“En un contexto de desafíos sin precedentes y universales, nosotros los gobiernos locales y regionales de todo el mundo, estamos a la vanguardia de los esfuerzos para superar estos tiempos de prueba como aliados de otras esferas de gobierno, de la comunidad científica y como actores globales con un importante poder de transformación y de convocatoria”. [1]

Las ciudades han sido uno de los escenarios territoriales más afectados por el COVID-19. La mayoría de personas infectadas y muertas a causa de la pandemia se registran en las grandes ciudades de los países. La ciudad, es el lugar donde se tiene mayor concentración de población; hay espacios habitacionales con elevado hacinamiento, así como, zonas precarias que han quedado marginadas de la inversión pública y privada, las cuales registran ausencia o carencia de servicios básicos como el agua potable, entre otros.

El COVID-19, es un fenómeno totalmente nuevo por lo que ha obligado a gobiernos locales y regionales de las ciudades a implementar, improvisar e innovar estrategias, medidas y alternativas para responder a los efectos y desafíos que genera. Algunos gobiernos locales y regionales han articulado esfuerzos a nivel territorial, logrando sinergias con entidades gubernamentales, sector privado, movimiento ciudadano, organizaciones sociales, entre otros; impulsando con ello, la ejecución de iniciativas de atención a la población más vulnerable, así como la implementación de medidas y estrategias paliativas y preventivas.

Otros intercambian experiencias a nivel regional y/o nacional. También existen gobiernos locales que han transcendido dichos niveles, por lo que han aprovechado el potencial que tienen las redes o alianzas internacionales a las que pertenecen. Esto les ha permitido ser parte de acciones conjuntas a nivel internacional, compartiendo con ello una agenda a fin de hacerle frente común a la pandemia y sus repercusiones. Un ejemplo de ello, es el Decálogo propuesto por Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) para la era post COVID-19[2]. También les ha posibilitado conocer y compartir experiencias entre pares; la movilización de recursos de cooperación, entre otros.

La redes y alianzas internacionales entre ciudades son plataformas que buscan fortalecer el papel que juegan los gobiernos locales y regionales en las relaciones internacionales, el sistema de cooperación internacional para el desarrollo, así como el fomento y promoción de la paz, a través de la Diplomacia local.

Estos espacios se convierten en un punto de encuentro entre diversas ciudades y territorios que son heterogéneos en múltiples dimensiones y realidades, pero a su vez también son homogéneos en problemas, retos y desafíos locales y globales que enfrentan. 

Por ello, estas plataformas, además de permitir la búsqueda de soluciones conjuntas a fin de enfrentar la pandemia, también presentan diversas potencialidades que podrían abonar para enfrentar sus efectos (etapa post COVID-19), entre las que se podrían destacar:

1. Intercambio de experiencias y buenas prácticas, gracias a la confianza y cercanía que registran, los gobiernos locales y regionales de las ciudades pueden fácilmente conocer e intercambiar experiencias con sus pares alrededor de las iniciativas, medidas y estrategias que están impulsando a fin de enfrentar la pandemia y sus efectos. Esto podría incluir desde seminarios, webinar hasta iniciativas para registrar y visibilizar experiencias y buenas prácticas a fin de posibilitar su intercambio. Ejemplo de ello, serían las plataformas: ciudades amigas de la infancia[3], Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO[4] , Ciudades y Gobiernos Locales Unidos [5], la Alianza Euro Latinoamericana de Cooperación entre Ciudades (AL-Las)[6],  entre otras.
2. Solidaridad y cooperación internacional para el desarrollo, en los últimos años, los gobiernos locales y regionales han logrado un importante reconocimiento gracias al destacado rol que han venido jugando en el sistema internacional de cooperación. La solidaridad y los flujos de cooperación técnica y financiera que capitalizan son significativos no solo por sus efectos positivos sino también porque en tiempos de crisis, lejos de aminorar, se registran de forma significativa y creativa. Ejemplo de ello serían: la cooperación técnica entre ciudades a fin de conocer estrategias para enfrentar la pandemia y atender de forma creativa sus efectos en otros ámbitos no sanitarios (por ejemplo: la provincia argentina de Santa Fe y la china de Jiangsu[7], y la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial[8]) así como la cooperación con insumos médicos y otros recursos (ejemplo de ello: la donación de insumos a gobiernos locales de Ecuador, México y Colombia, por parte del gobierno municipal chino de Chongqing).
3. Visibilidad de propuestas y demandas a escala transnacional, desde estos espacios se plantean reflexiones y también se reclaman respuestas a nivel internacional frente a la pandemia. Ejemplo de ello serian: el trabajo de reflexión expuesto por Metropolis, CGLU y ONU-HÁBITAT[9]; y el Decálogo propuesto por Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) para la era post COVID-19.
4. Visibilidad de acciones y medidas concretas ante la pandemia, la mayoría de gobiernos locales y regionales, regularmente, deben enfrentar las demandas locales, así como los desafíos globales con limitados recursos. A pesar de esta realidad, poco o nada se visibilizan sus acciones y esfuerzos. Por ello, las redes y alianzas internacionales de ciudades, se convierten en una plataforma de oportunidades para visibilizar y evidenciar las estrategias, medidas y acciones concretas que dichos territorios impulsan ante la pandemia. Ejemplo de ello es la plataforma Ciudades para la salud global, la cual es impulsada por Metropoli y AL-LA´s en colaboración con CGLU y ONU Habitat. Este espacio busca visibilizar la manera en la que zonas urbanas hacen frente a la pandemia, por ello invita a gobiernos locales y regionales, independientemente de su tamaño,  a compartir Iniciativas (planes, estrategias, políticas y proyectos) diseñadas específicamente como reacción al COVID-19 .[10]

La creación y participación de gobiernos locales y regionales en la redes y alianzas internacionales de ciudades, pasa no solo por compartir problemas y desafíos comunes, sino también demanda de voluntad política, confianza y capacidad creativa para encontrar en estos espacios el capital político, técnico, económico y social complementario para atender las demandas de la ciudadanía y promover el desarrollo humano sostenible en el territorio.

En función de lo anterior, las redes y alianzas internacionales entre ciudades son un buen frente común para responder de forma creativa y articulada a la etapa Post COVID-19.

[1] Decálogo de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos para la era post COVID-19. CGLU. 2020. https://www.uclg.org/sites/default/files/decalogo_covid19.pdf

[2] Ibíd.

[3] https://ciudadesamigas.org/

[4] https://uil.unesco.org/es/aprendizaje-largo-de-vida/ciudades-del-aprendizaje

[5] https://www.uclg.org/

[6] https://proyectoallas.net/about/

[7] https://www.clacso.org/la-solidaridad-en-tiempos-del-covid-19/

[8] https://www.ovpm.org/es/2020/03/16/covid-19-la-ocpm-en-tiempos-de-crisis/

[9] http://www.andaluciasolidaria.org/noticias/item/1370-el-dialogo-social-sigue-siendo-clave-para-garantizar-la-seguridad-de-los-trabajadores-durante-y-despues-del-brote-de-covid-19

[10] https://www.citiesforglobalhealth.org/es

Fuente de fotografías:

https://ciudadesiberoamericanas.org/los-gobiernos-locales-euro-latinoamericanos-plantean-la-necesidad-de-establecer-alianzas-mas-efectivas-para-reivindicar-el-derecho-a-la-ciudad/

https://www.citiesforglobalhealth.org/es