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Chacra y el Acelhuate. Universidad y comunidad: compromiso por el cambio social

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21/10/2019
Luis Antonio Monterrosa. Docente de la Maestría en Desarrollo Territorial.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El autor es docente   de la Maestría en Desarrollo   Territorial

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Recibe el nombre de La Chacra un territorio en el suroriente de San Salvador. En realidad es un conjunto de comunidades desde la colonia el Paraíso y la esquina del barrio Lourdes delimitada por un lado por el final del Bulevard Venezuela y por otro lado hasta el borde con Soyapango, con la colonia Amatepec y la colonia Santa Marta de San Salvador. El río Acelhuate cruza este territorio partiéndolo en dos. Son colonias de este territorio, la Morazán, el Coro, Quiñonez, San Luis, etc., etc. Territorio estigmatizado, como bien reconocen sus pobladores, cuando recurren a una entrevista de trabajo. Se refleja también en el rostro de la gente a la que le cuento que colaboro con la Mesa Comunitaria de Prevención, una iniciativa netamente comunitaria que busca promover acciones de prevención, de redignificación de su territorio y coordinar la acción de actores externos gubernamentales y no gubernamentales.

Redignificación y estigma. Dos palabras claves. El Acelhuate es así mismo símbolo y realidad de la estigmatización y necesidad de redignificación. Las comunidades de La Chacra reciben toda la podredumbre que viene corriendo desde río arriba cuyos estertores demanda acción inmediata, urgente y profunda. Recuperar el río significa resucitar la naturaleza que durante décadas ha condenada a muerte lenta la metropolización y el desarrollo industrial. Sin embargo, la dignidad del río y de las personas es recuperable, lo cual supone trabajo arduo sobre las causas del deterioro de su estima y dignidad.

El enfoque de desarrollo territorial supone priorizar la fuerza de los actores locales. Estos están llamado a definir el futuro de su comunidad y su bienestar. Por supuesto, los actores externos, estado y gobierno, central y municipal, así como sociedad civil tiene un rol específico que cumplir. Y por supuesto la Universidad, como actor con especificidad académica tiene un rol preciso. El esfuerzo de construir un entorno digno para las personas para llevar una vida digna ahora y en el futuro, supone un esfuerzo complejo multidisciplinario que debe incluir la instalación de capacidades en los actores locales, así como los diversos momentos de construcción y negociación de planes y alternativas. Estos procesos nunca están exentos de conflictos, simplemente por la diversidad de los actores involucrado que automáticamente implica la conjunción de pluralidad de intereses y necesidades…sin duda,  elementos cruciales en todo esto es la capacidad de diálogo, visualizar los conflictos como oportunidad, desarrollar capacidades de negociación basada en intereses (es decir, ganar – ganar sobre la base de la verdad, contrario a la típica negociación marrullera). ¿Qué pasa cuando los actores políticos claves no escuchan o no atienden. El pasado jueves 10 de octubre la Intercomunal de la Chacra realizó una acción para hacerse escuchar. También la nota de un medio de TV aquí (ver desde minuto 5:30).

¿Qué rol ha de jugar la Universidad? El rol básico es el de acompañar procesos. Eso pasa por poner los pies sobre la tierra, en ese suelo específico que es La Chacra. Técnicamente la inmersión es necesaria para comprender lo que pasa. El acompañamiento es mejor si se hace desde los medios organizativos locales como la Mesa de Prevención, la Parroquia u otra Iglesia local o la Intercomunal. En esta línea, un aporte importante pasa por facilitar el empoderamiento de las personas y estructuras organizativas, instalando las capacidades que hagan falta. Esto no significa que ahí haya incapacidad o ignorancia. Sorprendería a muchos los aprendizajes que pueden hacerse en campo desde la experiencia de la gente. Lo que queremos decir es que sobre la diversidad de procesos harán falta una serie de destrezas, habilidades y conocimientos técnicos que deben ponerse al servicio de la organización local. Pensando en la filosofía, Ignacio Ellacuría veía la necesidad de construir una filosofía al servicio de la liberación. Ojalá el pueblo, “bajo, municipal y espeso” (como dice un verso del poeta Rubén Darío) filosofara, y mejor si en talante socrático y con inspiración cristiana; pero no es tanto que la filosofía se masifique, que siempre corre sus dificultades y peligros de ideologización, por lo que de conocimiento técnico tiene, sino de una filosofía que asuma las preguntas que se le plantean y las piense rigurosamente. De la misma manera, en lo que respecta a otras disciplinas del conocimiento, no se trata que todos se hagan sociólogos, ambientalistas, arquitectos, psicólogos o médicos, plenamente o en modo descalzo, lo cual ya podría ser un paso fabuloso, sino que arquitectos, psicólogos, ambientalistas, sociólogos, etc. piensen conspirando con la gente: co-inspirando.

¿Qué medidas técnicas y locales podemos tomar en un plano rigurosos para la recuperación del Acelhuate en la porción que tenemos a mano? ¿Qué son las estructuras y medidas de prevención de la violencia que debemos desarrollar “desde ahí”? ¿Qué nos dice la realidad local que nos permita comprender la causalidad de la violencia y las pistas de solución? ¿Cómo construimos espacios seguros que permitan vivir una vida plena y digna? ¿Qué significa espacio seguro y digno en un entorno cómo La Chacra? ¿Qué son las oportunidades de generación de ingresos, de mejoramiento de condiciones económicas plausibles para la población? ¿Qué nos dice el historial de lucha y organización de la población de La Chacra? ¿Qué rol ha jugado la religión, la parroquia católica y las comunidades de base en la configuración de una comunidad con perfil organizativo importante? Si La Chacra es un territorio que a todas luces demanda atención (en lo económico, en salud, en lo ambiental, etc.) ¿por qué las autoridades, municipales o centrales, fácilmente cierran las ojos ante la demanda de la población? Y los proyectos “de desarrollo” o “de prevención”, gubernamentales o no gubernamentales ¿por qué gustan de anunciar con bombo y platillo lo que aspiran hacer pero luego llega por goteo el beneficio? ¿Qué puede significar concretamente desarrollo aquí?

Buscar técnica y rigurosamente respuesta a estas y muchas otras interrogantes es crucial.

 

Fotos propiedad de la Intercomunal La Chacra

 

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