispararles, por lo que él se agachó y Gaitán le cayó encima luego de los primeros disparos. Cuando el vehículo se detuvo y lograron salir, los policías les continuaron disparando, y el se tiró al suelo pero después optó por correr con los otros dos; después que capturaron a Forero, él se subió a un bus junto a Juan Carlos (Martínez) en el que fueron finalmente detenidos, y fueron interrogados sobre el paradero de las armas, sin embargo agrega que ninguno de ellos portaba alguna". La PDH sostiene que la declaración judicial del joven Romero Hernández concuerda con lo que, posteriormente, éste manifestó a sus delegados; también coincide con los relatos de los agentes involucrados. Dice la resolución de la Procuraduría que éstos "admitieron que cuando salieron del vehículo les dispararon a los perseguidos, pero que los disparos se hicieron al aire". Además, la PDH afirma lo siguiente: "Se pudo comprobar que el Motorista ESCAMILLA, y el Agente Palacios no participaron en la persecución a pie, sino que se dirigieron hacia el vehículo". ¿Quiénes son "el Motorista ESCAMILLA, y el Agente Palacios" mencionados y por qué se destaca que --en lugar de ir tras los jóvenes que huían-- fueron hacia el auto que acababan de perseguir? Pues porque esos dos "servidores públicos" son los que dieron muerte a William Antonio Gaitán Ayala. A continuación, con la resolución de la Procuraduría, veamos cómo se desarrolló el trágico acontecimiento que nos ocupa. Lo que sigue también es una transcripción fiel del texto: "Al solicitarle datos al Cabo JOSé SANTOS RODRíGUEZ ONI 00573 de la unidad 121, este le informó que había participado en la persecución junto a los agentes MIGUEL PALACIOS CONTRERAS ONI 03294, CARLOS ALBERTO OSORIO VASQUEZ ONI 07280 Y NARCISO GABRIEL ESCAMILLA ACOSTA ONI EA00295. Agregó que no habían encontrado armas en el vehículo". La PDH sostiene que las "declaraciones rendidas por los agentes policiales en el Tribunal, coinciden en señalar que el día de los hechos fueron avisados por parte del sistema de Emergencias 121 que por la Prolongación de la Alameda Juan Pablo Segundo circulaba un vehículo robado a la señora CAMPOS DE AQUINO, reportado como robado el día 2 de enero de 1996". Además, el cabo Rodríguez dijo: "Al ordenarle detener la marcha no lo hizo, y a la altura de la 7a Calle Poniente se oyeron disparos supuestamente provenientes del vehículo perseguido por lo que se optó por dispararles a las llantas" Cabe decir que este subrayado sí es nuestro, porque se vuelve interesante al fijarnos en lo que dijo el juez que hizo la inspección: "En cuanto al vehículo, el parabrisas trasero estaba totalmente quebrado, así como el vidrio de la puerta trasera izquierda, y dos disparos en el vidrio delantero". Después de conocer la "mala puntería" de los policías --pues apuntándole a las llantas, según dicen, pegaron numerosas veces en otros partes del auto-- sigamos leyendo la versión del cabo Rodríguez: "Al estallarle una de ellas (de las llantas) y detenerse los sujetos se bajaron y fueron capturados momentos después, notando que en el interior del vehículo había un cadáver por lo que se dio aviso al 121. Agregaron que cuando se hizo la inspección del Laboratorio no hallaron ningún arma, ignorando ellos que se habían hecho". "Del reconocimiento practicado al cadáver --sostiene la PDH-- se pudo determinar que la causa de la muerte fue herida penetrante de tórax producida por proyectil de arma de fuego, presentando orificios de entrada de proyectil en el quinto y octavo espacio intercostal, ambos sin tatuaje de pólvora, y uno más a nivel del cuello. La autopsia determinó que el proyectil que impactó el cuello y que quedó alojado, fue disparado de atrás hacía adelante, y los del tórax que también quedaron alojados, de derecha a izquierda, ligeramente de adelante hacia atrás, y hechos a una distancia no mayor de cincuenta centímetros". Y sigue la resolución citada: "De los análisis de los proyectiles encontrados al cadáver del joven Gaitán, se pudo determinar que el que le ocasionó la muerte