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En El Salvador, la falta de oportunidades laborales en los territorios alejados del Área Metropolitana de San Salvador, ha generado un alto flujo de migración interna y externa de personas que buscan mayores oportunidades de empleo, que les permitan ofrecer una mejor calidad de vida para ellos y sus familias. Ante ese panorama complejo, es importante la implementación de estrategias que promuevan y desarrollen medios de subsistencia dignos en los territorios, sin importar su caracterización rural o urbana. La estimulación del sector empresarial surge como una solución para fomentar la oferta de empleos formales e informales a nivel nacional y territorial. 

Las empresas se pueden clasificar en micro, pequeñas, medianas y grandes, son actores económicos encargados de crear riqueza y de la producción de bienes y servicios. En el país, las microempresas y emprendimientos son los sectores empresariales que poseen una mayor presencia, según estimaciones en el año 2017, de un total de 317,795 establecimientos económicos pertenecientes al sector MYPE a nivel nacional, un total de 193,084 eran microempresas (60.76%), 107,795 se consideraban emprendimientos (33,92%) y 16,916 eran empresas pequeñas, dicho sector ocupaba una fuerza laboral total de 854,732 personas, subdivididas en 462,959 mujeres y 391,773 hombres (DIGESTYC-CONAMYPE, 2017, p. 19-37). En la actualidad, es probable que esos porcentajes de distribución hayan presentado variaciones significativas por el impacto de la pandemia de COVID-19. 

Las microempresas y emprendimientos son iniciativas económicas que surgen en su mayoría de forma independiente, de la motivación individual o colectiva de personas, interesadas en invertir tiempo, trabajo y dinero en impulsar una idea de negocio. Aunque un emprendimiento surja como un medio de subsistencia familiar, en la práctica, estos con el tiempo se convierten en micro o pequeñas empresas, lo que demuestra la evolución de las empresas con el tiempo y su alcance para crear empleos. En función de la importancia de estos sectores empresariales en la economía, surge la pregunta: ¿qué pueden hacer los gobiernos locales para fomentar las microempresas y emprendimientos e incidir en el desarrollo económico territorial? 

En primer lugar, es importante mencionar que el Código Municipal, establece que a las municipalidades les compete la promoción del desarrollo económico, facilitar la formación de capacidades y estimular la generación de empleos (Asamblea Legislativa, 1986, p. 2-3).  Con base en dicho marco legal, se espera la formulación y desarrollo de proyectos a favor del desarrollo económico en los 262 municipios del país.

En el análisis sobre el rol de los Gobierno Locales a favor del desarrollo económico territorial, FUNDE (2005) establece que los gobiernos locales son los responsables de liderar los procesos de desarrollo económico local, apoyando la creación de condiciones jurídico-legales, definiendo políticas de desarrollo económico e incentivos que estimulen y favorezcan las dinámicas económicas locales y propiciando espacios y mecanismos de concertación (p.4). 

En función de lo anteriormente planteado, en el ámbito del fomento de las microempresas y emprendimientos, se espera que los Gobiernos Locales o municipalidades, asuman roles administrativos y políticos, por medio de: 

1. Creación de planes estratégicos o planes de desarrollo económico territorial, que establezca las directrices de inversión y trabajo en un mediano y largo plazo a favor del desarrollo de capacidades en la población y mejoras en la infraestructura de los municipios.
2. Implementación de mesas de concertación que permitan el diálogo con diferentes actores territoriales, a fin de que exista un involucramiento de ellos en la formulación de políticas públicas y conocer las fortalezas y debilidades en el ámbito económico del territorio. 
3. Articulación de los Gobiernos Locales con el Gobierno Central, sin una relación de cooperación y coordinación entre ambos actores públicos, las acciones en el territorio no pueden tener el impacto esperado, debido a la falta de recursos económicos y apoyo técnico necesario para impulsar el sector empresarial.

En la actualidad, es común escuchar sobre la falta de articulación y espacios de diálogo de parte de los Gobiernos Locales y el Gobierno Central, debido a los conflictos partidarios que entorpecen los procesos de desarrollo territorial y la acciones se realizan de forma dispersa. Los territorios en lugar de ser espacios para la creación de relaciones de cooperación que permitan alcanzar acceder a recursos económicos y técnicos que beneficien a la población, se convierten en ocasiones en campos de división y conflictos. Esto refleja el largo camino político que falta recorrer en los municipios para formular e implementar estrategias que logren incidir significativamente en el desarrollo económico territorial. Sin planes, ni inversión y falta de coordinación entre actores territoriales será muy difícil avanzar. 

Referencias:

Asamblea Legislativa. (1986). Código Municipal de El Salvador. 

DIGESTYC-CONAMYPE. (2017). Encuesta Nacional de la Micro y Pequeña Empresa 2017. 

FUNDE. (2005). Alternativas para el Desarrollo. Recuperado de: http://www.repo.funde.org/id/eprint/423/1/APD-92-I.pdf

García, P. (2021). El papel del Gobierno Local en el fomento de emprendimientos y microempresas, y su incidencia en el desarrollo económico territorial del municipio de Concepción de Ataco, en el período de 2003 a 2019.