El cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad. Los efectos que los científicos predijeron en el pasado que surgirían del cambio climático global están sucediendo ahora: desde la subida de las temperaturas con olas de calor más intensas y la concentración de CO2, hasta el aumento del nivel de las aguas o el deshielo marinos, estos fenómenos parecen ser cada vez más intensos. El calentamiento global es la causa del cambio climático, es decir, el aumento de la temperatura del planeta provocado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad del ser humano, están provocando variaciones en el clima que de manera natural no se producirían.
El efecto invernadero es un proceso natural que permite a la Tierra mantener las condiciones necesarias para albergar vida: la atmósfera retiene parte del calor del Sol y sin el efecto invernadero, la temperatura media del planeta sería de 18 0C bajo cero. La atmósfera está compuesta por diversos gases que, en la proporción adecuada, cumplen su cometido. El problema está cuando las actividades del ser humano aumentan la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera y ésta retiene más calor del necesario, provocando que la temperatura media del planeta aumente y se produzca lo que popularmente llamamos calentamiento global.
El cambio climático no sólo conlleva un aumento de las temperaturas, sino también fenómenos meteorológicos extremos, la elevación del nivel del mar y cambios en las poblaciones y los hábitats de flora y fauna silvestres, entre otros efectos, afectando a todos los países en todos los continentes, produciendo un impacto negativo en su economía, la vida de las personas y las comunidades. En un futuro se prevé que las consecuencias serán peores.
Los patrones climáticos están cambiando, los eventos climáticos son cada vez más extremos y las emisiones del gas de efecto invernadero están ahora en los niveles más altos de la historia. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo. Las personas más pobres y vulnerables serán los más perjudicados, sin embargo, aún tenemos a nuestro alcance soluciones viables para poder tener una actividad económica más sostenible y más respetuosa con el deteriorado medio ambiente.
El cambio de actitudes se acelera a medida que más personas están recurriendo a la energía renovable y a otras soluciones para reducir las emisiones y aumentar los esfuerzos de adaptación. Pero el cambio climático es un reto global que no respeta las fronteras nacionales. El cambio climático es un problema que requiere que la comunidad internacional trabaje de forma coordinada y precisa para que los países en desarrollo avancen hacia una economía baja en carbono. (Naciones Unidas, 2020)
La temperatura media mundial ha aumentado ya 1,1°C desde la época preindustrial; El período 2015-2019, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ha sido el quinquenio más cálido jamás registrado; La tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5 mm al año en el quinquenio 2014 -2019, debido al derretimiento de la masa de hielo en los polos, produciendo inundaciones y amenazando los litorales costeros.
Ahora, también estamos viendo los impactos económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como daños en las cosechas y en la producción alimentaria, sequías, riesgos en la salud, fenómenos meteorológicos más violentos y extremos, como sequías, tormentas, huracanes y Mega-incendios (peace, 2020), los desbordamientos de ríos, la aparición de refugiados climáticos y la destrucción de los medios de subsistencia y de los recursos económicos, especialmente en países en desarrollo, que son los mas vulnerables.
De acuerdo con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), éste se entiende como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Por otro lado, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) lo define como cualquier cambio en el clima con el tiempo debido a la variabilidad natural o como resultado de actividades humanas. (Naciones Unidas, 1992)
En 1992 se realiza El Convenio sobre diversidad biológica, firmado por 168 países, es el primer acuerdo global para abordar todos los aspectos de la diversidad biológica: recursos genéticos, especies y ecosistemas, y el primero en reconocer que la conservación de la diversidad biológica es “una preocupación común de la humanidad”, y una parte integral del proceso de desarrollo. Ahora tenemos el desafío del cambio climático y, al mismo tiempo, mantener un alto ritmo de crecimiento económico acompañado de una mejora de las condiciones sociales y de un respeto al medio ambiente. Ello implica transformaciones importantes al estilo actual de desarrollo y la aplicación de un conjunto de políticas públicas consistentes con un desarrollo sostenible.
