Hace poco una periodista de uno de los principales periódicos de este país me consultaba sobre cómo veía lo que ha pasado con la reducción de municipios en el marco de un proceso de creación de nuevas instituciones que les están quitando ingresos a las municipalidades y poder de decisión a los gobiernos municipales.
Lo anterior llevó a enfocar la respuesta a lo que han perdido los municipios en el marco del proceso de centralización en el manejo de lo público en el que el país se encuentra, ya que la referencia al municipio incluye a los gobiernos municipales, la municipalidad como su aparato administrativo, y la ciudadanía. Al verlo así es claro que las pérdidas son muchas y variadas, las que se exponen de forma muy breve.
- Los gobiernos municipales han perdido en la autonomía en la toma de decisiones que antes les correspondían, y esto de cara a la entrega de funciones y competencias a varias instituciones recién creadas, como es el caso de la que está asociada a lo infraestructural, que es lo que debería hacer la Dirección de Obras Municipales (DOM), o lo que está haciendo la Autoridad Nacional de Residuos Sólidos de El Salvador (ANDRES) en la recolección de desechos, la Dirección de mercados nacionales y otros espacios, la Dirección de Ordenamiento Territorial (DOT) en cuanto al ordenamiento del territorio, la Autoridad de Planificación del Centro Histórico de San Salvador (APLAN) para el caso específico de ese municipio.
- A la limitación en la toma de decisiones a los gobiernos municipales por el traspaso de las mismas a las instancias antes mencionadas, se agrega el traslado de los recursos que antes percibían las municipalidades por la gestión de las actividades que se les han quitado, los que son parte de sus ingresos propios.
- No hay que olvidar que este proceso de centralización ha estado acompañado de una disminución sustancial del FODES (Portillo, 4 de octubre 2023) que antes se entregaba a las municipalidades, el que pasó del 10% de los ingresos corrientes del presupuesto del sector público (aproximadamente $640 millones) al 1.5% (aproximadamente $50 millones), así como de la eliminación del Fondo de Apoyo a los Municipios (FAM) que el último año en que se entregó (2024) fue de $41 millones (Magaña, 13 de enero 2025).
- Y en este contexto aparece la reestructuración municipal, que a todas luces es un proceso de agrupamiento de municipios y suma de precariedades y demandas de la población, a la que se le ha dejado sin un referente cercano, proactivo y de gestión, como eran buena parte de los gobiernos municipales antes de la reducción de municipios.

Dado lo anterior, es evidente que es poco o nada lo que los gobiernos en cada municipio pueden hacer para atender las necesidades y demandas de la población, por lo que no es de extrañar la baja nota dada a los alcaldes y alcaldesas en las últimas encuestas que se han conocido, la que es una respuesta válida de la gente frente a la ausencia de atención a sus solicitudes. Lo paradójico de esto es que nadie se detiene a pensar un poco sobre por qué antes los gobiernos municipales desarrollaban distintas actividades y hoy no, y la respuesta lógica que resulta frente a las evidencias que existen es que no lo hacen porque desde el gobierno central se les han quitado recursos y poder de decisión para gobernar de buena forma los municipios a su cargo, por lo que quizás al momento de señalar a los responsables de que las necesidades de la población en cada municipio no sean atendidas, hay que mirar hacia otro lado y no necesariamente hacia los gobiernos municipales.
Referencias
Magaña, Y. (13 de enero 2025). Asamblea deroga ley del Fondo de Apoyo Municipal.
https://diario.elmundo.sv/politica/asamblea-deroga-ley-del-fondo-de-apoyo-municipal-que-asignaba-50-millones-a-alcaldias
Portillo, D. (4 de octubre 2023). El recorte del FODES le ha valido 506 millones al Gobierno de El Salvador.
https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/El-recorte-del-FODES-le-ha-valido-506-mill-al-Gobierno-de-El-Salvador-20231003-0089.html