según la autopsia, o sea el que impactó en el cuello, fue disparado por el agente MIGUEL HAGEO PALACIOS CONTRERAS que portaba una Sub Ametralladora Tamae tipo Saf Calibre 9 mm, y los otros dos, por el Motorista de la Unidad, NARCISO GABRIEL ESCAMILLA, quien portaba un revólver Taurus Calibre 38 mm. Se pudo comprobar que el Motorista hizo ocho disparos, pues siendo su arma de una capacidad de seis tiros, pudo hacerlos porque manifiesta haberla recargado". Hasta aquí, pues, queda establecido que Palacios Contreras disparó su arma durante la persecución desde el "radiopatrulla" y que uno de esos proyectiles penetró en el cuello de William Antonio. Los otros dos proyectiles que causaron la muerte del joven salieron del arma del conductor del auto policial y se hicieron a corta distancia. Quiere decir que, tras haberse detenido el vehículo perseguido y después de haber recargado su arma, encontrándose William Antonio dentro del mismo --herido y quizás agonizando-- el chófer Escamilla le disparó a quemarropa. ¿Qué debieron hacer entonces los otros policías que participaron en una operación iniciada con una razón legítima y legal, pero que durante su desarrollo degeneró en una ejecución arbitraria de un menor de edad? Pues detener a Escamilla y a Palacios Contreras, para después reportar lo que realmente había sucedido. Pero no; se hizo lo contrario y todavía más, con el propósito de encubrir a los responsables de esta nueva violación al derecho a la vida. Al revisar la resolución de la PDH, encontramos lo siguiente: "En el proceso 25-96 iniciado sobre averiguar la muerte del joven GAITAN, por parte del Juzgado 13ø de Paz, consta que la inspección del hecho se llevó a cabo a las veinte horas y diez minutos del día de los hechos. Cuando se hicieron presentes, el vehículo se encontraba con las cuatro puertas abiertas, poniendo de manifiesto el Juez según su expresión textual, que había presencia de agentes de la D.I.C. y peritos del Laboratorio de Investigación Científica del Delito de la P.N.C. los cuales se encontraban realizando sin ninguna previa autorización del suscrito Juez, órgano competente de la Administración de Justicia, experticia de prueba de campo en el vehículo y en el cuerpo de una persona, ya fallecida, hasta el momento no identificada". Obviamente, es nuestro el subrayado. Y la resolución de la PDH continúa de la siguiente forma: "Agrega el Juez que las vainillas que se dice fueron encontradas, habían sido retiradas por los miembros del Laboratorio de Investigación Científica del Delito sin autorización alguna, por lo que él no podía afirmar y verificar el calibre ni la cantidad de las mismas... Sobre el reconocimiento del cadáver, manifiesta que lo pudo realizar hasta que los peritos policiales terminaron su experticia sin autorización. Constató que se encontraba en el asiento trasero con dos impactos de proyectil de arma de fuego en la región de la pared lateral del tórax, y un impacto en la región occipital". Las diligencias extrajudiciales instruidas contra Forero Borowiec --reporta la PDH-- "fueron remitidas por la División de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil al Juzgado Décimo Quinto de Paz. En las mismas aparece que los menores JORGE ALBERTO ROMERO HERNANDEZ y JUAN CARLOS MARTíNEZ QUINTANILLA fueron consignados a las bartolinas municipales como imputados del delito de robo y tentativa de homicidio y remitidos el día 5 del presente año, al Departamento del Menor Infractor de la Fiscalía General de la República. Las diligencias policiales incluyeron análisis dactiloscópico. El análisis de la región dorsal y palmar superior de las manos del cadáver de WILLIAM ANTONIO GAITáN AYALA practicado por la Policía, sin intervención judicial, determinó positivo en ambas manos, lo que según el dictamen podría ser por haber disparado o manipulado arma de fuego, o por haber estado cerca o en un ambiente donde se disparó un arma de fuego". Este subrayado también es nuestro, sobre todo porque queremos destacar que posteriormente se realizó una experticia por parte