A principios del mes de marzo compartimos algunas interrogantes y algunos elementos en relación a lo que consideramos relevante en relación con rol de los gobiernos locales para el trienio 2024-2027- En ello señalamos que se precisaba, aún se precisa tener claro el ¿qué pueden y deben hacer las municipalidades y los desafíos que enfrentarán en un escenario en que muchas decisiones ya no dependen de los gobiernos locales. Esta es una preocupación que consideramos no es ociosa puesto que el debate está tanto en quiénes deciden, cómo se decide y cómo eso afecta a la población de municipios, cantones y caseríos. En muchos casos, probablemente nos enfrentamos ante dinámicas totalizantes, a recetas hechas o juicios previos. Las profundas e históricas desigualdades, los desequilibrios territoriales las padecen las personas, con nombres, historias personales y colectivas y cuya situación debe llamar nuestra atención y no pasarlo por alto. Y es que la desigualdad debe interpelarnos, y sobre lo cual ya se ha reflexionado en un reciente artículo en este mismo blog de la Maestría en Desarrollo Territorial.
Un interés central al poner en el debate estas temáticas vinculadas con el desarrollo territorial, así como con los cambios que se ha producido en el quehacer de las municipalidades es una preocupación sobre cómo afecta a las personas que habitan en diferentes municipios. Se trata no sólo de hablar de participación ciudadana y el rol importante que tiene para la vida social y política en diferentes regiones o en los municipios, sino también de las oportunidades que representa el diálogo y el intercambio de saberes, de opiniones diversas, así como de las sinergias, así como el de capacidades de las personas. En esto último una referencia fundamental es que hablamos del reconocimiento de las necesidades de los seres humanos, de su dignidad y diversidad. Por cierto, ello apela a un compromiso ético y aun posicionamiento que implica una actividad y acción coherente el que como afirma Nussbaum (2002):
..las capacidades pueden ser objeto de consenso traslapado entre la gente que de otra manera tiene concepciones integrales muy diferentes sobre el bien. Y afirmaré que las capacidades en cuestión deben ser una meta para todas las personas, tratando a cada una como un fin y no como simples herramientas para los fines de los otros (p. 95)
Estas capacidades a las que hace alusión Nussbaum (2002) hacen referencia no solo a lo que denomina capacidades innatas de las personas y a las posibilidades que tienen de desarrollarlas y ejercerlas. Este planteamiento es sin duda importante, pero también pone en discusión las posibilidades y condiciones que se establecen desde los entornos en que se desenvuelven, viven e interactúan las personas. Y en ello por supuesto el rol del Estado, de los gobiernos locales es fundamental, sin que ello implique se exime la responsabilidad de otros niveles de gobierno en las construcción, promoción e implementación de políticas públicas que promuevan la equidad e igualdad y cierren las brechas de inequidad de todo tipo.
A partir de todo lo anterior, vale la pena advertir sobre dos elementos: el del financiamiento público municipal y el de autonomía para la toma de decisión e implementación desde los gobiernos locales. Al reflexionar sobre lo primero no se puede obviar señalar que con la reducción del FODES no solo en cuanto al volumen de recursos y el porcentaje que debería transferirse a las municipalidades se ha limitado, sino es que anulado la implementación de programas de becas, alimentación a adultos mayores, acciones vinculadas con la protección de la niñez, adolescencia y juventud, así como de participación ciudadana y de los derechos de las mujeres. Además del FODES, se ha ido limitando paulatinamente otras posibilidades de recaudación municipal que al parecer verá mermada su posibilidad de hacer cobro por el otorgamiento de permisos de construcción. (La Prensa Gráfica) Hay que aclarar que los ingresos para las municipalidades para la ejecución de programas y acciones que van generando un entorno para el desarrollo de capacidades de las personas son por supuesto claves. Ahora, si bien esto resulta importante, también vale decir que, por ejemplo en el caso de los permisos de construcción esto nos lleva a la discusión sobre el impacto que puede tener que agente exógeno a los municipios, que no conoce a los mismos, ni sus dinámicas apruebe permisos. En esto no solo por la afectación al bolsillo de las personas, sino porque se alejan de las personas los servicios, porque podrían afectar planes de desarrollo local del municipio, atendiendo a dos de los aspectos que son centrales: reconocimiento de la especificidad del territorio y a la vulnerabilidad. En relación con lo anterior la preocupación estriba fundamentalmente en el impacto que tiene por la pérdida de vidas humanas, de sus medios de vida (pequeños negocios, cosecha de diversos productos, por señalar algunos ejemplos. La experiencia de las denominadas Oficinas de Planificación y Gestión del Territorio (OPLAGEST) que buscaban no solo descentralizar los servicios para la construcción y planificación en los municipios, sino también que la construcción y planificación se haga de manera coordinada y en coherencia con las potencialidades y visiones que se tiene de cada municipio. El interés por los procesos de toma de decisión de los gobiernos locales está relacionado con la importancia que tiene tanto el principio de proximidad, como el diálogo, negociación y de articulación entre diferentes actores del municipio.
En este marco, de reflexiones también hay que decir que algunas reformas a la legislación vinculada con los municipios implica no solo un cambio en la denominación de las instituciones, el hecho que algunas de ellas hayan desaparecido, sino también que tampoco es claro qué instancias desarrollarán un rol tan importante como el de la formación para funcionarios públicos municipales. Esto último puede tener dos tipos de impacto: que la gestión pública municipal no cumpla con su función y no se ejerzan en el marco de lo que les compete hacer a las municipalidades. Y es que cuando se denominan a las instituciones de otra forma o se cambian las reglas del juego, o bien se centralizan ciertas decisiones, dejando a los gobiernos locales sin margen para tomar decisiones se está afectando a la población, resulta importante considerar que no solo es un cambio de matiz, son también cambios de fondo.
En este enfoque de capacidades de las personas como un factor importante para también tiene relación con una discusión que es importante desarrollar el de la capacidad de agencia de las personas y de cómo ella transforma significativamente la realidad y en los que los mecanismos y espacios de participación de la ciudadanía se convierten en una herramienta estratégica para impulsar el desarrollo. La interrelación entre quienes integran el gobierno local, la ciudadanía es vital en cuanto a la importancia que reviste la construcción de miradas diversas, que pueden ser complementarias porque los múltiples intereses en los municipios son válidas y porque la atención a estas dinámicas no solo es necesaria para promover un proyecto común, sino también porque le apuesta a cerrar las brechas a los desequilibrios territoriales y de la desigualdad que señalamos en los primeros párrafos de esta reflexión.
Finalmente, quiero cerrar con un aporte de Marsiglia y Arocena (2023), publicado en un número monográfico sobre desarrollo territorial de la revista Estudios Centroamericanos (ECA): “El desarrollo supone un encuentro en el terreno de diferentes lógicas de acción, que, sin abandonar sus objetivos y sus proyectos propios, sean capaces de gestionar las diferencias y acordar un horizonte común” (p. 45)
Referencias:
Marsiglia, J, Arocena, J (2023) Revisitando el desarrollo territorial en un contexto de cambios e incertidumbres. Revista ECA N° 773, volumen 78 (N° 73)pp. 35-55.
Nusbaum, M (2002) Las capacidades de las mujeres y la justicia social en Liberalismo y justicia social: un debate. Este texto es un capítulo del libro compilado por Maxine Molyneux y Shahra Razavi: Gender Justice, development and rights, Oxford University Press, 2002.