Logo UCA

Desarrollo territorial. Algunas reflexiones sobre su relevancia

No se encontró categoría(s).
12/10/2020
Rommy Jiménez. Docente de la Maestría en Desarrollo Territorial, UCA.  

Cuando pensé en este artículo para el blog, vinieron a mi memoria dos títulos que parecen muy sugerentes y que hace tiempo señalaban al desarrollo local como un desafío contemporáneo y como un reto estratégico del siglo XXI[1].  Ambas publicaciones se editaron en la década de los 90 y recogen el aporte conceptual de esta noción de desarrollo. Y justamente cuando hablamos de desarrollo territorial incorporamos otros elementos y aportes teóricos que consideran nuevos aspectos y que no lo invalidan sino más bien lo complementan.

Una de las primeras ideas que surge cuando hablamos de desarrollo territorial es preguntarse cómo lo entendemos, qué o cuál es su significado. En principio hay una consideración que hacer y tiene que ver con un cambio de paradigma de qué es el desarrollo, trascender de lo meramente económico hacia una visión y accionar que integra otros aspectos, que reconoce la heterogeneidad y lo ve como un sistema, ampliando otras nociones y en ello se incluyen “los derechos humanos, equidad de género, sustentabilidad ambiental, la inclusión en diferentes niveles, desarrollo de las capacidades humanas”

Brazilian girl studying at home

Pero, ¿qué significa esto? implica no sólo cambiar el nombre, sino también que las acciones que se implementen deben estar signadas por un pensamiento estratégico en el cual se construye colectivamente y se toma en cuenta tanto lo ambiental, lo social, lo político institucional y lo económico. Se trata fundamentalmente del reconocimiento de las personas como el centro de la actividad del Estado, pero también relevar el papel de lo endógeno.  Además de trascender hacia una valoración más integral sobre el desarrollo, también hablamos de que el territorio puede tener diferentes escalas, puede ser tanto un municipio, como una región, un departamento, una comunidad. No se trata de agregaciones geográficas o espaciales, sino más bien tomar en consideración tanto lo espacial como a las personas que en él habitan, que interactúan en él y que considera las relaciones que ahí se establecen. El territorio son las personas, el espacio físico con sus potencialidades y sus desafíos.

Desde la MDT se ha venido construyendo y reflexionando sobre su enfoque territorial y en ello se hace desde su noción de territorio “más sustantiva que formal, que considera una dimensión societal y otra dimensión física que reconoce su carácter de construcción social donde determinados actores pueden acceder a recursos que los colocan en una posición de poder (social, económico, político, cultural o ideológico)” 

En esta lógica no se debe perder de vista que existen desequilibrios territoriales y que esto genera desigualdades de diverso tipo. ¿Qué es esto de los desequilibrios territoriales? Básicamente está referido a “que no todos los departamentos, ni municipios, ni todas las personas tienen las mismas posibilidades, ni oportunidades”[2] En diferentes momentos se han desarrollado estudios que lo ponen en evidencia, y estas desigualdades e inequidades deben superarse, los mapas de medición de pobreza, más allá de las necesarias reflexiones sobre el método utilizado para su desarrollo ponen en evidencia esas desigualdades. Desde el mes de marzo de este 2020 hemos vivido de maneras diferentes problemáticas relacionadas con el impacto de la pandemia COVID 19, pero también de dos fenómenos naturales, las tormentas Amanda y Cristóbal que nuevamente han puesto en evidencia las profundas vulnerabilidades que enfrentamos, así como los desafíos que tenemos como país.

En este marco, y para cerrar este artículo, quiero expresar que es oportuno no sólo hacer una reflexión sobre la oportunidad que ofrece el desarrollo territorial como una apuesta por las personas, sino también porque esta mirada sistémica sobre el mismo nos debe llevar a repensar las acciones de política pública, la construcción de una institucionalidad vinculada con ella. Pensar estrategicamente, la planificación participativa, el rol de los gobiernos tanto del ámbito local como nacional, así como el involucramiento de la ciudadanía en procesos de toma de decisión es vital  para la construcción de la democracia tanto en lo nacional como en lo local. Trascender de lo unilateral y desde el centro es otro desafío, elevar la mirada y superar las posturas maniqueas que no contribuyen a superar las desigualdades es una tarea no solamente necesaria sino también insoslayable.[3]

[1] Los títulos a los cuales se hace referencia son: Desarrollo Local un desafío contemporáneo. 1995 y Desarrollo regional local en El Salvador: reto estratégico del S XXI

[2] Blandón de Grajeda, Flora (2008) Algunos apuntes sobre el desarrollo Local y la descentralización del

Estado en El Salvador. en Antología del pensamiento del pensamiento crítico salvadoreño contemporáneo. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

[3] La UCA ha venido planteando en sus editoriales sobre la necesidad de superar las mismas, y en su editorial del 28 septiembre 2020, recuerda un precepto constitucional que así los establece https://noticias.uca.edu.sv/editoriales/bases-de-la-democracia

 

Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
Maestría en Desarrollo Territorial
Tel. 2210-6600 Ext.316
maestria.desarrolloterritorial@uca.edu.sv