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“La participación ciudadana como mecanismo para garantizar una eficiente gestión pública municipal”

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09/12/2019
José Rafael Núñez Melgar  

 

El autor es estudiante de la Maestría en Desarrollo Territorial

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si el interés común de todos los habitantes del municipio y de su gobierno local es su desarrollo, las autoridades locales deben establecer los mecanismos de participación necesarios para que la población y el gobierno local concurran en un mismo esfuerzo que se traduce en gestión pública. Hay que comprender que en el territorio existen actores clave en función del desarrollo del municipio, por lo que se deben tomar en cuenta a la hora de planificar el quehacer local. Así mismo, lo gobiernos municipales están obligados a promover la participación y corresponsabilidad de los diversos actores, para que se garantice una eficiente gestión pública municipal. Se deben generar los mecanismos institucionales para la coordinación y articulación como forma permanente de acción del gobierno local, es necesario asumir y promover una nueva lógica de trabajar el desarrollo territorial desde lo local.[1]

No se puede negar que estos procesos participativos inciden de forma directa en la organización de la vida en los municipios. Por ello, se considera imprescindible la existencia de mecanismos concretos y eficaces, incluyendo la elaboración de planes estratégicos municipales con participación ciudadana, que superen las tendencias normativistas que se limitan a realizar un reconocimiento formal del derecho a la participación y no se interesan por la promoción de su ejercicio. Se pueden mencionar otros mecanismos de participación ciudadana, que permite a la ciudadanía conocer el presupuesto de su municipio, determinar sus necesidades prioritarias para que sean tomadas en cuenta en el mismo, consensuar los proyectos con las autoridades locales y decidir cuáles son las inversiones y controlar su ejecución. “Es un medio de participación de la ciudadanía en la definición del presupuesto municipal; es un proceso a través del cual se establecen consensos acerca de en qué y cómo se gastarán los fondos del gobierno municipal y lo que se prevé recaudar por un período determinado. Es, antes de todo, una forma concreta y directa de participación ciudadana. Este mecanismo está íntimamente vinculado a la democracia, lo institucional, lo político, lo social, lo económico y lo cultural”[2].

En El Salvador podemos encontrar experiencias interesantes en este sentido, nada menos el alcalde municipal (Moisés Marín) de Comalapa, Chalatenango, mencionaba en entrevista realizada para este propósito, que él no concibe la gestión pública sin participación de la población, sostiene que en su municipio realizan jornadas en las comunidades entre los meses de octubre y noviembre para identificar las principales necesidades e inversiones a realizar con la población, y, posteriormente, hacer un ejercicio de priorización, sin el cual no se podría tener una fotografía real de las necesidades más urgentes a resolver y de las inversiones que se requieren para impulsar el desarrollo. Según el alcalde municipal de Comalapa, realizar estos ejercicios con la participación activa de la población, le “garantiza mayor certeza de que se están invirtiendo los recursos donde se encuentra la mayor necesidad y se impulsan iniciativas de desarrollo donde las condiciones lo permiten y generan mayores impactos en la gente”. Según el alcalde: “ya no se debe seguir pensando que la gente sólo participa votando (en elecciones)”, pues en su experiencia ha constatado que, a mayor participación de los habitantes del municipio, más se incrementa el apoyo a la gestión que realiza”[3].Por otro lado, podemos ver que “en América Latina se ha alcanzado la democracia electoral y sus libertades básicas. Se trata ahora de avanzar en la democracia de ciudadanía. La primera nos dio las libertades y el derecho a decidir por nosotros mismos. Trazó, en muchos de nuestros países, la división entre la vida y la muerte. La segunda, hoy plena de carencias, es la que avanza para que el conjunto de nuestros derechos se torne efectivos. Es la que nos permite pasar de electores a ciudadanos. La que utiliza las libertades políticas como palanca para construir la ciudadanía civil y social”.[4]