del juzgado décimo quinto de paz de San Salvador, cuyo análisis químico arrojó un resultado negativo en el dorso y en la palma de ambas manos del cadáver. Pese a todo lo anterior, cuando la causa pasó al juzgado quinto de lo penal de San Salvador y se decretó la detención del chófer Escamilla y del agente Palacios, el juez calificó el delito como "homicidio culposo" --es decir, sin intención-- y excarceló a los imputados a solicitud de la defensa. Eso contradice la resolución de la PDH, mediante la cual se establece que en los hechos hubo --por parte de la Policía-- imprudencia, temeridad, falta de respeto a los derechos humanos, prepotencia e irresponsabilidad. A todo eso, cabría agregar todo el esfuerzo institucional por encubrirlos; dentro de dicho esfuerzo, además, se deben considerar el informe de la unidad de control de la PNC y la actitud pasiva de la inspectoría general del cuerpo policial. Este es un resumen de los acontecimientos que cambiaron la vida de don Carlos Gaitán. Ahora, además de trabajar para procurar el sustento diario de su familia, se encuentra buscando --con sus limitados recursos, pero con una férrea voluntad-- que se haga justicia. El suyo es uno de los ejemplos de un ciudadano con valor, dispuesto a todo para limpiar la imagen de su hijo y la de su familia que fueron dañadas por las mentiras institucionales que se lanzaron para "justificar" la ejecución del joven. Por su tragedia y la forma cómo actuó la PNC, don Carlos ya no cree en ella. ¿Y Usted? ----- ALZA DE GASOLINA. El Presidente de la República, Armando Calderón Sol, pidió el 04.11 una "conciencia solidaria" a los salvadoreños que poseen automóviles, ante los futuros incrementos al combustible que se aplicarán con el objeto de ampliar la cobertura de subsidio de diesel para las unidades de buses del transporte público. El Presidente califica el aumento en el costo de la gasolina como una solución "salomónica" para enfrentar las voraces demandas de diesel de los buseros a cambio de no aumentar los pasajes. "Sabemos que los subsidios distorsionan, que no son la panacea ni la solución al problema, pero en este momento hemos accesado al subsidio de los buses en aras del bolsillo de los más pobres de El Salvador", aseveró. Calderón Sol también se refirió al incremento de las tarifas en los microbuses del transporte colectivo, y señaló que esto será permitido porque el Estado no puede ampliar el subsidio del combustible hacia ese sector. "Este es un paso que no se quería dar, creemos que es necesario ante el colapso de toda la industria del transporte, creo que es un esfuerzo del Gobierno de la República y del pueblo salvadoreño ante la situación que se está viviendo a nivel nacional con el transporte". Al ser consultado si el incremento en los combustibles no generaría un "efecto de cascada" sobre los productos de la canasta básica e incrementaría sus precios, el mandatario se limitó a exponer que el país no es productor de petróleo y que ello implica estar sujeto a su precio internacional. Aunque el mandatario no especificó el porcentaje que será agregado a la gasolina, ni la fecha en que sería aplicada la medida, sostuvo que la decisión es la más "acertada" (LPG 05.11 p.3-a y DH 05.11). ----- CONSIDERACIONES ANTE ALZA COMBUSTIBLE. El Viceministro de Comercio e Industria, Rolando Alvarenga, reveló el 04.11 que el subsidio de diesel otorgado a los empresarios de autobuses públicos "ya no es viable", debido a que durante 10 años, la ayuda se ha elevado, mientras los transportistas siguen pagando 1 colón 70 centavos por galón. El subsidio fue impuesto desde 1981, cuando el empresario de autobús pagaba por el diesel 1.30 colones y un civil 4.75 colones, dijo Alvarenga, al comparar que, en 1986, el transportista canceló 1.92 colones, al igual que en la actualidad, con la excepción que un particular pagó en 1986 6.95 y hoy 11.10 colones. El Viceministerio añadió que en los últimos 3 años, los montos de subsidio se han incrementado: en 1994 se subsidió un total de 180 millones, en 1995 183 millones de