Después de más de un siglo y medio de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera se han incrementado en niveles nunca antes vistos. El cambio climático pone en riesgo la salud, la seguridad alimentaria y energética; es una realidad que ya va a tener implicaciones inevitables, pero aún podemos minimizar sus consecuencias más severas, podemos combatirlo mediante la aplicación de medidas a pequeña y gran escala que ayuden a frenarlo, estas acciones se conocen como medidas de mitigación y adaptación al cambio climático
En el caso del calentamiento global y el cambio climático la mitigación se refiere a la reducción de emisiones de Gases de efecto invernadero (GEI) o combustibles fósiles hasta su total erradicación; la adaptación se refiere a iniciativas y medidas que reduzcan la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos frente al cambio climático y se contempla la resiliencia, que se refiere a la capacidad de un ecosistema para absorber perturbaciones, sin alterar de manera significativa sus características estructurales y funcionales, pudiendo regresar a su estado original luego de que el factor de perturbación haya cesado.
Las sociedades que actualmente sufren consecuencias del cambio climático, como inundaciones frecuentes, desertificación de suelos, contaminación del aire de las ciudades, síndromes respiratorios y dermatológicos, están mejor preparadas para soportar futuras catástrofes ambientales. El Acuerdo de París, de la convención Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático, en 2016 hace especial énfasis en incrementar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático.
Para abordar el fenómeno de cambio climático se requiere de un enfoque integrado, así, El Salvador es firmante de compromisos internacionales: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, firmado en 1992, ratificado en 1995 y el Protocolo de Kioto, firmado en 1998, ratificado en 1998. Identificando Medidas prioritarias de adaptación y mitigación, para los sectores prioritarios en adaptación: Agropecuario, Infraestructura, Biodiversidad, Forestal y en los sectores prioritarios en mitigación: Energía y Transporte. (Sánchez, 2015).
El Salvador es uno de los países pertenecientes al Corredor Seco Centroamericano, una de las regiones del planeta más vulnerables al cambio climático que ya está afectando potencialmente a la agricultura, los recursos de agua, la salud humana, los ecosistemas, la infraestructura y la energía. Las condiciones de vulnerabilidad por la profunda crisis socio ambiental que padece el país, por la elevada densidad poblacional, deterioro de sus ecosistemas por la sobre utilización y sobreexplotación de sus recursos naturales y su ubicación geográfica de muy alta exposición a variados fenómenos hidrometeorológicos extremos, demanda generar los instrumentos necesarios para que el país enfrente la situación climática a través de diversas políticas y marcos legales: los altos niveles de vulnerabilidad socioeconómica y ambiental que posee El Salvador, ya están generando impactos negativos en los diferentes sectores socioeconómicos, ecosistemas y poblaciones humanas, particularmente en aquéllas más desfavorecidas económicamente y expuestas a múltiples riesgos, y en las cuales las mujeres y niños constituyen una alta proporción: es esencial estimular el fortalecimiento de alianzas nacionales y regionales que incidan en cambios estructurales y culturales, para reorientar la forma de producir y consumir acorde a la capacidad de los territorios.
El llamado internacional es alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mitigando las emisiones de gases de efecto invernadero para contribuir así al progreso de la sociedad y dar respuesta a los principales desafíos del desarrollo sostenible en el ámbito de las infraestructuras, el agua y la energía, liberando la transición hacia una economía baja en carbono, con el objetivo que los seres humanos vivan en armonía con la naturaleza.
El cambio climático es un problema de todos, estamos obligados a tomar medidas para detenerlo, la integración plena de la dimensión ambiental dentro de las políticas económicas y la toma de decisiones en todos los campos de la actividad humana es un desafío que la clase política y la sociedad toda deberemos de enfrentar.
Naciones Unidas. (1992). Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático . Obtenido de https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2009/6907.pdf.
Naciones Unidas. (2020). https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/climate-change-2/. Obtenido de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/climate-change-2/.
peace, G. (2020). https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/cambio-climatico/. Obtenido de https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/cambio-climatico/: https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/cambio-climatico/
Sánchez, L. y. (2015). Medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático en América Latina y el Caribe . Santiago de Chile, Chile: Naciones Unidas.