La construcción y práctica de la ciudadanía constituye un proceso constante por la ampliación y conquistas de nuevos derechos. A partir de esta práctica es que se van consolidando los procesos y la ciudadanía se va apropiando de su rol ejerciendo sus derechos. “Es así que, se identifican históricamente, dos procesos constructores de ciudadanía: Ampliación de los derechos formales de las personas (por ejemplo, derechos políticos para todos/as, igualdad hombre-mujer, etc.), y desarrollo de los contenidos reales de los derechos y/o dar nuevos contenidos mediante políticas públicas (por ejemplo, escuela pública universal y sistemas de becas u otras formas de ayuda para facilitar el acceso a la enseñanza no obligatoria como la universidad, servicios de interés general de acceso universal garantizado, como transporte público o teléfono, etc.) [5]

Marín afirma: “seguir postergando la participación efectiva de la población en la toma de decisiones del municipio es como trabajar sin la certeza y sin rumbo seguro”.  “Como alcalde municipal, dispuesto a trabajar por el bienestar de la población, me debo a los ciudadanos, y éstos, en respuesta, apoyan la gestión que realizamos, tanto así que llevamos cinco períodos en el gobierno local”. “La misma gente te mantiene en el poder o te hace a un lado, según la simpatía y reconocimiento que ésta tenga por la gestión realizada”, argumenta el alcalde. Para este tipo de liderazgos y servidores públicos, está demostrado que en la medida que abren las puertas de la gestión pública a la ciudadanía, mayores certezas tienen en la inversión y mejores resultados electorales se les reflejan en sus padrones.

 “La nueva gestión pública representa una de las fuentes de conocimiento más importantes de la administración pública moderna, la cual ha ido cobrando un auge acelerado desde hace algunos años para establecerse como el paradigma más destacado dentro de su objeto de estudio. La aparición de la gestión pública subraya la entrada en crisis de la forma burocrática como modelo organizativo de referencia. La insuficiencia de los instrumentos tradicionales de intervención de los poderes públicos se convierte en una importante limitación de la capacidad para gobernar.[6]

Dentro de este marco y nuevo panorama que busca incluir y no excluir, se necesita diseñar una nueva noción y práctica de equidad, que por un lado cambie los viejos parámetros de asignación de los recursos públicos y los destine a los que realmente los necesitan y, por el otro, haga una negociación público-privada para llevar el desarrollo a las localidades más marginadas y construir los consensos políticos y sociales de gobernanza, dando prioridad a la integración y fortaleciendo los diseños de cooperación entre los países a favor de marcar un mejor equilibrio territorial. [7] Los retos que se avecinan no dan margen a la equivocación, ya que una de las alternativas viables para fortalecer y consolidar nuestras instituciones, es la organización, participación y control ciudadano; recordemos que las instituciones las hacemos todos, día a día. Por lo que, se debe promover que la participación ciudadana en la gestión pública se institucionalice y se haga respetar, ya que ha quedado demostrado que es una forma altamente eficiente para garantizar que la gestión pública tenga buenos resultados.

[1]  Este trabajo fue presentado originalmente en el marco de la materia Gestión Pública Municipal. Asignatura que forma parte de la malla curricular de la Maestría en Desarrollo Territorial de la UCA.

[2] Castillo, Juan. La re conceptualización de un nuevo tipo de ciudadanía Latinoamericana. La ciudadanía como proceso de construcción histórico-social. 1, 10. (agosto 2005).

[3] Entrevista a Moisés Marín. alcalde municipal de Comalapa, Chalatenango. 18 de septiembre de 2019.

[4] Castillo, J. Op. Cit.

[5] Castillo J. Oo. Cit.

[6] Guevara Baltazar, Alberto., Espejel Mena, Jaime., Flores Vega, Misael. Los retos de la nueva gestión pública en América Latina. Espacios Públicos. 2010. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67613199003

[7]  Guevara Baltazar, Alberto., Espejel Mena, Jaime., Flores Vega, Misae. Op. cit

Imagen manos alzadas de Karen Arnold en Pixabay 

Imagen de portada: Tomada de la Voz de la frontera.com.mx https://www.lavozdelafrontera.com.mx/local/participacion-ciudadana-es-fundamental-para-la-democracia-1746469.html

 

 

 

 

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