colones y para este año se estima será de 150 millones, lo que implicó un aumento de 67 millones de colones, en comparación a lo subvencionado en 1995. "Sentimos que este sistema ya no es viable. ¿Cuánto se gastará en los próximos años si se aumenta el subsidio, los precios internacionales y el sobrecargo a la gasolina?, eso es absurdo", recalcó. El funcionario advirtió que conceder subsidio a un mayor número de buses causará efectos inflacionarios en la economía nacional, los cuales aún no han sido medidos. Mientras tanto, Jorge Villacorta, diputado del partido Convergencia Democrática, expresó "no estamos convencidos que sea el método más eficiente de darle diesel a los dueños de autobuses. Hay 3 compañías que tienen un oligopolio de la gasolina y RASA, que pertenece a las Shell y ESSO, tienen el monopolio del proceso de refinamiento. Queremos ver si es posible que también esta gente contribuya a financiar el transporte" (LPG 05.11 p.3-a y DH 05.11 p.13). ----- MAS CAMBIOS EN EL GABINETE. Cinco nuevos miembros del gabinete de Gobierno fueron juramentados el 04.11 por el Presidente de la República, Armando Calderón Sol, quien reafirmó que los nombramientos surgen de una estrategia de depuración de funcionarios públicos y a raíz de los nuevos cargos que exige la modernización del Estado. Calderón Sol juramentó a los licenciados Vilma Isabel Hernández de Calderón como Viceministra de Agricultura y Ganadería, José Luis Trigueros como Viceministro de Hacienda; asimismo, el ingeniero Roberto Alejandro Sorto Fletes asumió el cargo de Viceministro de Inversión y Crédito público, dependencia de Hacienda. Como Secretario de Reconstrucción Nacional (SRN) fue juramentado el ingeniero Wilfredo Rosales Escobar, y como Superintendente de Valores, el licenciado Oscar Pérez Merino. Durante la juramentación, llevada a cabo en el salón de honor de Casa Presidencial, Calderón Sol reafirmó que los nombramientos surgen de la estrategia de evaluaciones aplicada a los funcionarios en ejercicio, que podrían ser removidos de sus funciones si así fuere necesario, y también para promover los nuevos cargos que exige la modernización del Estado. En este contexto, se explican las salidas de José Ernesto Escobar y Eduardo Montenegro, viceministros del MAG y Hacienda, respectivamente, y se oficializa el Viceministerio de Inversión y Crédito Público creado con la finalidad de brindar mayor atención a las posibles inversiones extranjeras. Sobre el puesto de viceministro de Justicia, luego de la renuncia de Raúl Somoza Alfaro, Calderón Sol informó que la vacante será ocupada por el doctor Vicente de Jesús Machado, a quien se le tomaría la protesta en su nuevo cargo el 07.11 (DH 05.11 p.7).----- SATURACION DE REOS. La Policía Nacional Civil (PNC) y las autoridades de los diferentes centros de reclusión del país están enviando en forma apresurada, notas a todos los juzgados de la República para que se abstengan de enviar reos, debido a la saturación en que se encuentran. Esta situación ha motivado que el Ministerio de Justicia agilice el traslado de reos al recién inaugurado penal de Santa Ana, donde antes funcionaban las bodegas del INCAFE. El Viceministro de Justicia, Raúl Somoza Alfaro, quien fungió en el cargo hasta el 31.10, dejó elaborado el listado de estos reos y únicamente está pendiente del traslado. Jueces consultados señalaron que el problema se resolverá momentáneamente, debido a que diariamente ingresan al sistema más reos de los que salen, porque la Policía no puede dejar de capturar delincuentes, ni los jueces evitar la aplicación de la ley. El Vice ministerio de Justicia considera que debe existir coordinación, porque si los jueces tampoco cumplen con la agilización de los procesos, las cárceles se llenarán de reos sin sentencia. El jefe de la Sección de Diligencias de la Unidad de Emergencia 121, subinspector Héctor Abel Tobar, notificó a los tribunales de San Salvador que "por orden superior y en vista de tener excedidas una cuarta parte de su capacidad las bartolinas de la unidad, no se recibirán reos en depósito en esta base". Nicolás Campos Rafael y Antonio Domingo González, Director y Subdirector, respectivamente, de la penitenciaría "La Esperanza" (Mariona) también han reportado a los juzgados su preocupación por la sobrepoblación que enfrentan. "Si bien es cierto que el penal está dividido en sectores, ninguno de ellos ofrece la seguridad necesaria para presumir que a un interno no puede ocurrirle alguna desgracia, pues éstos tienen acceso a todos los sectores", señalaron (LPG 30.09 p.5-a).