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Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:

Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.

Eduardo Galeano

Al leer el poema anterior de Eduardo Galeano, se generan varios efectos; por una parte, es imposible no sentirse interpelado, y por otra se nos muestra con fuerza la existencia de la desigualdad; un concepto que tiene varios apellidos: social, de ingresos, económica, y a los que agregamos uno que nos interesa: territorial.

Es precisamente la existencia de profundas desigualdades territoriales, la que nos lleva a coincidir con Oscar Cabrera cuando dice: “En El Salvador no da lo mismo nacer o vivir en cualquier municipio. El lugar donde vives explica tu condición socioeconómica y las posibilidades que tienes de acceder a bienes que garanticen el bienestar” (Cabrera, 2015). Si bien es cierto, la cita anterior hace referencia a municipios, también es válido hablar de esas desigualdades al interior de estos espacios territoriales llamados municipios.

Antes de pasar de 262 a 44 municipios, la observación de desigualdades territoriales al interior de los municipios era bastante evidente. Quizás lo más visible era la existencia de diferencias entre lo rural y lo urbano, diferencias que llevaban a desigualdades, y es que las mediciones de distintos indicadores así lo reportan. Para el caso, se tiene que

…en El Salvador el 76% de los hogares tienen acceso a agua potable (95,8% en las zonas urbanas y 42% en las zonas rurales) y solo el 42,6% tiene acceso a saneamiento (66% en zonas urbanas y sin cobertura en zonas rurales). (Fernández, p. 9)

Pero además de lo urbano y rural, basta dar una mirada alrededor de lo que se consideran zonas urbanas para darse cuenta de las desigualdades que existen también al interior de las mismas. Estamos hablando de zonas donde los indicadores no siempre nos muestran algo real, ya que aún en estas zonas consideradas urbanas, y en las que se supone la población cuenta con mejores accesos a todos los servicios, se encuentra población que tienen nulo acceso a elementos centrales para su vida, como es el agua potable y energía eléctrica, por ejemplo. Estamos hablando de lugares, comunidades, asentamientos, que son invisibilizados, y para los que la política pública pasa de largo

Ejemplo de lo anterior es la comunidad Las Neblinas en los Planes de Renderos, donde viven aproximadamente tres mil personas. Una comunidad que existe desde hace 70 años y no cuentan con agua potable (Canal 12 El Salvador, 7 feb 2023). Las personas en esta comunidad acceden al agua comprándola a precios exorbitantes. Y estamos hablando de una comunidad periurbana de San Salvador.

El mismo caso sucedió a las personas que vivieron en la finca El Espino, cercana al edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes durante toda su existencia no contaron con agua potable, aun siendo vecinas no sólo de Cancillería y del Sistema de Integración Centroamericana, SICA, sino de grandes centros comerciales y de la Escuela Militar. 

Y así se puede continuar desmenuzando cada indicador, ejercicio que sin duda llevará a la visibilización de más desigualdades en este país, las que padece la población en función del lugar donde habitan y que se manifiestan en el nivel de acceso que tienen a servicios de salud y educación de calidad, a empleos dignos, seguros y bien remunerados, a un hábitat saludable, entre otras cosas.  Lamentablemente, cada país tiene sus propios “nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos” al decir de Galeano

Referencias

Cabrera, O. (2015) https://issuu.com/cartaeconomica/docs/presentaci__n_oscar_cabrera_bcr.ppt

https://red.pucp.edu.pe/ridei/noticias/los-nadies-por-eduardo-galeano/

Canal 12 El Salvador (7 feb 2023). https://www.youtube.com/watch?v=b3W3n7sFVwg

Fernández, D., Muntañez, A., Sarmanto, N. Diagnóstico de la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado en El Salvador. https://www.cepal.org/sites/default/files/news/files/diagnostico_de_la_prestacion_de_los_servicios_de_agua_potable_y_alcantarillado_en_el_salvador.pdf

Maryelos Cea y LPG Datos (25 de septiembre de 2023). Se estanca la cobertura de agua potable en El Salvador. https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Se-estanca-la-cobertura-de-agua-potable-en-El-Salvador-20230924-0057.html