Logo UCA

Ciudad, desarrollo y afecto diversos

No se encontró categoría(s).
16/08/2021
William Alberto Pavón Espinoza. Estudiante de segundo año de Maestría en Desarrollo Territorial  

Se sueltan la mano… alguien los puede ver…. sienten miedo.

Plaza Gerardo Barrios, San Salvador | Última Hora SV

El desarrollo como línea de pensamiento y reflexión nos ha marcado muchas formas de visualizar nuestro entorno, brindando la posibilidad de idear nuevas realidades, vivencias que permitan mejorar la calidad de vida de las poblaciones. Sin embargo, las prácticas desarrollistas centradas en lo económico han permitido que el sistema capitalista se fortalezca en nuestras sociedades, y con ello, el aumento de desigualdades sociales donde todas las personas las vivimos diferente.

En nuestras ciudades existen dinámicas y narrativas que perpetúan las desigualdades, y en este panorama, es importante visibilizar el impacto del sistema patriarcal en nuestros cuerpos, afectos, vivencias y experiencias. El cual ha sido responsable de otorgar el poder a un imaginario de hombre hegemónico, con poder económico, blanco y heterosexual, sobre mujeres y personas diferentes a estas características. Trascender de las posturas e ideales económicos y lograr visibilizar estas realidades desde una perspectiva feminista ha sido posible por la lucha de miles de mujeres quienes han posicionado, cuestionado y teorizado dinámicas estructurales de desigualdad que son promovidas por este sistema.

Un reflejo de las desigualdades vividas son las ciudades que habitamos, las cuales se convierten en un reflejo de nuestras sociedades. ¿Quiénes habitamos estos espacios convivimos de igual forma? ¿Cuáles son los cuerpos que la ciudad le permite vivir y transitar? ¿Son todos los deseos permitidos? ¿Qué tipo de afectos son permitidos? Estas preguntas fungen como detonantes de reflexión y conforme nos podamos contestarlas en nuestra mente, reconocemos que no todos tenemos las mismas oportunidades.

Intervención Artística en conmemoración Día de Orgullo LGBTI+ | Centro Cultural de España en El Salvador

Valdivia. B (2018). plantea que el diseño urbano de las ciudades se propone como neutro, es decir, elaborado para que cualquier persona pueda hacer uso de las ciudades sin ningún inconveniente. Sin embargo, en términos de género se puede identificar que existen muchas brechas de desigualdad entre las diversas personas que coincidimos en un mismo territorio y principalmente esta brecha se ve reflejada hacia personas donde su mayoría son mujeres, personas con discapacidad y adultos mayores.

El homogeneizar a las personas, perpetúa las desigualdades de género en la sociedad. Ya que no todas las personas tenemos las mismas vivencias, experiencias, cuerpos, afectos y deseos.

En estas ciudades donde nos ha tocado nacer, hemos crecido entre relatos de balas, de guerras, de paz y de revoluciones. Nuestras sociedades se han visto marcadas históricamente por violencias y religiones que han construido imaginarios que posicionan un tipo de hombre proveedor, protector y de familia, lo que ha permitido la construcción de las ciudades con base a estas necesidades, relegando y muchas veces criminalizando todo lo que se sale de la norma. En las ciudades que nos ha tocado habitar, no hay espacio para el afecto homosexual.

Los imaginarios de poder hegemónico en nuestras ciudades han criminalizado el deseo y afecto homosexual, limitándolo a un espacio entre cuatro paredes y que no puede ser permitido en un espacio público. Quienes transgreden estos parámetros corren el riesgo de ser vulnerados y excluidos. Por lo tanto, nuestras sociedades no permiten que todas las personas podamos habitar con igualdad nuestras ciudades.

Pensar en San Salvador como mi ciudad es preguntarme ¿cuáles son los espacios que han sido permitidos para la socialización homosexual? Es posible que muchos no los conozcan, es muy probable que te digan que no vayas ahí porque es inseguro. En las ciudades nos ha tocado crear espacios en los lugares marginales y peligrosos para no incomodar con nuestra presencia y visibilidad a la familia tradicional en un perfecto domingo de pupusas.

Querida ciudad, ¿Qué pasa con nuestras familias?, ¿Qué pasa con nuestros domingos de pupusas? ¿Puedo sentarme del mismo lado de la banca que mi pareja?, ¿Y si él me regala el quesito quemado no hay problema?, ¿Puedo expresar mis afectos sin sentirme inseguro?, ¿Te incomoda mi visibilidad? En esta ciudad, mi visibilidad puede significar un riesgo… pero esta también es mi acción política. Si nombramos desarrollo, este debe de incluirnos a todas y todos.

El desarrollo no es algo en que se puede pensar abstractamente, su planificación está ligada indisolublemente al espacio del territorio, con sus características físicas y sociales y en sus diversas escalas. CEPAL, N. (2016). Incorporar la perspectiva de género para analizar las desigualdades permite visibilizar las múltiples formas de relacionamiento entre hombres y mujeres, reconocer las diversas formas de opresión que limitan el desarrollo económico, social, político y cultural de nuestras sociedades, permitiéndonos generar críticas, cuestionamientos y propuestas que trascienden dinámicas patriarcales e integren todas las vivencias, experiencias, afectos y deseos.

Referencias:

  • Valdivia, B. (2018). Del urbanismo androcéntrico a la ciudad cuidadora. Hábitat y Sociedad, (pp. 65-84), (11).
  • CEPAL, N. (2016). Territorio e igualdad: planificación del desarrollo con perspectiva de género.
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
Maestría en Desarrollo Territorial
Tel. 2210-6600 Ext.316
maestria.desarrolloterritorial@uca.edu.sv