----- CAUSAS EN RETARDACION JUSTICIA. De acuerdo con un informe del Ministerio de Justicia, dentro de las causas que retardan la justicia -y que reflejan un serio problema para la Procuraduría General de la República- se puede mencionar el mal seguimiento a los procesos judiciales y la ausencia de defensores públicos para reos pobres durante los juicios. El documento indica que, durante 1995, las actividades de seguimiento de los detenidos fueron muy escasas, en particular las visitas carcelarias. Asimismo, muy pocas veces los defensores estatales apelan en favor de los detenidos o presentan recursos de exhibición personal ante la Corte Suprema de Justicia, en caso de existir irregularidades en los procesos. Estas afirmaciones en cifras revelan que las visitas carcelarias por defensor son de catorce al año, los recursos de apelación interpuestos son dos anuales, mientras que los recursos de casación presentados sólo son tres. La información del Ministerio de Justicia es apoyada por las críticas de algunos jueces, quienes señalan que la actitud pasiva de los defensores es una de las causas para la lenta depuración de los procesos. Además, consideran que esas irregularidades violan el derecho constitucional de las personas de contar con un defensor desde el momento de su captura. La Jueza 14a. de Paz, Gloria de Funes, afirmó que el defensor de turno sólo asiste al reo cuando éste rinde su declaración; sin embargo, cuando se realizan los reconocimientos de reos, los defensores no se presentan, pese a haber sido informados. Asimismo, la Jueza 15a. de Paz, Nora Montoya, consideró que el Estado debe revisar el presupuesto de la instituciones tales como la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y Fiscalía de la República a fin de que apoyen al sector de Justicia (DH 05.10 p.9).----- DECLARACIONES DEL MANEQUE. El crítico de la actual cúpula del partido ARENA, Antonio Cornejo Arango, no descartó el 30.10 establecer una alianza con diferentes institutos políticos con miras a lograr cargos en el espectro nacional en las próximas elecciones de diputados. El político manifestó que, a partir del 26.10, dió un plazo de 15 días a los dirigentes del partido para que permitan su ingreso en el COENA. La petición "no es una exigencia intransigente", afirmó durante entrevista telefónica. "Estamos actuando responsablemente en respuesta a la petición de las bases", añadió. De lo contrario, mencionó la posibilidad de establecer coaliciones con otros partidos con miras a los comicios a realizarse en marzo. Cornejo Arango aseguró haberse reunido en los últimos días con dirigentes del Partido Liberal Democrático (PLD), Movimiento de Unidad y Partido Pueblo Libre. En cuanto al plazo que dio al COENA, el "Maneque" explicó que tal decisión fue tomada en vista de que hace más de 8 meses está "pidiendo espacio" para ingresar al mismo, el cual ha sido completamente bloqueado. No es necesario, indicó, que se reformen los estatutos del partido para permitirle el ingreso. "Si simplemente alguno de ellos renunciara, yo podría optar por ese cargo", manifestó. Si el COENA decide llevar a Juan José Domenech como candidato a diputado por la plancha nacional, desalentará a la mayoría de areneros, ya que no tiene el respaldo suficiente, aseguró. Calificó además como un "suicidio político" permitir la reelección del alcalde Mario Valiente, ya que ARENA se "expondría" a perder su "precioso bastión político" como lo es la comuna capitalina (LPG 31.10 p.63- a, EM 30.10 p.2, DH 31.10 p.69). ---------------------------