El Gobierno de El Salvador a través del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT), implementó diversas estrategias con el objetivo de dar continuidad a las actividades escolares desde una modalidad virtual durante la pandemia COVID-19.
Según resultados de la Encuesta de Calidad de Vida, del municipio de Mejicanos 2020, cuando se suspendieron las clases, el 70% de los niños y 94% de los adolescentes se encontraba estudiando (Chávez et al., 2020).
De acuerdo con el Informe de Memoria de Labores 2019-2020 del Gobierno de El Salvador, como una de las estrategias, se elaboró el Plan de Continuidad Educativa que contenía 4 fases:
Además, debido a la brecha digital identificada el MINEDUCYT inició un proyecto para equipar a estudiantes y docentes con computadoras y tablets.
Sin embargo, la efectividad de las estrategias fue limitada. Tal como menciona Manzano (2020), según el proyecto de ley para la “Inclusión Digital Universal”, de la Asamblea Legislativa de 2019, solo el 30% de la población en El Salvador tenía acceso a internet. También según datos de la DIGESTYC 2019, a través de los resultados de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples se reflejó que el 48.8% de la población de 10 años y más utilizaba internet.
La estrategia de continuidad buscaba acelerar la digitalización educativa, lo cual implica no solo entregar a los estudiantes y docentes equipos y conectividad a internet, sino también es necesario capacitarlos para que sepan utilizar las herramientas de manera adecuada, proceso que demanda planificación, tiempo y recursos con el fin de asegurar una mejora en la calidad de la información y por consecuente en la educación (Cuellar, 2021).
En el municipio de Mejicanos, del porcentaje que estaba estudiando, el 92% continúo haciéndolo mediante guías por internet o clases en línea, el 7% por materiales en físico y 5% mediante televisión. Los estudiantes se enfrentaron a diversos desafíos para continuar con los estudios de forma no presencial, el 22% enfrentó dificultades para contratar servicio de internet o adquirir saldo, 44% experimentó dificultades como mala señal o falta de internet, 17% limitaciones de dispositivos y 33% dificultades relacionadas con la metodología de enseñanza (Chávez et al., 2020).
Así mismo se habla de generaciones digitales, sin embargo, por todas las implicaciones de las estrategias digitales implementadas, se demostró que los jóvenes conocen de redes sociales o de entretenimiento, pero poco de plataformas virtuales educativas, además con respecto a los docentes el 80% no estaba preparado para dar clases virtuales. (Manzano, 2020).
Según el MINEDUCYT, en el 2019, la distribución porcentual de las causas de la deserción escolar eran 24% cambio de domicilio, 18.5% abandono del país, 12% bajo rendimiento académico, 13% cambio de escuela, 9% los padres no querían que asistiera, 3% dificultades económicas, 7% otras causas. Con respeto al 2020, donde 31.2% fue bajo rendimiento académico, 12% cambio de domicilio, 12% dificultades económicas, 5.9% otro trabajo del estudiante, otras causas 26.5%.
Se destaca que las causas que experimentaron un incremento elevado en el año 2020 con respecto al año 2019 fueron el bajo rendimiento académico, dificultades económicas y la categoría de otras causas, lo cual podría atribuirse a la crisis económica durante la cuarenta por la pandemia COVID-19 y el cambio en la metodología del sistema educativo a una modalidad virtual.
La pandemia COVID-19 hizo evidente la desigualdad social y vulnerabilidad de muchos sectores de la población, sobre todo de los menos favorecidos. En cuanto al acceso a recursos tecnológicos no todos los estudiantes y docentes tuvieron las mismas oportunidades o condiciones para aprovechar los recursos o no sabían cómo utilizarlos.
Según Herrera (2021), especialistas en informática señalan que para que las plataformas digitales sean consideradas verdaderamente una herramienta para la transformación, desarrollo y avance se requiere la creación de una política educativa que tome en cuenta factores que permitan una guía con suficiente conocimiento técnico y pedagógico para aprovechar al máximo los recursos.
Lo que evidencia que cuando existen limitaciones en el acceso a recursos, también existen limitantes para propiciar y aprovechar las mejoras en la educación. Por tanto, las metodologías implementadas en el sistema educativo durante la pandemia no pueden considerarse como un recurso eficiente en su totalidad, siendo la deserción escolar uno de los principales efectos.
Bibliografía
Chávez, Molina, Cisneros, M. (2019). Informe de Calidad de Vida, Mejicanos, San Salvador, Santa Tecla 2018. Antiguo Cuscatlan, La Libertad : file:///C:/Users/nflores/Downloads/ESCV_201801.pdf.
Chávez, Molina, Cisneros, M. (2021). Resultados de la Encuesta de Calidad de Vida, Mejicanos 2020. Mejicanos, San Salvador.
Cuéllar-Marchelli, H. (2021). Cerrar la brecha en educación: ¿Que debemos mirar más allá de la entrega de computadoras? Marzo: FUSADES.
Gobierno de El Salvador . (2020). Memoria de labores junio 2019-mayo 2020. El Salvador : file:///C:/Users/nflores/Downloads/Memoria_de_Labores_-_Educaci%C3%B3n_-_2019-2020.pdf.
Manzano, M. (julio- diciembre de 2020). El Salvador: Impacto de la pandemia del COVID19 en la educación. Revista Nuestro Tiempo, págs. 1-3. Obtenido de https://revistanuestrotiempo.com/articulos/el-salvador-impacto-de-la-pandemia-delcovid-19-en-la-educacion/
Ministerio de Educación. (19 de noviembre de 2020). Portal de Transparencia – Ministerio de Educación. Obtenido de Estadísticas e Indicadores: https://www.mined.gob.sv/2020/11/19/estadisticas-e-indicadores/
Oliva, X. (30 de abril de 2021). Revista Gato Encerrado. Obtenido de Entregar computadoras es insuficiente para cerrar la brecha digital:
https://gatoencerrado.news/2021/04/30/entregar-computadoras-es-insuficientepara-cerrar-la-brecha-digital/
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